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Lo mejor de lo mejor

MÉXICO -- Los Cincinnati Bengals fueron el segundo y último equipo de expansión de la AFL --después de los Miami Dolphins-- surgiendo a la vida por iniciativa de Paul Brown en 1968, dos años antes de la fusión. Hasta la fecha, el equipo sigue en manos de la familia Brown, después de la muerte del patriarca en 1991. Cincinnati es, además, el lugar de nacimiento de la moderna ofensiva de pases cortos, mal denominada "Ofensiva de la Costa Oeste" que ideó Bill Walsh durante su estadía como asistente de los Bengals bajo Brown. Supuestamente, el mismo Walsh detestaba ese nombre, y prefería que se le llamara la "Ofensiva Cincinnati". Su mejor época hasta el momento ha sido la década de los '80s, cuando aparecieron en los Super Bowls XVI y XXIII, perdiendo en ambas ocasiones contra los San Francisco 49ers. En las dos décadas subsecuentes, tocaron fondo con varias campañas miserables y fallo tras fallo en los drafts, lo que les ganó el apodo de "Bungles". Su mejor jugador, sin embargo, pudo probar las mieles del éxito con esos dos campeonatos de la AFC:

1. Anthony Muñoz, tackle ofensivo (1980-1992): Considerado en su época como el liniero ofensivo ideal, está entre los candidatos a ser considerado como el mejor tackle ofensivo que jamás haya jugado en la liga. Un ex estelar en la USC, Muñoz sólo pudo jugar un partido completo en su última temporada de elegibilidad con los Trojans por una lesión de rodilla. Sin embargo, eso no impidió que los Bengals lo seleccionaran tercero global en 1980, y a lo largo de las siguientes 13 temporadas Muñoz se perdería únicamente tres partidos de temporada regular por lesión. Poseía una tremenda agilidad lateral, y gran fuerza para abrir huecos por tierra. También registró siete recepciones de por vida, cuatro de ellas para touchdown. Recibió 11 invitaciones al Pro Bowl consecutivas, y fue nombrado All-Pro de primer equipo en nueve ocasiones. Fue miembro de los cuadros subcampeones de los Super Bowls XVI y XXIII. Ingresó al Salón de la Fama en 1998, es parte del equipo del Aniversario N° 75 de la NFL, así como del equipo ideal de los '80s. Intentó jugar la temporada del '93 para los Tampa Bay Buccaneers, pero el desgaste físico y los años le impidieron alinear para ellos.

2. Ken Anderson, mariscal de campo (1971-1986): El primer gran mariscal de campo que tuvo la franquicia en su historia, Anderson fue el primer pasador profesional en dominar el sistema ofensivo de pases cortos de alto porcentaje de Walsh, como una forma alternativa de control de balón y del reloj de juego al ataque terrestre. Como resultado de ello, Anderson fue capaz de imponer varias marcas de la NFL relativas a la eficiencia por aire. Al momento de su retiro, nadie había completado más pases en forma consecutiva (20), ni había tenido un porcentaje de pases completos mayor en un partido (20 de 22 para 90.9% en '74). Su porcentaje de pases completos en una campaña de 70.55% en '82 sigue siendo récord de la NFL. En total, fue líder pasador de la liga en cuatro ocasiones ('74, '75, '81 y '82), y cuatro veces fue invitado al Pro Bowl. En 1981, ganó las designaciones de JMV de la liga, Jugador Ofensivo del Año, y Regreso del Año, además de ser honrado como All-Pro de primer equipo. Dos veces ha sido finalista para ingresas al Salón de la Fama, pero las puertas de Canton aún no se le abren a Anderson.

3. Boomer Esiason, mariscal de campo (1984-1992, 1997): Un arrogante pasador estelar desde sus tiempos colegiales en la Universidad de Maryland, Esiason llegó a los Bengals como el primer mariscal de campo reclutado en el draft de 1984, pero hasta la segunda ronda. Uno de los zurdos con más potencia en el brazo que ha llegado a la NFL, Esiason dirigía los hilos de la ofensiva sin reunión de Sam Wyche (un ex asistente de Walsh) del equipo de los Bengals que apareció en el Super Bowl XXIII. En esa temporada del '88, Esiason había sido nombrado JMV de la liga, y había sido designado All-Pro por primera y única vez en su trayectoria. Sólo una milagrosa serie final de Joe Montana previno a los Bengals de coronarse en uno de los Super Bowls más cerrados de la historia. Esiason pasaría en el '93 a los New York Jets, y en el '96 a los Arizona Caridnals antes de regresar por una temporada final a Cincinnati antes de retirarse. En total, acumuló cuatro Pro Bowls, y sus 490 yardas por aire en un encuentro del '90 siguen siendo récord de la franquicia.

