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Lo mejor de lo mejor

El impenetrable Willie Roaf se convirtió en uno de los mejores bloqueadores de su generación. Getty Images

MÉXICO -- Como el resto de los equipos que integran a la NFC Sur, los New Orleans Saints son un equipo relativamente nuevo en la NFL que nunca conoció a la liga antes del advenimiento de los Super Bowls. Iniciaron operaciones como franquicia de expansión en 1967, y rápidamente se convirtieron en el hazmerreír de la liga gracias a sus largas épocas de pobres resultados, generándoles el apodo de "Aints". Incluso, se volvió costumbre para los aficionados del Superdome portar bolsas de papel sobre sus cabezas en señal de vergüenza por las actuaciones de los Saints. Tuvieron que pasar 21 temporadas para que New Orleans le regalara a su afición una campaña ganadora (12-3 en 1987), la primera de siete campañas consecutivas en que evitaron marca perdedora. Sin embargo, su época dorada es la actual, ya que aparte de ser los campeones reinantes del Super Bowl --tras vencer por 31-17 a los Indianapolis Colts en la edición XLIV-- alcanzaron el Juego de Campeonato de la NFC en el 2006. Su mejor jugador, sin embargo, sólo pudo disfrutar de una temporada ganadora en nueve años con el club:

1. Willie Roaf, tackle ofensivo (1993-2001): Reclutado en la primera ronda del draft (8º global) procedente de Louisiana Tech, Roaf se erigió inmediatamente como un muro impasable en la línea ofensiva de los Saints. El gigante Roaf mostró la capacidad de ser igualmente adepto para situaciones de pase como de carrera, y jugaba con una disposición de agresión hacia los linieros defensivos, ganándose el apodo de "Nasty". En nueve años con la franquicia, fue nombrado a siete Pro Bowls. Es parte del equipo ideal de la liga para la década de los '90s, y también del equipo ideal de la década del 2000. Emigró a los Chiefs en el 2002, y en cuatro temporadas con Kansas City, se ganó otras cuatro invitaciones al Pro Bowl. En total, fue considerado All-Pro en nueve ocasiones, seis de ellas con el primer equipo. Miembro del Salón de la Fama de los Saints desde el 2008, es sólo cuestión de tiempo para que ingrese al recinto de canton, Ohio.

2. Sam Mills, apoyador (1986-1994): El corazón de una de las mejores defensivas de la NFL a finales de los '80s, Mills era el mejor jugador de una unidad de apoyadores que ha sido considerada por algunos como la mejor en la historia de la liga. Considerado siempre como "demasiado pequeño" para el fútbol americano profesional, el ex estelar de la minúscula Montclair State University debió hacerse de una reputación jugando tres temporadas en la USFL. Su entrenador en jefe con los Philadelphia/Baltimore Stars, Jim Mora, lo llevó a New Orleans cuando tomó el cargo como mandamás de los Saints, y Mills siempre respondió como su general del lado defensivo del campo. Con los Saints fue elegido para cuatro Pro Bowls, y dos veces fue considerado All-Pro. Jugó del '95 al '97 con los entonces recién creados Carolina Panthers, y volvió a ser nombrado All-Pro e invitado al Pro Bowl en 1996. Es segundo en la lista de todos los tiempos de los Saints con 894 derribos, y forma parte del Salón de la Fama del club desde 1998.

3. Rickey Jackson, apoyador (1981-1993): Miembro de la clase más reciente en obtener su ingreso al Salón de la Fama en Canton, Jackson fue un temible cazamariscales que se dedicó a crear caos en los backfields de los oponentes. El ex estelar de la Universidad de Pittsburgh es el primer miembro del Recinto de Canton en acceder habiendo jugado la mayor parte de su carrera --y obtenido sus mejores logros-- como Saint. Sus 115 capturas son el mayor total para un jugador en la historia de la franquicia, y se retiró con 128 de por vida. También es el líder absoluto en la historia de New Orleans con 1,104 tacleadas, y de por vida consiguió siete intercepciones. Fue elegido seis veces al Pro Bowl, y en seis veces fue considerado All-Pro, incluyendo cuatro ocasiones como parte del primer equipo. Desde el '97 fue enaltecido al Salón de la Fama de los Saints, y su Nº 57 ha sido sacado de circulación por el equipo.

4. Archie Manning, mariscal de campo (1971-1982): El primer estelar genuino en la historia de la franquicia, Manning debió pasar casi toda su trayectoria profesional en equipos miserables. Una leyenda a nivel universitario, el límite de velocidad en el campus de Ole Miss es de 18 millas por hora, en honor a su Nº de jersey que es el único retirado en la historia de los Rebels. Elegido por los Saints con la segunda selección global del draft, Manning siempre mostró gran clase sobre el campo y fuera de él. Pese a que perdía muchos juegos nunca parecía derrotado, y sus 21,734 yardas por aire lo mantienen aún --por mucho-- como el líder pasador en la historia de la franquicia. Fue nombrado a dos Pro Bowls ('78 y '79), y es uno de dos miembros originales del Salón de la Fama de los Saints junto con quien fuera su blanco preferido, el receptor abierto Danny Abramowicz. Pasó del '82-'83 con los Houston Oilers, y del '83-'84 con los Minnesota Vikings.

