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¿Vasco o Mellizo?

BUENOS AIRES – Boca y Lanús jugarán un partido clave por la Copa Argentina. Y el duelo, además de tener como premio el pasaje a la final, pondrá frente a frente a dos entrenadores con presente y pasado en común: Boca. Rodolfo Arruabarrena, el actual DT xeneize, y Guillermo Barros Schelotto, el que viene sonando desde hace tiempo para sentarse en el banco azul y oro.

El choque se da, además, en un momento especial. Boca pelea también el campeonato y viene de perder ante Racing la chance de ser campeón. Es cierto que todavía tiene muchas posibilidades de consagrarse, pero el Vasco volvió a quedar en el ojo de la tormenta tras otra actuación fallida en un momento decisivo. Y una derrota contra Lanús puede ser un duro golpe a sus aspiraciones, justo ante el técnico que los hinchas quieren para sucederlo.

Los dos son jóvenes y con futuro. Arruabarrena dirigió a Tigre y Nacional de Montevideo, y en ambos casos quedó a un paso de la gloria. Todavía no pudo gritar campeón como entrenador, y si algo se le reprocha es la falta de picardía, algo que sin dudas sobra en la vereda de enfrente.

El Mellizo debutó como entrenador en el Granate, el único club que dirigió: en el plano internacional ganó la Copa Sudamericana 2013 y fue subcampeón de la Recopa y la Suruga Bank; en el local, quedó segundo en el Inicial 2013.

Aclaración: Barros Schelotto aparece como favorito no porque se haya expresado al respecto (por el contrario, siempre fue muy reservado al hablar del tema), sino porque su pasado como jugador y la buena tarea realizada en el Granate lo ubican como el gran sucesor. Incluso por encima de otras figuras de la reciente era dorada xeneize como, por caso, Martín Palermo.

Por estos días, debe definir si renueva su vínculo con Lanús o queda en libertad de acción. Lo mismo ocurre con el Vasco: en un año electoral, su futuro está en juego no sólo por los resultados, sino también porque dependerá de quien surja como presidente en las elecciones de diciembre.

Los dos consiguieron cosas importantes como jugadores: Arruabarrena logró tres títulos bajo la conducción de Carlos Bianchi, y marcó nada menos que dos goles en el partido de ida de la final de la Libertadores 2000, torneo que Boca finalmente ganó. El Mellizo jugó 10 temporadas con la casaca xeneize: después de Sebastián Battaglia, es el jugador con más títulos de la historia del club, con 16.

Pero además de las conquistas, marcó varios capítulos inolvidables en los enfrentamientos contra River. La personalidad, el carácter, la rebeldía que mostró en los superclásicos no serán olvidados con facilidad por el público xeneize. Y lo hizo justamente ante los de Núñez, el club que se convirtió en una piedra en el zapato para Arruabarrena, tras las dos eliminaciones coperas en menos de seis meses por la Sudamericana y la Libertadores.

Ambos son ídolos, pero la identificación de la gente con Guillermo es mucho más grande. Y luego del desgaste que implica dirigir a Boca por más de un año sin haber sumado títulos, Barros Schelotto aparece como el cambio que hace falta para encarar la nueva temporada.

No hay dudas: el Mellizo será en algún momento técnico de Boca. Puede ser en el corto o en el largo plazo. Y en parte, los tiempos pueden adelantarse de acuerdo al resultado de estas semifinales.