Carlos Bianchi 8y

La Champions postergó las definiciones

BUENOS AIRES -- En las últimas temporadas hemos sido bastante críticos con la fase de grupos de la UEFA Champions League, a la que tildamos de ser previsible y de, más allá de alguna excepción, estar desprovista de emoción.

Era habitual que, tras el sorteo, uno calificara a los equipos siguiendo la lógica más pura y acertara no solamente quiénes clasificarían, sino también en qué orden.

Por suerte, este año se han venido dando varios resultados inesperados y hubo grupos que se hicieron mucho más abiertos de lo esperado. Esa tendencia se mantuvo en la tercera fecha, una especie de ida de duelos directos (la cuarta jornada verá los mismos duelos con localía invertida).

Por eso hasta el momento son muy pocas las certezas. Solamente hay dos zonas con equipos virtualmente clasificados: la de Real Madrid y parís Saint Germain y la de Zenit San Petersburgo y Valencia. Y en ambas el primer puesto está abierto a la pelea.

El único equipo que, hoy por hoy, uno puede asegurar casi sin riesgo a equivocarse que terminará en la cumbre es el Barcelona, que así y todo no atraviesa su mejor momento. Justamente es el hecho de que varios equipos no estén en su mejor nivel lo que causa esta nivelación hacia abajo que produce resultados sorpresivos.

Entre los que están rindiendo por debajo de lo que se esperaba de ellos, claramente están los ingleses. En los cuatro grupos en los que participan se abrió el juego a partir de que no confirmaron su condición de candidatos.

Si la primera fase terminara hoy, el único con boleto asegurado sería el Manchester City, y eso a pesar de que arrancó perdiendo como local. Igualmente, su posición es precaria: ganó de manera emocionante su primer duelo directo ante Sevilla, pero si pierde en la revancha en dos semanas, quedará otra vez en zona de riesgo.

Los vecinos de Manchester United se siguen complicando solos, aunque rescataron al menos un punto en su visita al CSKA Moscú. Pero deberán sumar de a tres cuando vuelvan a chocar en Old Trafford, y aún así no podrán regalar nada ante los otros dos compañeros de grupo, Wolfsburgo y PSV.

Chelsea está en una situación similar: el empate en cero ante Dynamo en Kiev estiró dos semanas más la incertidumbre, pero si no gana como local seguirá en un tercer lugar muy por debajo de los pronósticos, que ya a esta altura lo tenían peleando el primer puesto con el Porto.

El cuarto inglés en competencia es el que más levantó la cabeza, aunque eso apenas le permite seguir respirando. Tras dos derrotas, el Arsenal se repuso derrotando al Bayern Munich, pero tendrá que confirmar esta primavera en dos semanas en Alemania.

Eso no anula la justicia de su victoria, que incluso podría haber sido más amplia con más precisión en la contra. Vimos a un Bayern que, como en las peores épocas del Barcelona de Guardiola, se conformó con una posesión casi absoluta que nunca pudo traducir en situaciones de gol.

Los números fueron abrumadores: 70 a 30 en tenencia de la pelota, cerca de 600 pases contra 170. Pero a la hora de la verdad, es decir en los últimos 20 metros, los alemanes no tuvieron profundidad y desperdiciaron ese monopolio.

Cuidado, no estoy diciendo que tener el balón no importa. Como técnico, yo también prefiero jugar con la pelota y creo que eso a la larga permite crear más oportunidades. Pero una cosa no se convierte en la otra de manera automática.

Estos equipos, con tanta riqueza individual, deben tener una solución a ese dilema. Si encontraron como conservar el balón, tienen que buscar cómo conseguir la profundidad.

Veremos cómo asume esta caída el Bayern. Porque si se repone ganando en casa y el Olympiakos hace lo propio de local ante el Dynamo Zagreb, el grupo quedará prácticamente definido.

Por último, el partido que no fue: París Saint Germain y Real Madrid no se hicieron daño y postergaron la definición de quién ganará el grupo para su próximo duelo.

Fue un partido realmente anodino, de esos que si uno va al estadio se arrepiente. Pero en ese aburrimiento a dúo, claramente el que salió perdiendo fue el PSG, que desaprovechó la localía y las ausencias del Madrid.

Ahora tendrá que ir a buscar un resultado al Bernabeu y, de no conseguirlo, seguramente tendrá un camino más complicado en una fase final en la que, en los últimos años, los equipos de renombre han sido un obstáculo insalvable.

Felicidades.

^ Al Inicio ^