Mark Kreidler 14y

¿Tiene razón Ozzie Guillén? Sí ... y no

Debemos establecer dos cosas muy importantes sobre Ozzie Guillén antes de que la conversación llegue demasiado lejos:

1. El hecho que él diga cosas en una manera predeciblemente controversial o confrontacional no significa que sus palabras deban descartarse.

2. El hecho que en ocasiones él suena correcto no significa que tenga todos los datos de la misma.

Como ejemplo, consideremos los comentarios de Guillén el domingo sobre la barrera del lenguaje en el béisbol y las experiencias dispares entre los jugadores latinos y los asiáticos. El principal argumento de Ozzie es que los jugadores asiáticos tienen trato preferencial en el asunto de los traductores que los acompañan en su carrera en el béisbol profesional de Estados Unidos, mientras que a los latinos se les deja solos para que hagan sus cosas por su cuenta mientras tienen problemas con un lenguaje y una cultura que no entienden.

Y Guillén tiene razón. Solo que no tiene absolutamente toda la razón.

Donde Guillén percibe alguna inequidad racial, debe revisar el balance completo. La verdad más simple es que muchos de los jugadores asíaticos que llegan a EEUU van directo a Grandes Ligas, siendo la razón para esto el hecho que muchos ya han sido exitosos en otras ligas -- mayormente en Japón, pero algunas veces también en Taiwan o Corea -- y son atraídos a las Grandes Ligas con grandes sumas de dinero.

Sigue el dinero. Cuando un equipo invierte tan fuertemente en el éxito de un solo jugador, sin importar de donde venga, entonces ese equipo va a hacer lo que tenga que hacer para facilitarle el camino. Si eso incluye un traductor, pues se hace. (Para el record: Algunos jugadores japoneses, a través de los años, han pagado con su dinero los traductores, que en ocasiones también funcionan como asistentes generales de los jugadores.)

El sistema de escuchas, reclutamiento y la firma de jugadores latinos en el béisbol es mucho más profundo y diverso en términos de talento que los resultados son sin duda diferentes. Muchos de esos peloteros son firmados muy jóvenes, sin probarse y muy "verdes". Entonces son enviados a diferentes equipos en liga menor a través de EE.UU., donde sus experiencias varían bastante y donde quizás reciban alguna ayuda asimilándose al estilo de vida de EEUU -- o ninguna ayuda.

Así que cuando Guillén dice, "Traemos un jugador japonés y ellos se portan muy bien y le dan todos esos privilegios. Entonces traemos un chico de Dominicana … va a las liga menores, y buena suerte," no está muy alejado de la verdad. Pero tampoco acierta completamente en el blanco.

La propia organización de Guillén, los Medias Blancas de Chicago, de acuerdo con Scott Merkin en MLB.com, ofrece clases de asimilación cultural a jugadores de liga menor de otros países. Esas no son iguales a las clases de inglés intensivo, y ciertamente no es lo mismo que tener a un latino a la mano en cada paso del camino para aquellos que no hablan inglés. Pero es mejor que nada, y se incluye algún tipo de entrenamiento en inglés. Es un paso.

De nuevo, eso varía grandemente de organización en organización. Cualquiera que haya pasado tiempo alrededor de equipos de liga menos sabe esto instintivamente; no se necesita una encuesta para verificarlo. Algunos equipos invierten fuertemente en la educación e incluso en entrenamiento en lenguaje de sus prospectos, y otros no lo hacen ni se molestan en ello. Ellos tienen coaches que hablan español en casi cada parada; y para el resto, ellos dejan que el tiempo y las promociones surjan por si mismas.

El gran cerrador de los Yankees Mariano Rivera ha hablado elocuentemente sobre este tema, y hay palabras que Guillén podría aguantar escucharlas de nuevo. Rivera ha pasado tiempo a través de los años hablando con los reporteros (entre otros) y dándoles como tarea el aprender español rudimentario o conversacional, pero ha encontrado renuencia, a pesar del hecho de que casi el 30 por ciento de los jugadores en las Grandes Ligas hablan el español como su lenguaje primario. Pero al mismo tiempo, Rivera pone la otra mitad de la responsabilidad en los jugadores que hablan español en que deben aprender inglés, el lenguaje que se habla en el país donde ellos vinieron a jugar.

Según el punto de vista de Rivera, no se trata de traductores. Es un poco acerca de hacer el mundo un poco más pequeño al aprender algunas oraciones, frases, palabras. Es una manera de ayudar para ver las posibilidades.

Ozzie siendo Ozzie, sus comentarios del domingo fueron enviados de forma inmediata a la zona de descartes. (La agencia de noticias Associated Press, que generalmente es modelo de periodismo objetivo, comenzó uno de los párrafos en el reporte de sus comentarios de esta manera, "Es su más reciente arranque ...".) Si es Guillén el que habla, entonces se puede esperar que se tomen posiciones tan rápidamente y definitivamente como se pueda.

Pero el asunto del lenguaje no es uno al que se puedan llegar fácilmente a conclusiones en blanco y negro. La comparación asiática, a pesar que es generada a través de titulares, es inepta porque no aplica igualmente para todos. Esto se trata de las inversiones de las franquicias, nada más que eso.

La verdad es que hay grupos completos de peloteros que quizás sí o quizás no no hablan una sola palabra de inglés, y que se les paga para jugar en las ligas menores. Francamente es notable que más equipos de Grandes Ligas no llenen sus sistemas de fincas de ayuda -- no en la forma de traductores, sino en maestros de inglés. Ese sí sería dinero de desarrollo bien gastado.

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