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Motta terminó expulsado ante Inter

Barcelona e Inter son los mejores del mundo Getty Images

BARCELONA -- El talentoso jugador brasileño Thiago Motta vivió este miércoles su peor pesadilla individual al ser expulsado por agresión en el partido Barcelona-Inter, después de ver la segunda amarilla por propinar un manotazo en la cara a Sergio Busquets cuando intentaba controlar el balón.

La acción no resultó ninguna sorpresa en el que fuera su campo durante mucho años, ya que por motivos similares vio muchas amarillas y padeció algunas expulsiones, siendo la temporada 2003/04 la más aciaga para el jugador brasileño, que vio la roja en cuatro ocasiones.

Antes de la expulsión en el minuto 28, cuando el partido iba 0-0, Motta ya vio una amarilla por una entrada a Messi. Se da la circunstancia que en la conferencia de prensa del martes previa al partido de semifinales, Motta se descolgó con unas declaraciones que causaron cierto malestar en la entidad azulgrana cuando denunció que algunos jugadores del Barcelona se dejaban caer con asiduidad.

Motta, una promesa que nunca llegó a despuntar en el Camp Nou, gozó de innumerables oportunidades para triunfar en el Barça y, de hecho, todos los entrenadores que tuvo, desde el fútbol base hasta el primer equipo, siempre le confiaron su atención, pero el jugador nunca acabó de triunfar.

En un nuevo regreso al Camp Nou, el jugador acabó expulsado por hechos muy parecidos a los que ya le jugaron malas pasadas cuando vistió la camiseta azulgrana.

Justo después de ser expulsado y de no querer abandonar el campo, se fue a buscar a Busquets y lo agarró del cuello hasta que fueron separados. Fuera ya del campo, su entrenador, Jose Mourinho, se dirigió al graderío aplaudiendo al público.