5. Deuce McAllister, corredor (2001-2009): Reclutado en la primera ronda del draft con la consigna de hacer olvidar a la afición el fiasco de haber entregado todas sus selecciones del 1999, más dos del 2000, por el corredor Ricky Williams, McAllister se convirtió rápidamente en uno de los favoritos en New Orleans gracias a su producción. Otro ex estelar de Ole Miss, McAllister tomó la titularidad en el backfield de tiempo completo en el 2002, y brilló intensamente hasta que lesiones en las rodillas le obligaron a retirarse en el 2009. Elegido para dos Pro Bowls --2002 y 2003--, es el líder de todos los tiempos en la historia de la franquicia en yardas terrestres (6,096) anotaciones terrestres (49) y anotaciones totales (55). Le espera con toda certeza un lugar en el recinto de los históricos de New Orleans.

6. Pat Swilling, apoyador (1986-1992): El otro apoyador externo del afamado "Dome Patrol", Swilling jugaba contra el lado fuerte de la ofensiva, enfrentando constantemente asignaciones de cobertura de pase a alas cerradas y fullbacks. Aún así, es tercero en la lista de todos los tiempos en capturas para los Saints, con 76.5. Nominado en cinco ocasiones al Pro Bowl --cuatro de ellas como jugador de New Orleans--, existen expertos que sostienen que nunca nadie ha jugado esta posición dentro del esquema 3-4 como Swilling. En cuatro oportunidades fue distinguido como All-Pro --dos veces con el primer equipo--, y se retiró con 107.5 capturas de por vida. Fue enaltecido en el 2000 al Salón de la Fama de los Saints. Jugó el '93 y '94 con los Detroit Lions, y del '95 al '98 con los Oakland Raiders.

7. Joe Horn, receptor abierto (2000-2006): Arribó a la NFL por el camino largo, iniciando con dos temporadas de fútbol americano colegial en la pequeña Itawamba Community College de Mississippi. De ahí, pasaría por la CFL en 1995, primero con los Shreveport Pirates y después con los Memphis Mad Dogs, ambas franquicias ya desaparecidas. Finalmente, obtuvo su oportunidad de NFL cuando fue reclutado en la quinta ronda del draft del '96 por los Kansas City Chiefs, con quienes pasaría tres campañas. Pero realmente empezaría a brillar a su llegada a New Orleans, para quienes jugó seis campañas, cuatro de las cuales le fueron reconocidas con invitaciones al Pro Bowl. Es segundo en la lista de todos los tiempos del club en recepciones (523) y yardas por recepción (7,622) --en ambos rubros apenas por detrás de Eric Martin-- pero nadie tiene más que sus 50 touchdowns por atrapadas. En el 2010, obtuvo su lugar en el Salón de la Fama del club, como el miembro más nuevo del recinto.

8. Vaughan Johnson, apoyador (1986-1993): La contraparte perfecta al pequeño Mills en el interior de la defensiva 3-4 de Mora, Johnson era un macizo apoyador interno que se especializaba en contra del ataque terrestre como el miembro más pesado del "Dome Patrol", cuya mayor hazaña como unidad fue llegar con sus cuatro miembros al Pro Bowl del '92. Llegó a New Orleans, como Mills, procedente de la USFL, donde jugó durante el '84 y '85 para los Jacksonville Bulls. Con los Saints, fue elegido al Pro Bowl en cuatro oportunidades, y en el 2000 fue enaltecido al Salón de la Fama del equipo. Se retiró después de jugar la campaña de 1994 con los Philadelphia Eagles.

9. George Rogers, corredor (1981-1984): Cuando el ganador del Trofeo Heisman del '80 con South Carolina llegó a su campamento de entrenamiento de New Orleans, no pudo completar la carrera de milla y media que era parte de la prueba de acondicionamiento. El entonces entrenador en jefe de los Saints, Bum Phillips, dijo: "Bueno, si nos encontramos en tercera oportunidad y milla y media por avanzar, entonces no le daremos el balón". Rogers respondió a la confianza de su entrenador corriendo para 1,674 yardas, liderando a la NFL como novato. Ese total sigue siendo la segunda mayor cantidad de yardas terrestres para un novato en la historia de la liga. Por cuatro temporadas, fue prácticamente la única arma ofensiva de la que disponían los Saints, además de ser nombrado Novato Ofensivo del Año en 1981, fue elegido a los Pro Bowls del '81 y '82. En 1985 pasó a los Redskins, donde gozaría de otras dos campañas de 1,000 yardas terrestres, y un anillo de Super Bowl XXII, retirándose después de haber conseguido ese título. Miembro del Salón de la Fama de los Saints desde 1992, Rogers aún es segundo en la lista de todos los tiempos de la franquicia con 4,267 yardas terrestres.

10. Morten Andersen, pateador de lugar (1982-1994): Conocido como "The Great Dane", Andersen debe estar en la conversación por el mejor pateador de luagr de todos los tiempos. Líder anotador de todos los tiempos en la historia de la NFL (2,544), Andersen también es el líder anotador de todos los tiempos de dos franquicias: los Saints y los Atlanta Falcons. Miembro del equipo ideal de la década de los '80s y '90s, Anderson disfrutó una carrera longeva que lo vio jugar también para los Minnesota Vikings, Kansas City Chiefs y New York Giants. Elegido para siete Pro Bowls, también fue considerado en tres ocasiones All-Pro. Desde el 2009, forma parte del Salón de la Fama de los Saints, y si el recinto de Canton ha de volver a admitir a un pateador de lugar --después de Jan Stenerud-- tendría que ser Andersen el primer en la fila.