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Lo mejor de lo mejor

MÉXICO -- Los Tennessee Titans iniciaron operaciones en 1960, conocidos en aquel entonces como los Houston Oilers. Una de las franquicias originales de la AFL, los Oilers fueron los primeros campeones de la liga rival de la NFL, coronándose en '60 bajo el mando de Lou Rymkus y en '61 bajo el mando de Wally Lemm. Volverían a la final de la AFL en el '62 bajo un tercer entrenador en jefe, Pop Ivy, pero caerían ante los Dallas Texans. Un club conocido por entrenadores en jefe llamativos, sólo basta recordar a personajes como Sammy Baugh, Bill Peterson, Bum Phillips, Jerry Glanville y Jack Pardee paseandose por las laterales de este club. En 1997, los Oilers se mudaron a la ciudad de Nashville, adoptando el nombre de Tennessee Oilers, pero jugando en la ciudad de Memphis mientras se completaba la construcción de su estadio. En 1999, se cambio el nombre de la franquicia a Tennessee Titans --se modificaron los logotipos y el esquema de colores del uniforme-- y en esa misma temporada llegarían hasta el Super Bowl XXIV, donde caerían a una yarda del título frente a los St. Louis Rams en un clásico. ¿Sus peores épocas? Entre 1968 y 1987 consiguieron apenas seis temporadas ganadoras. El mejor jugador en su historia nunca probó las mieles de un título a nivel colectivo con la franquicia:

1. Earl Campbell, corredor (1978-1984): Difícilmente se olvida aquella imagen de Campbell atravesando materialmente al apoyador de Los Angeles Rams, Isaiah Robertson, quien intentaba copar el hueco por donde pasaría de cualquier manera el corredor de los Oilers; o aquella secuencia en que seis o siete defensivos de los San Diego Chargers trataron derribarlo, sin éxito, despojándole poco a poco del jersey que se fue despedazando hasta dejar a Campbell con las hombreras a plena vista. Elegido como el primer recluta global del draft de 1978, Campbell inició su carrera profesional como pocos. Lideró a la NFL por tierra en '78 (1,450 yardas), '79 (1,697 yardas), y '80 (1,934 yardas); y a la AFC en el '81 (1,376 yardas). Aparte de unos muslos que parecían troncos de árbol, lo que distinguía a Campbell era la fuerza con la que corría el ovoide, y la energía que parecía tener hacia el final de los encuentros. Bum Phillips, ex entrenador en jefe de Houston, dijo alguna vez, "Era un gran, gran corredor, pero era aún más grande en el cuarto periodo, cuando los demás estaban cansados". Lo irónico es que Campbell no acostumbraba levantar pesas, y en las pruebas de acondicionamiento de pretemporada, difícilmente completaba la milla con el resto del equipo. Una lesión de rodilla sufrida en un entrenamiento de 1984, mientras danzaba para celebrar una anotación, podría haber sido el fin de su carrera. Fue canjeado a New Orleans en ese mismo '84, pero sólo acumularía 833 yardas en 208 acarreos para los Saints antes de retirarse al final del '85. Ganador del Trofeo Heisman con la Universidad de Texas en 1977, ingresó al Salón de la Fama en 1991. Además de recolectar honores como Novato Ofensivo del Año en 1978, y ser nombrado JMV de la liga en 1979, fue considerado tres veces jugador All-Pro y en cinco ocasiones fue invitado al Pro Bowl. Su N° 34 ha sido retirado de la circulación por el club.

2. Warren Moon, mariscal de campo (1984-1993): Gracias en buena medida a la calidad de Moon, los mariscales de campo de color de la NFL --con esa nefasta connotación-- dejaron de serlo simplmente para ser considerados mariscales de campo. Después de una carrera estelar en la Universidad de Washington, culminada con una actuación como JMV en el Rose Bowl de 1978, Moon no fue reclutado por la NFL después de que se negara a hacer la transición a ala cerrada, como acostumbraban en su época los pasadores afroamericanos. En su lugar, Moon emigró al norte, donde guiaría a los Edmonton Eskimos a cinco Grey Cups consecutivas (1978-1982). Después de su sexta y última campaña en la CFL, Moon llegó a los Oilers a dirigir el ataque "Run N' Shoot" que contaba con armas como Mike Rozier, Lorenzo White y Alonzo Highsmith en el backfield; y Drew Hill, Ernest Givens, Haywood Jeffries y Curtis Duncan como receptores abiertos. En 17 temporadas de la NFL, superó las 4,000 yardas por aire en cuatro ocasiones (dos con Houston y dos con los Minnesota Vikings) y siete veces lanzó para 20 o más anotaciones (incluyendo 33 en '90 y '95). Nueve veces invitado al Pro Bowl, y seleccionado All-Pro en tres ocasiones, Moon es una de dos personas enaltecidas al Salón de la Fama de la NFL y al Salón de la Fama de la CFL. Su N° 1 ha sido retirado por la franquicia. Moon se retiró en el 2000 después de pasar por los Vikings, Seattle Seahawks y Kansas City Chiefs.

