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BUENOS AIRES -- Con 25 años recién cumplidos -sopló las velitas el pasado 12 de julio-, el cordobés Martín Bustos Moyano está a punto de desembarcar en el rugby profesional francés. Y eso es literal, porque por estas horas, y mientras usted lee esta entrevista, el bueno de Tincho ya estará zurcando los aires para aterriza en el aeropuerto Charles de Gaulle, de la majestuosa ciudad de París. Pero atención, porque la Ciudad Luz no será el destino final del back cordobés. Una vez allí deberá trasladarse hasta Montpellier, donde, ahí sí, tirará el ancla. "La verdad es que se dio todo rapidísimo. El miércoles pasado me llegó el contrato, el jueves estuvimos revisando algunos puntos y el viernes se los mandé firmado por fax. Todo duró tres días; terminé poniendoi el gancho por un año con opción a otro", le cuenta Martín, que fue parte del seleccionado Pampa en la última Vodacom Cup, a Scrum.com. -Se nota que no tuviste dudas...
-No, no, todo fue muy clarito. Igualmente yo ya había hablado antes con Santi (Fernández) y Chipi (Figallo), quienes ya están allá. Ambos me hablaron maravillas del club. Y otro que además apoyó mi pase fue el Ninja Todeschini, un verdadero crack; un tipazo. -¿Te tranquiliza saber que vas a tener a dos compañeros argentinos?
-Claro, obvio. Es mi primera experiencia de este tipo y es lógico que esté medio nervioso. Pero saber que allá me esperan dos argentinos, me tranquiliza muchísimo. Es más, Chipi me va a ir a buscar al aeropuerto, je. -¿Estabas buscando irte al exterior o la oportunidad te sorprendió?
-Estaba tranquilo. Si salía algo, salía. Pero ni a palos me desesperaba por irme. -¿Fue la única oferta que recibiste?
-No, existieron otras, pero la del Montpellier fue la que más me convenció. Es un buen equipo y, además, este año va a tener como técnico a Fabien Galthie, que a los argentinos nos conoce bastante -fue colaborador de Santiago Phelan en Los Pumas-. Eso también me sedujo. -¿Algo de francés?
-Te hablo un 2%. Es más, la frase para decir que sólo hablo inglés la tengo anotada en la mano para no olvidármela, je.
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