<
>

El sueño perdido

El año pasado Falla le hizo un partidazo a Federer Getty Images

LONDRES -- "Uno sueña jugar contra Federer, pero no tanto", dice Alejandro Falla y ofrece una sonrisa amplia.

El colombiano lo enfrentó en Roland Garros y le hizo algo de fuerza; la semana pasada en Halle y perdió rápidamente. Esta vez, en Wimbledon, estuvo a punto de dar una de las sorpresas más resonantes que recuerde el torneo, pero terminó perdiendo por 5-7, 4-6, 6-4, 7-6 (7-1) y 6-0 en tres horas y 18 minutos.

Alejandro difícilmente pierda la compostura, no es un hombre de tirar la raqueta en un partido o festejar a los gritos o saltando. Con la misma calma con la que enfrentó a Federer, reconoce: "Lo perdí yo, por las dudas que sentí cuando saqué para el partido. En ese momento fue cuando caí en que podía eliminar a Federer de Wimbledon", reconoció. Habla del cuarto set, cuando sirvió 5-4 y terminó perdiendo el game.

Si le piden qué cambiaría, Falla retrocedería la película un poco más, hasta el 4-4 del tercer set, cuando Federer le remontó cuatro puntos de quiebre. "Ahora creo que jugaría esos puntos de otra manera", reconoce.

La actuación de Falla fue el comentario de la soleada jornada de Wimbledon. El público no lo conocía, los periodistas locales querían averiguar sus antecedentes, aun cuando es un profesional establecido hace tiempo en el circuito ATP.

El público en la cancha central alentaba por él en un principio, hasta que comprobó que el campeón mimado podía quedar afuera del torneo en el debut. "Ahí cambiaron y lo alentaron a él", dijo un sonriente Falla. "Sabía que eso pasaría. Igualmente, sentí el aliento de algunos colombianos en la cancha", dijo.

Una derrota, entonces, deja enseñanzas, pero no sólo eso. "Lo ubico como el segundo mejor partido de mi carrera", dijo Falla. El primero es aquella victoria sobre Nikolay Davydenko en la primera ronda de Wimbledon en 2006. "Valoro mucho haber tenido a Federer contra las cuerdas. Después veré el DVD del partido para analizar en qué fallé, pero me voy con grandes sensaciones de aquí", dijo Falla.

"Tuve mucha suerte", admitió Federer. "Este año perdí partidos que debería haber ganado, esta vez gané uno que debería haber perdido", agregó sobre las derrotas en Indian Wells (ante Marcos Baghdatis) y Miami (frente a Thomas Berdych), ambos encuentros perdidos con match points a favor.

Después del partido, Falla se duchó, disfrutó del almuerzo tardío y analizó un par de momentos clave con su entrenador, el español Marco Aurelio Gorriz, y el otro representante colombiano en el torneo, Santiago Giraldo.

En su tercer enfrentamiento consecutivo ante Federer, Falla dice haberse sentido cada vez mejor. "Ya no tenía el miedo de los primeros partidos, el respeto por su figura, y además ya estaba advertido en lo táctico", dijo el colombiano. En Halle, Federer había insistido con el slice de revés sobre el drive del zurdo sudamericano.

"Esta vez le pedí ayuda a jugadores que tienen el estilo de Federer, y ese slice ya no fue un problema", contó Falla. Entre los jugadores a los que les pidió colaboración está el ucraniano Sergy Stakhovsky. Parecerá una falta de respeto compararlo con Roger, pero tiene un slice de revés interesante, que lo califica como sparring.

Falla insistió entonces sobre el revés del suizo, que comenzó en un nivel pobre. El colombiano arriesgó sobre el segundo servicio del primer preclasificado y estaba dispuesto a concretar la sorpresa del año. "Si algo había aprendido de los partidos que jugué con él era que tienes que ir por los tiros más que nunca. Si le dejas la bola cómoda, perdiste el punto".

Sobre el final, ya no hubo chances para Falla, quien admite que se quedó pensando en la chance que se le había escapado. Federer levantó su nivel, olió que su rival estaba herido y remontó por primera vez un 0-2 en sets en Wimbledon.

"Falla no es un jugador convencional. No dice mucho, pero es muy sólido y te hace sentir incómodo en la cancha", dijo Federer. Una derrota del suizo le habría hecho perder 2.000 puntos por el título logrado el año pasado y lo habría dejado a punto de caer al tercer puesto del ranking por primera vez desde 2003.