3. Elvin Bethea, ala defensiva (1968-1983): Extraoficialmente, registró 105 capturas de por vida, pero en los tiempos en que Bethea cazaba mariscales de campo, las capturas no eran estadística oficial. Desafortunadamente para él, Bethea sólo pudo disfrutar de cinco campañas ganadoras en 16 temporadas profesionales, incluyendo el desangelado paso de Bill Peterson ('72-'73), de quien Bethea recuerda que nunca pudo aprenderse su nombre correctamente. Durante algunas de las épocas más miserables de los Oilers, Bethea fue el único punto brillante. El ex estelar de North Carolina A&T coleccionó ocho invitaciones al Pro Bowl, y en cuatro ocasiones fue considrado All-Pro. Fue enaltecido al Salón de la Fama en el 2003, y su jersey N° 65 ha sido sacado de circulación por la franquicia.

4. Eddie George, corredor (1996-2003): Uno más de los corredores ganadores del Heisman ('95) que jugaron para esta franquicia --junto con Campbell y Rozier-- George arribó a los Oilers como recluta de primera vuelta para su última temporada en Houston. George fue nombrado Novato Ofensivo del Año en 1996, y rápidamente ayudó es establecer una identidad para el club dentro del campo --llevando sobre los hombros el ataque terrestre del club-- así como fuera de él, siendo junto con Steve McNair los rostros más visibles de la franquicia durante la transición de Houston a Memphis a Nashville, y durante la transformación de Oilers a Titans. Fácilmente reconocible por su estilo de correr erguido pero poderoso, fue nombrado en cuatro ocasiones al Pro Bowl, y una vez All-Pro de primer equipo. Fue la figura clave para los Titans durante el Super Bowl XXXIV, anotando dos touchdowns para el equipo de Tennessee que se quedaría a una yarda de derrotar a los St. Louis Rams en el partido grande. Se retiró después de pasar la campaña del 2003 con los Dallas Cowboys.

5. Steve McNair, mariscal de campo (1995-2005): Una leyenda local del estado de Mississippi desde sus épocas de preparatoria en Mt. Olive High School, y más tarde con los Alcorn State Braves, prácticamente cualquier aficionado al fútbol americano habría escuchado hablar maravillas de "Air McNair" antes de que terminara 3° en las votación por el Trofeo Heisman en el '94, y que fuera reclutado 3° global por los Oilers en el '95. Conocido por sus increíbles proezas lanzando el ovoide, McNair supo ajustar adecuadamente su juego en las filas profesionales para Jeff Fisher, un entrenador en jefe que siempre ha preferido el ataque terrestre de poder. Jamás superó las 3,400 yardas por aire como profesional, pero nunca lo necesitó, siendo un pasador que no lanzaba demasiadas intercepciones y que además aportaba a la ofensiva corriendo el ovoide. Duro como pocos, McNair fue elegido JMV de la NFL en el 2003 (junto con Peyton Manning de los Indianapolis Colts) y en tres ocasiones fue invitado al Pro Bowl. Poseedor de un rifle en el brazo, el All-Pro del 2003 pasó dos campañas con los Baltimore Ravens antes de retirarse definitivamente después de la campaña del 2007.

