MÉXICO -- Como la AFC Este, la AFC Oeste está conformada en su totalidad por equipos que iniciaron operaciones en la extinta AFL. Los Denver Broncos, que iniciaron operaciones en 1960 como uno de los ocho clubes originales de la AFL, fueron la única franquicia de la desaparecida liga rival de la NFL que nunca logró temporada ganadora en los 10 años de existencia de aquella organización. Pero la fusión le vino bien a los Broncos, y en la era moderna del juego, Denver ha aparecido en seis Super Bowls, ganando dos ediciones (XXXII y XXXIII). Aparte de los títulos consecutivos bajo el mandato de Mike Shanahan a finales de los '90s, los Broncos vivieron una época exitosa en la segunda mitad de los '80s, cuando ganaron tres veces el Juego de Campeonato de la AFC bajo las órdenes de Dan Reeves. El mejor jugador en su historia fue el mariscal de campo que guió al club durante ambas eras:
1. John Elway, mariscal de campo (1983-1998): Si a un cazatalentos profesional se le pidiera describir a su ideal para la posición de mariscal de campo, respondería más o menos esto: "gran estatura y constitución física; cañón en el brazo; mecánica limpia para lanzar y rápido desprendimiento del ovoide; capacidad para conseguir primeras oportunidades con los pies; elusividad dentro del boslillo; liderazgo, don de mando, y carisma; inteligencia superior; hijo de un entrenador preferible". En esencia, estaría describiendo a Elway. El ex estelar de la Universidad de Stanford llegó a Denver después de ser reclutado 1º global en el famoso "Año del Quarterback", 1983, por Baltimore. Tras rehusarse a firmar con los Colts, y amenazar con dedicarse al béisbol, forzó su canje a Denver. Con los Broncos, se convirtió en uno de los pasadores legendarios del deporte, y se ganó una reputación por remontar partidos para conseguir victorias heróicas. Quizás su momento más brillante es conocido simplemente como "The drive", ocurrida en el Juego de Campeonato de la AFC del 11 de enero de 1987, frente a los Cleveland Browns. Abajo por 20-13 y con poco más de cinco minutos por jugar, Denver tomó posesión del ovoide en su propia yarda 2. Metódicamente avanzando el balón campo abajo, Elway culminó la serie con un pase de touchdown de cinco yardas, en tercera oportunidad y una yarda por avanzar, desde la 5 de los Browns, para enviar el partido al alargue (con el punto extra de Rich Karlis). En total fueron 15 jugadas, incluyendo dos escapadas por tierra del mismo Elway, que dieron la oportunidad para que los Broncos se metieran al Super Bowl. Ya en tiempo extra, Elway conectaría dos pases para recorrer 50 yardas, y Karlis amarraría el título de la AFC con gol de campo de 33 yardas. Pero a ese partido le seguiría la primera de tres derrotas en cuatro años para Denver en el partido grande, y muchos se preguntaban si Elway era incapaz de ganarlo todo. Las dudas quedaron despejadas una década después, con triunfos en Super Bowls consecutivos, y el reconocimiento al mariscal de campo como JMV de la edición XXXIII. En total, Elway fue invitado a nueve Pro Bowls, y cinco veces fue considerado All-Pro. Fue nombrado JMV de la liga en 1987, y forma parte del equipo ideal de la década de los '90s. Su Nº 7 ha sido retirado por los Broncos, forma parte del Anillo del Honor del equipo, y desde el 2004 ocupa un lugar en el Salón de la Fama. Además de poseer virtualmente todas las marcas de la franquicia en la posición, ranquea tercero en la historia de la NFL con 51,475 yardas por aire y quinto con 300 touchdowns lanzados, números a los que habría que sumar sus 3,407 yardas y 33 anotaciones por la vía terrestre.
