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Qatar Airways, en el laberinto

VI Images via Getty Images

BARCELONA -- Bartomeu no presentará este domingo a la asamblea de compromisarios el contrato soñado con Qatar porque el presidente azulgrana no consiguió, en su desesperado intento de esta última semana, alcanzar el acuerdo que pretendía. Y que se pregonó como el mejor de la historia. Antes de tiempo.

El Barça está en fuera de juego en un momento dramático puesto que, según todos los indicios, se ha quedado colgado porque a sus exigencias, que creyó tan fáciles, Qatar le ha contestado que ‘nones’. Y los qataríes están tan convencidos de tener la sartén por el mango como desengañados con la forma de proceder del Barcelona en los últimos meses.

Los ejecutivos de Qatar Airways se aplicaron aquello del ‘ver, oir y callar’. Vieron y escucharon las novedades alrededor de un Barça que afrontará en los próximos años retos financieros y patrimoniales fuera de lo común. Y entendieron, como sabe ahora Bartomeu, que nadie igualaría su oferta… Que serían ellos, los qataríes quien llevasen el control de la negociación. Y el Barça está en fuera de juego.

“En octubre presentaremos un acuerdo principal. Estamos hablando con dos empresas, es un trabajo del departamento de marketing y nos queda tiempo para tener un acuerdo comercial”, aseguró en septiembre Josep María Bartomeu, en la presentación de Lassa como patrocinador de las secciones.

A partir de ahí se fueron filtrando datos de Qatar… Pero de la ‘otra’ no se supo nada absolutamente. Durante las elecciones, el candidato Bartomeu se sacó de la manga el nombre de Rakuten, una empresa japonesa líder en la venta on-line. Y el 20 de julio desapareció de la escena. Y si se daba cuenta que lucir Qatar Airways le podía significar al Barça 70 millones de euros anuales, de cualquier otra empresa no se conocía ninguna oferta.

Apareció Botemanía, en agradecimiento a las gestiones de Jordi Farré, para quedar su supuesto patrocinio de las camisetas de entrenamiento por 10 millones anuales en, por el momento, nada. Se especuló que se liberarían las camisetas del Barça B, del fútbol base y del femenino y se dijo que la oferta cerrada por Javier Faus antes de acabar la pasada temporada (cifrada entre 60 y 65 millones de euros) alcanzaría los 70… y en mejores condiciones.

“El FC Barcelona barajó otras ofertas que a la hora de la verdad no han podido llegar a las cantidades mareantes puestas sobre la mesa por Qatar Airways”, se publicó el 2 de octubre, dando por hecho el negocio del siglo… Pero sin dar cuenta, nadie lo ha hecho, de qué y cuánto podía haber ofrecido Rakuten o el Supermercado Pepita.

Y desengañado con el proceder del club azulgrana, Qatar ha puesto el freno. Si Bartomeu pretendió aumentar las ventajas para el Barcelona, QIA, el Fondo Soberano de Inversión del Emirato, incluso, se afirma, ha congelado el acuerdo inicial concretado con Javier Faus, que liberaba la camiseta de entrenamiento y abría la puerta a negociar el apellido del Camp Nou. Por 240 millones de euros a repartir en cuatro temporadas.

Aquel era un gran acuerdo, pero algo alejado de la excelencia que quiso vender el club. Y ahora, apretado por las urgencias, la directiva se presentará este domingo sin Qatar ni ningún patrocinador a la asamblea de compromisarios.

Desde el club se traslada que es una decisión propia, tomada por Bartomeu para preservar los intereses propios. Y se da cuenta que en próximas semanas se conseguirán los números deseados.

Desde el otro lado de la mesa se guarda silencio, pero fuentes cercanas a la negociación aseguran que Qatar Airways quiere ahora darse un tiempo para retomar unas conversaciones que en el futuro inmediato no serán tan amistosas como en el pasado porque, entre otras cosas, los ejecutivos del emirato se han sentido menospreciados por el Barcelona.

La continuidad de la aerolínea se entiende como la mejor solución por cuanto se contempla imposible conseguir un contrato de sus características. Tanto es así que en las últimas horas se ha filtrado que otros grandes de Europa, con el Bayern Múnich a la cabeza, estarían a la espera de que Barcelona y QIA rompieran su relación para tomar su lugar, poco o nada preocupados en temas políticos que se derivan de asociare con Qatar.

El Barça supuso que, con el Triplete como bandera, podría forzar cuanto quisiera la negociación, pero por mucho que Qatar Airways quiera mantenerse su publicidad en la camiseta ha llegado a la conclusión de que las cosas se harán, a partir de ahora, bajo sus parámetros.

Lo malo del asunto es que el tiempo se echa encima.