Raúl Allegre 9y

Se avecina la época más pasiva de la NFL, con muchos temas en el tintero

BRISTOL -- Poco después del draft, y de los denominados OTA’s (actividades organizadas en equipo), que son los entrenamientos supervisados que tienen los equipos antes del verano, la NFL entra en lo que es en su único período de actividad baja. De mediados de junio a la tercera semana de julio es cuando los entrenadores y directivos salen de vacaciones. Los jugadores también lo hacen, pero sin dejar su programa de acondicionamiento físico.

No hay mucho en realidad de qué comentar durante ese lapso.

Muchos fans me han pedido mi opinión sobre el draft y cómo quedaron los equipos. Aquellos que han leído esta nota desde su inicio en 2002, saben que no gusto de dar calificaciones sobre el draft o de opinar sobre jugadores que no conozco bien. Aún habiendo visto jugar a algunos, es difícil anticipar quiénes serán los novatos que tendrán gran impacto. Varios escogidos en la primera ronda en 2014 justificaron su temprana selección como fue el caso de Odell Beckham Jr, Khalil Mack, Zack Martin y CJ Mosley por mencionar a unos. Otros quedaron a deber como Jadeveon Clowney, Greg Robinson y Justin Gilbert.

¿Quién habría anticipado la campaña tan buena de Chris Borland y su subsecuente retiro al final de la temporada?

Sólo tengo algunos comentarios sobre ciertos equipos que hicieron maniobras interesantes o que las dejaron de hacer.

El equipo que más me llamó la atención fue Dallas. Terminaron con tres jugadores que tenían calificación de primera ronda en febrero. Dos de ellos: Randy Gregory, ala defensiva, y La’el Collins, tackle ofensivo, no estuvieron entre los primeros 32 elegidos por razones personales. Gregory por dar resultado positivo en prueba antidoping durante el draft y Collins por el asesinato de su ex novia y la solicitud de entrevista de la policía de Baton Rouge. Dallas se la jugó con Gregory y lo seleccionó en la segunda ronda. Una vez que Collins tuvo su entrevista con la policía y lo descartaron como sospechoso, Jerry Jones lo firmó como agente libre. Ellos se unen a Byron Jones, esquinero, como los tres jugadores de alta calidad que obtuvo Dallas.

Lo interesante no es tanto si van a ser o no jugadores de impacto. Lo interesante es que le dan a Jerry Jones “moneda” para negociar.

La historia a seguir en este período muerto de la NFL será ver qué va a pasar con Adrian Peterson. Es del dominio público que por ahora, no quiere regresar a Minnesota. Está ofendido por la falta de apoyo del equipo durante la suspensión que le dio la liga. No se ha presentado a participar en los OTAs. Es también del dominio público que Jones lo quiere en Dallas. Jones tiene a tres jugadores disponibles, y quizás primera selección de 2016 y otras en el futuro, para ofrecerle algo interesante a los Vikingos. ¿Qué haría usted en la posición de Rick Spielman, el gerente general de Minnesota, y Mike Zimmer, su entrenador en jefe, con Adrian Peterson? ¿Multarlo por no presentarse a entrenar en pretemporada o buscar jugadores de calidad y futuras selecciones para reforzar el plantel? Uno, o dos de los jugadores arriba mencionados, Byron Jones, Randy Gregory y La’el Collins, junto con la primera de Dallas en 2016, y quizás una cuarta podrían ser atractivos para Minnesota para un canje con Petereson.

Los Vikingos terminaron 2014 con marca de 7-9 sin AP. Tienen a un buen mariscal de campo joven en Teddy Bridgewater. Firmaron a Mike Wallace como agente libre y tienen a Cordarrelle Patterson, ambos receptores de mucha velocidad. Una línea ofensiva más sólida con Collins, y quizás una mejor defensiva secundaria con Jones los volvería peligrosos. Es cierto que Adrian Peterson es un fuera de serie, pero equipos han ganado el Super Bowl con corredores que fueron agentes libres como Dominic Rhodes de Indianápolis, o que fueron selecciones bajas como Ahmad Bradshaw de los Gigantes escogido en una séptima ronda. De hacerse esos cambios, Minnesota no sería contendiente en 2015, pero estaría en posición de serlo.

Un equipo que será hueso duro de roer en 2015 será San Luis. En realidad lo fueron los dos últimos años con la excepción de no tener buena producción en la posición de QB. Todo depende de Nick Foles y el desempeño de su línea ofensiva. Tre Mason empezó a destacar en la segunda mitad de la campaña 2014. Arriesgaron su primera selección con Todd Gurley. Equipos han tenido un contraste de resultados seleccionando a jugadores que sufrieron lesiones similares. Buffalo tuvo éxito con Willis McGahee, pero Marcus Lattimore nunca se pudo recuperar y jugar son San Francisco. San Luis tuvo cinco selecciones en las primeras cuatro rondas y tres fueron de jugadores de línea ofensiva. Si su draft resulta productivo habrán reforzado sus puntos débiles. Seattle es el favorito indiscutible en la división Oeste de la Nacional, pero San Luis ha sido un equipo que le ha costado trabajo, y se perfila aún más fuerte para 2015.