6. Bruce Matthews, tackle ofensivo/guardia/centro (1983-2001): Parte de una de las dinastías más talentosas que haya llegado a la NFL, el padre de Matthews, Clay Sr., jugó en la NFL durante los años 50's, mientras que su hermano Clay Jr. alineó por 19 campañas para los Cleveland Browns. Su sobrino, Clay Matthews III es apoyador actualmente para los Green Bay packers. Bruce no se quedó atrás, jugando 19 temporadas con esta franquicia, y ganando, en el proceso, reconocimiento como uno de los mejores linieros ofensivos que jamás hayan estado en la NFL. Acumuló 14 invitaciones al Pro Bowl, y nueve veces fue nombrado All-Pro de primer equipo. Fue elegido al equipo ideal de la década de los '90s como guardia, ingresó al Salón de la Fama en el 2007, y su N° 74 fue retirado por la franquicia. Fue uno más en la rica tradición de linieros ofensivos que han pasado por USC, junto con gente de la talla de Ron Yary, Pat Howell, Keith Van Horne, Roy Foster, Don Mosebar, Anthony Muñoz, Tony Slaton, y más recientemente Tony Boselli. Recientemente se integró a los Houston Texans como asistente de línea ofensiva.

7. Mike Munchak, guardia (1982-1993): El socio de Matthews en la línea ofensiva de los Oilers de los '80s, Munchak sigue siendo uno de sus amigos más cercanos. Nueve veces seleccionado al Pro Bowl, fue considerado cuatro veces como All-Pro de primer equipo, y All-Pro de segundo equipo en seis ocasiones más. Ingresó al Salón de la Fama en el 2001, y su N° 63 ha sido retirado por el equipo. Integrante del equipo ideal de la década de los '80s, Munchak actualmente funge como entrenador de línea ofensiva de los Titans.

8. Robert Brazile, apoyador (1975-1984): El "Dr. Doom" arribó a los Oilers en la misma primera vuelta del draft en que su ex compañero de Jackson State, Walter Payton, se fue para los Chicago Bears. Con el tamaño de un ala defensiva, y dotado de una naturaleza agresiva, Brazile brilló inmediatamente como uno de los apoyadores externos del esquema 3-4 que implementó Bum Phillips en Houston tras ser nombrado entrenador en jefe. Brazile fue al Pro Bowl en sus primeras siete campañas profesionales, y en cinco ocasiones fue considerado All-Pro. Nombrado Novato Defensivo del Año en 1975, es parte del equipo ideal de la década de los '70s. Tarde o temprano, el recinto de Canton le deberá hacer justicia otorgándole su busto de bronce.

9. Jim Norton, profundo/pateador de despeje (1960-1968): Generalmente considerado como el primer jugador estelar en la historia de la franquicia, Norton brilló para el equipo de los Oilers que conquistó el bicampeonato '60-'61 de la AFL para Houston. Fungió como profundo y pateador de despeje, siendo nombrado en cuatro ocasiones al equipo ideal de la desaparecida liga. Se retiró con 45 intercepciones de por vida, que no únicamente constituyen marca de la franquicia, sino fueron el mayor total en la historia de la AFL. Su N° 43 fue retirado de circulación por el club. Posiblemente algún día se le reconozca con su ingreso al Salón de la Fama.

10. Frank Wycheck, ala cerrada (1995-2003): Tras ser reclutado --en la sexta ronda del draft de 1993-- y cortado por los Washington redskins, Wycheck se armó una trayectoria profesional que podría valerle consideración al Salón de la Fama, en primera instancia con los Oilers y después con los Titans. El ex estelar de los Maryland Terrapins es uno de cinco alas cerradas en la historia del juego en registrar 500 recepciones, y además, es autor del pase más famoso en la historia del club. Durante un partido de playoffs de la ronda de comodines del 2000, con los Titans cayendo ante los Bills, 16-15, con 16 segundos por jugar, el fullback Lorenzo neal recibió una patada de salida tendida de Buffalo que tenía por objeto agotar los últimos tics del reloj de juego. Neal entregó el ovoide a Wycheck, quien a su vez dio un pase lateral a Kevin Dyson a todo lo ancho del campo, para internarse en las diagonales después de una carrera de 75 yardas. Aún hasta el día de hoy hay quienes cuestionan --sin mucho mérito, en mi opinión personal-- la validez del pase lateral de Wycheck en la jugada que sería conocida como el "Music City Miracle". Los Titans alcanzarían el Super Bowl XXXIV ese año. Wycheck fue votado para tres Pro Bowls, y en el 2000 fue elegido All-Pro.

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