Damián Didonato 10y

Una cuestión de variantes

SAO PAULO (Enviado especial) --
José Pekerman decidió convocar cinco delanteros para la Copa del Mundo. Tras la desafortunada baja de Radamel Falcao García y el corte de Luis Fernando Muriel, el entrenador decidió traer a Brasil a Teófilo Gutiérrez, Víctor Ibarbo, Jackson Martínez, Adrián Ramos y Carlos Bacca. Este último fue el protagonista de las últimas horas por haber sufrido una lesión en un entrenamiento, lo que generó preocupación entre los colombianos, que creen que con una salida más no tendrán la cantidad suficientes de variantes en la ofensiva.

Es una paradoja, porque el fútbol cafetero tiene una de las mejores generaciones de su historia si de delanteros hablamos. Los colombianos son figura en casi todas las ligas más importantes de Europa y se han convertido en una garantía para cualquier club a la hora de buscar atacantes certeros. Entonces, sufrir de carencia en esa zona durante un Mundial sería una verdadera pena.

Bacca sufrió una contractura muscular en el cuádriceps de su pierna derecha y no podrá jugar por al menos una semana, lo que significa que se perderá el partido contra Costa de Marfil y quizás el duelo frente a Japón que cierra la primera fase. El hombre de Sevilla llegó tras una gran temporada y era uno de los jugadores en mejor estado físico y futbolístico de todo el plantel, pero la mala suerte golpeó de nuevo a Colombia. De todos modos, por un momento se temió una lesión que lo deje afuera del Mundial, algo que finalmente no sucedió.

Una situación como ésta es una buena excusa para hablar de las variantes ofensivas con las que cuenta la Selección. En la primera presentación, Pekerman se decidió por jugar con Teo Gutiérrez como punta de lanza y Víctor Ibarbo más abierto y haciendo un trabajo de retroceso constante. El futbolista de Cagliari es trascendental para este equipo, porque aporta tanto en ataque como en el mediocampo. Así, Teo juega muchas veces sólo dentro del área e Ibarbo busca ocupar el espacio.

Por detrás de ellos jugó James Rodríguez, el hombre fundamental de este Seleccionado, el único insustituible. El cucuteño tiene el talento de los típicos enganches colombianos, pero a eso le suma sacrificio y siempre juega en beneficio del colectivo. Contra Grecia gambeteó, lanzó, dio grandes pases y definió jugadas. Hizo casi todo bien y exhibió su inteligencia en el Mineirao. Él es el hombre que maneja los hilos y arma cada ataque cafetero.

En el segundo tiempo ingresó Jackson Martínez, quien es una posibilidad para jugar desde el inicio en Brasilia. El centrodelantero de Porto es, quizás, el más versátil de los cinco atacantes. Tiene juego aéreo, es certero en el mano a mano, sabe jugar fuera del área y se asocia bien con sus compañeros. Sin embargo, todavía no ha demostrado sus mejores virtudes en la Selección. Si él juega en Brasilia, lo hará como referencia y sería Teo quien retrocedería unos metros. Así, Colombia ganaría presencia y Costa de Marfil podría sufrir más sus desacoples defensivos.

Adrián Ramos es un caso similiar. Fue super figura en la Bundesliga y estuvo a punto de coronarse goleador. Fue contratado por Borussia Dortmund y elogiado por todos en uno de los campeonatos más duros de Europa. Pero en el equipo nacional siempre sufrió más de lo que disfrutó, porque lo pusieron de mediocampista o porque no tuvo suerte. Pese a esto, Pekerman lo convocó porque el caleño será muy valioso cuando se necesite abrir una defensa cerrada desde la posesión y el ataque. Con él en cancha, la Tricolor suma un jugador decisivo en los últimos metros pero también con capacidad para asociarse a James y para tirarse a los extremos.

Como se dijo en líneas anteriores, Carlos Bacca es el delantero que llegó en mejor momento. En los amistosos se mostró rapidísimo, certero y confiado. Además, su conocimiento con Teo lo situaba como el principal candidato a reemplazar a Falcao en la titular. Pero el gran nivel de Ibarbo fue imposible de soslayar y terminó ganando el puesto. Bacca es el más parecido al crack samario que tiene el plantel. Goleador típico, con gran remate y muy buen ubicación, era una de las principales alternativas para formar una dupla de atacantes clásica. Su lesión no parece afectar demasiado a Colombia, porque el DT no lo tenía en sus planes para el próximo compromiso.

Colombia comenzó el Mundial de manera inesperada, porque le cedió la pelota a Grecia y buscó explotar los espacios, algo a lo que este equipo que siempre buscó ser protagonista y jugar con la posesión no estaba acostumbrado. Pero le salió bien y ganó 3-0 en su debut, lo que le dio la razón a Pekerman. Sin embargo, está claro que no todos los partidos serán así y jugar de este modo contra Costa de Marfil puede ser suicida. Por eso el ejercicio de repensar las posibilidades ofensivas era tan necesario a horas del gran partido en Brasilia.

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