Cuando los Patriotas de Nueva Inglaterra perdieron el partido de campeonato de la temporada 2014 frente a Denver, se enfocaron en reforzar su plantel para ganarle a los Broncos el siguiente año, y lo hicieron de manera convincente. Antes de ganar un Super Bowl hay que llegar a él. Creo que esto es algo que no capta todavía la directiva de Indianápolis. En años consecutivos han sido eliminados, por paliza, y permitiendo 234 yardas por tierra en el partido divisional de la temporada 2013, y 177 en el campeonato de conferencia de 2014. Su defensiva terrestre ha sido pésima. Tuvieron la oportunidad de elegir en la primera ronda a Malcom Brown de Texas, un jugador versátil capaz de jugar con efectividad todas las posiciones de la línea defensiva. Optaron por seleccionar a Phillip Dorsett, que es una facsímile de T.Y. Hilton. Sin una defensiva sólida contra el juego por tierra, los Potros se quedarán a la orilla del camino otra vez en 2015. Seleccionaron a Henry Anderson, ala defensiva en la tercera ronda, y a David Parry tackle defensivo en la quinta, ambos de Stanford. Stanford tuvo la 12ª mejor defensiva terrestre en la NCAA en 2014, y asumo que Ryan Grigson, su gerente general, apuesta a que mucho se debió al desempeño de Anderson y Parry. De no resultar estos jugadores le podría costar el puesto a Grigson. Otras deficiencias de Indy son el lado derecho de su línea ofensiva y la falta de un buen ataque terrestre. Frank Gore no es la solución. Ninguna de esas deficiencias fue atendida en el draft.

Finalmente, hace una semana tuvimos el ya esperado cambio en la ejecución de los puntos extras. En 2015, el balón se pondrá en la yarda 15, en lugar de la yarda 2, por lo que la distancia de los intentos estará entre las 32 y 33 yardas. La razón que dio el comisionado Roger Goodell hace tiempo cuando sugirió el cambio fue la de “dar emoción a la conversión del punto extra” alegando que se había convertido en un proceso prácticamente automático. El cambio no tiene sentido. El porcentaje de efectividad de los pateadores de la NFL entre 30 y 35 yardas, ¡es del 95 por cierto! Comparado con el 99 por ciento desde la yarda 20. Aún en climas fríos como Green Bay, Chicago, Cleveland, Buffalo, Nueva York y Nueva Inglaterra fue de 93 por ciento en diciembre y enero los últimos cinco años.

Que alguien me explique en dónde está la parte emotiva. Si en realidad querían darle emoción a esta parte del juego, deberían de haber colocado la conversión del punto extra en la yarda uno y motivar a los entrenadores en jefe a buscar más la conversión de dos puntos que tuvo un porcentaje de efectividad de 47 por ciento en 2014. El único cambio positivo que hizo la NFL fue darle a la defensiva la oportunidad de anotar en caso de bloquear un intento o recuperar un balón suelto o interceptado.

Existe la posibilidad de que esta regla cree una que otra situación que pongan en desventaja a los equipos que jueguen en climas fríos con aquellos que jueguen en climas cálidos o en domos. Pongamos un ejemplo. En la semana 17, los Pats visitan Miami y los Jets van a Buffalo. Es remoto, pero probable, que Nueva Inglaterra y Buffalo estuvieran disputando el título de división. El resultado de la última semana podría decidir quién sería el campeón. Hemos tenido ocasiones de vientos de 40 km/h y nieve en Buffalo. Son raras, pero se han dado. En estas condiciones, un intento desde la yarda 20 no es complicado, pero desde la yarda 33, en contra del viento y en la nieve, es difícil de lograr. Diría que el porcentaje de efectividad de los pateadores podría bajar al 50 por ciento o menos. Esto lo digo por experiencia habiendo jugado seis años en el antiguo estadio de los Gigantes. Los equipos que se enfrentan entre sí tendrían las mismas condiciones, pero Buffalo podría perder el partido por tratar de intentar una conversión de dos puntos, o fallar el intento desde la yarda 33 tratando, por ejemplo, de mandar el partido a tiempo extra. Los Pats, por su parte, jugando en un clima templado podrían fácilmente lograr sus puntos extras después de cada touchdown.

En otras palabras, Nueva Inglaterra podría acumular todos sus puntos sin tener que alterar su estrategia de juego, mientras que Buffalo los podría perder debido a las condiciones del clima y a la nueva regla.

Este cambio no me gusta porque altera, no el sistema de competencia, sino el sistema de puntaje de un partido, y no incentiva a los equipos a jugársela por dos puntos.

^ Al Inicio ^