4. James Brooks, corredor (1984-1991): Después de haber iniciado su carrera profesional con tres temporadas jugando para los San Diego Chargers, Brooks llegó a los Bengals para convertirse en su arma más confiable en la década de los '80s. El pequeño pero elusivo corredor dejó la franquicia como el entonces líder corredor de todos los tiempos delos Bengals (6,447 yardas), aunque fue superado posteriormente por Corey Dillon. Cuatro veces votado al Pro Bowl --'86, '88, '89 y '90-- Brooks era un corredor completo que igualmente portaba como receptor saliendo del backfield y en equipos especiales devolviendo patadas. Jugó parte de la campaña de 1992 con los Cleveland Browns y otra parte con los Tampa Bay Buccaneers antes de retirarse.

5. Ken Riley, esquinero (1969-1983): Una de las omisiones más graves de los juegos de estrellas, en 15 temporadas profesionales y tras ser nombrado en cuatro ocasiones All-Pro, Riley --cuarto en la lista de todos los tiempos en intercepciones, con 65-- jamás recibió una invitación al Juego de estelares de la AFL o al Pro Bowl. Un ex mariscal de campo para Florida A&M, donde fue discípulo del legendario Jake Gaither, Riley arribó a los Bengals como recluta de sexta ronda. Brown decidió pasarlo al lado defensivo del balón y el resto es historia. A los 36 años de edad, en su última campaña profesional, cerró con broche una trayectoria que merece ser reconocida con un busto en Canton interceptando ocho pases y anotando dos touchdowns.

6. Chad Ochocinco, receptor abierto (2001- ): Quizás no sea blanco de simpatía de muchos aficionados de la NFL, pero nadie puede dudar de la calidad del receptor abierto anteriormente conocido como Chad Johnson. Uno de los corredores de rutas más pulcros que hay en la NFL, Ochocinco destaca también por gozar unas manos suaves que parecen atraparlo todo. Con siete temporadas de 1,000 yardas por recepción en nueve campañas, Ochocinco ya ostenta la marca de la franquicia en yardas por recepción (9,952), y está a ocho touchdowns del récord de todos los tiempos del club, en poder de Pete Johnson (70). Se ha ganado seis nominaciones al Pro Bowl, y dos veces ha sido honrado como All-Pro de primer equipo.

7. Max Montoya, guardia (1979-1989): A veces opacado por la calidad de Muñoz en la línea ofensiva de los Bengals, Montoya fue un guardia derecho muy capaz que dominó el interior por 11 temporadas en Cincinnati. Provisto de una fuerza tremenda, Montoya fue clave para que corredores como Brooks, Stanley Wilson y Elbert "Ickey Woods" tuvieran carriles por donde pasar. Cuatro veces jugador de Pro Bowl, y miembro de los dos equipos de Super Bowl de los Bengals, pasó en el '90 a Los Ángeles Raiders mediante el desaparecido Plan-B de la agencia libre antes de retirarse en el '94.

8. Bob Johnson, centro (1968-1979): Uno de los miembros del equipo original de los Bengals de su temporada inaugural del '68, Johnson ancló la línea ofensiva de Cincinnati por una docena de temporadas antes de retirarse. El segundo recluta global del draft, su N° 54 es el único retirado oficialmente por el club. El ex estelar de la Universidad de Tennessee fue nombrado AFL All-Star en su campaña de novato.

9. Tim Krumrie, tackle nariz (1983-1994): Posiblemente el tackle nariz más dominante en la NFL durante los '80s, Krumrie nunca dejó que su falta de tamaño o peso ideal fueran obstáculo para él. Krumrie fue el jugador más importante de la defensiva de los Bengals durante su aparición en el Super Bowl XXIII, pero desafortunadamente en la primera jugada en la que participó sufrió una fractura triple en la pierna (dos en la tibia y una en el peroné), y quedó fuera en el partido más importante de su vida. "Simplemente me dejé ir, me pasé de fuerza", explicó después Krumrie del episodio, declarando que no cambiaría nada de lo acontecido. Dos veces seleccionado al Pro Bowl y una vez considerado como All-Pro de primer equipo, Krumrie jamás volvió a recuperar su agresivo estilo dominante después de la lesión. Un ex luchador a nivel colegial durante sus días en Wisconsin, Krumrie se retiró en 1994 de la NFL.

10. Paul Robinson, corredor (1968-1972): Como recluta de tercera ronda --parte del draft original de los Bengals-- Robinson se convirtió en el primer corredor en la historia del fútbol americano profesional para alcanzar las 1,000 yardas terrestres para un equipo de expansión, lo que le valió ser nombrado Novato del Año en la AFL. También fue el segundo corredor en la historia del fútbol americano profesional en conseguir 1,000 yardas por tierra como novato. Ganó honores como All-Star de la AFL en 1969 y 1969, y después de cinco temporadas con Cincinnati, se mudó a los Houston Oilers en el '73. Se retiró definitivamente tras jugar la campaña del '74 con los Birmingham Americans de la desaparecida WFL. Fue el primer jugador que emocionó a los aficionados del recién creado equipo de Brown en sus primeros años de vida.

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