ESPNdeportes.com 14y

El doble de la paz

BUENOS AIRES -- Es un hecho que usted no reconocería al pakistaní Aisam Ul-Haq Qureshi si se lo encontrara comprando frutas en la esquina, como sí lo haría de tratarse de Roger Federer o Rafael Nadal. Sin embargo, la contribución del doblista pakistaní a cuestiones supradeportivas, de índole humanística, no es menor que la de aquellos ilustres colegas suyos.

Sin proponérselo, Qureshi se fue transformando en un Embajador de la Paz. Al principio, como les sucede a muchos jugadores, su bajo nivel lo fue retirando del single hasta convertirlo en un doblista buscando sustento económico. En el camino, la elección de las parejas que lo acompañarían en la aventura causó un impacto mundial que no esperaba.

Primero fue el israelí Amir Hadad, en 2002. Un musulmán y un judío juntos, tirando hacia el mismo lado. Esa era la historia. Hoy, Qureshi, pakistaní y musulmán, forma dupla con el indio Rohan Bopanna (indio e hindú), y aquí están ambos del otro lado de la mesa ahora para explicar cómo pueden cambiar al mundo sin proponérselo y olvidar tantos años de conflicto entre sus países (desde 1947, cuando el Imperio Británico abandonó sus territorios).

"Tuvimos tres guerras con India. Hay una historia de odio muy larga, entonces esta unión es extraña. No la ves en otros deportes. Es imposible que haya gente de ambos bandos apoyando a un mismo equipo como pasa con nosotros. En ese sentido, me pone feliz y orgulloso que nos vaya tan bien. La gente que viene a vernos puede cambiar su forma de pensar, lo mismo puede ocurrir en nuestros países".

Sin embargo, la elección de la dupla (en realidad, fue Bopanna quien le sugirió a Qureshi) fue casual. Mejor dicho, nada tuvo que ver con la procedencia de cada uno. "Somos amigos, hablamos idiomas parecidos. El era sólo otro jugador, así que fue fácil decidirlo. Empezamos y nos fue bien", explica Bopanna. Por caso, recientemente vencieron a los hermanos Bryan en Washington.

Qureshi es, entonces, el veterano en estas cuestiones de utilización del deporte para un mensaje superador. En 2003, con Hadad, fueron premiados con el Arthur Ashe Humanitarian Award, a diez años del fallecimiento del estadounidense.

"Eso me hizo una mejor persona, me hizo salir un poco en la costumbre de pensar en la pelota y ver la foto más grande, pero jamás pensé que sería tanta noticia por jugar con un tenista de la India, porque lo había hecho en toda mi carrera con otros jugadores indios. Como nos empezó a ir bien, aparecimos en los medios, tienen en cuenta lo que hacemos, jugamos Grand Slams y eso trae mayor notoriedad", explica Qureshi.

"Aquella vez, con Hadad, tuve tan mala prensa en casa (la Federación de Tenis de su país lo expulsó del equipo de la Copa Davis) y me sirvió mucho para darme cuenta de lo que quería hacer en mi carrera. Primero que me vaya bien como tenista, después desarrollar el tenis en Pakistán y más tarde contribuir con un mensaje positivo. Ahora, cuando vuelvo a casa me preguntan si voy a jugar con Bopanna, ya lo llaman por ese nombre y se interesan por él", agrega el pakistaní.

En ambos casos, con Hadad y con Bopanna, afirma Aisam, la idea es la misma: "No traer la política o religión al deporte".

"Bueno, de alguna manera ustedes están haciendo política", lo interrumpo. "Política en sentido amplio, en expresar una opinión de un tema público".

Qureshi se frena y duda. "¿Tú dices? No lo había pensado de esa forma".

Y explica, aunque ya quedaba claro: "Quiero decir que sé que la historia entre nuestros países está allí, pero yo no me preocupo por ello. Lo veo a él como un gran compañero de dobles y la trascendencia del caso nos permite mandar un mensaje".

Durante Wimbledon, Qureshi y Bopanna agudizaron su ejercicio de la política, cuando utilizaron camperas con una leyenda en la espalda que decía: "Stop war, start tennis" (Paren la guerra, comiencen con el tenis). La italiana Francesca Schiavone, campeona de Roland Garros, fue una de los que aceptaron lucir indumentaria con el mismo mensaje en Londres.

"Como la música, el deporte tiene esa particularidad de que puede cambiar al mundo, en forma amplia o pequeña. Lo que hacen estos chicos es muy loable", dijo John McEnroe en un comentario para la BBC británica.

La pareja indo-pakistaní ahora planea una instancia superior: jugar una exhibición en Wagah, el único punto de contacto terrestre entre sus países (llamado "El Muro de Berlín de Asia").

"A través de Peace and Sport (organización que busca enviar mensajes pacifistas a través del deporte) les hemos remitido una carta a nuestros presidentes", cuenta Bopanna. "La idea sería que yo juegue del lado pakistaní y Aisam, del lado indio".

"Hay muchos efectivos militares en la zona, así que nosotros también necesitaremos mucha seguridad para poder llevar a cabo esta acción para enviar el mensaje de paz. Una paradoja", agrega Qureshi.

Por ahora, siguen a la espera de la respuesta de sus gobiernos. Qureshi apunta: "Hasta no saber qué piensan, es sólo una idea".

"Nosotros ya hicimos nuestra parte".

^ Al Inicio ^