2. Shannon Sharpe, ala cerrada (1990-1999, 2002-2003): Uno de los alas cerradas más prolíficos en la historia del juego, fue el primer jugador en la posición en superar las 10,000 yardas por recepción de por vida. Como su hermano Sterling, quien jugara para los Green Bay Packers, Sharpe era un pulcro corredor de rutas con manos seguras. Tenía la capacidad de estirar a las defensivas verticalmente, y no temía atrapar pases por el medio del campo. Sus 675 recepciones para 8,439 yardas y 55 touchdowns para Denver lo colocan segundo en la historia del club en los tres rubros. Además de formar parte de los dos equipos campeones de Super Bowl de los Broncos, Sharpe ganó un tercer anillo en el Super Bowl XXXV como miembro de los Baltimore Ravens. Ocho veces fue invitado al Pro Bowl, y en cinco ocasiones fue considerado jugador All-Pro, incluyendo cuatro veces con el primer equipo. Parte del equipo ideal de la década de los '90s, resulta increíble que el recinto de Canton no le haya abierto las puertas aún a Sharpe. Es integrante del Anillo del Honor en INVESCO Field at Mile High.
3. Floyd Little, corredor (1967-1975): Junto con Elway, es uno de dos miembros del Salón de la Fama que jugó la totalidad de su carrera para los Broncos. Little fue reclutado en la primera ronda del draft, cuando Denver jugaba aún en la AFL, procedente de Syracuse, escuela de grandes corredores como Jim Brown, Ernie Davis y Larry Csonka. Es considerado por muchos como el primer jugador de élite en la historia del club, y en su tiempo fue conocido como "The Franchise". Al momento de su retiro, era el líder corredor de todos los tiempos de los Broncos, y ranqueaba séptimo en la lista de todos los tiempos de la NFL con 6,323 yardas. Dos veces fue nombrado All-Star de la AFL, una vez All-Pro de primer equipo, y fue invitado para jugar en el Pro Bowl en cinco ocasiones. Fue uno de los miembros originales del Anillo del Honor del club, y su Nº 44 ha sido retirado de la circulación.
4. Steve Atwater, profundo (1989-1998): Arribó a Denver en la primera ronda del draft, procedente de la Universidad de Arkansas. Rápidamente se convirtió en uno de los profundos más temidos de la liga, impartiendo justicia con violentos golpes a los receptores que osaban correr rutas en su zona. Además, es probablemente el mejor profundo en contra de la carrera que haya jugado en la NFL. Uno de sus golpes más recordados fue una colisión donde el enorme corredor Christian Okoye, de los Kansas City Chiefs, salió rebotado tras encontrarse de frente con él. Con 1,038 derribos de por vida, es tercero en la lista de todos los tiempos del equipo, únicamente por detrás de su compañero en el backfield defensivo Dennis Smith (1,152) y del apoyador Karl Mecklenburg (1,104). Atwater fue elegido para jugar en ocho Pro Bowls, y en tres ocasiones recibió la designación All-Pro. Parte del equipo ideal de la década de los '90s, y del Anillo del Honor del club, Atwater merece eventualmente un busto en el recinto de Canton. Se retiró después de una campaña con los New York Jets (1999).
5. Champ Bailey, esquinero (2004- ): Los Broncos cometieron en el '04 uno de los grandes robos en la historia de los canjes recientes de la NFL, convenciendo a los Washington Redskins de intercambiar al corredor Clinton Portis por Bailey más una selección de segunda ronda del draft. Bailey ya era uno de los mejores esquineros de la liga, y durante su tiempo en Washington, tuvo la oportunidad de aprender de leyendas como Darrell Green y Deion Sanders. Portis era un corredor muy prometedor, pero una de las reglas no escritas de la NFL es que los esquineros cerrojo son mucho más difíciles de encontrar que los corredores de 1,000 yardas. Desde su arribo a Denver, Bailey se ha cimentado como el mejor esquinero de su generación, sumando nueve invitaciones al Pro Bowl a las cuatro que había conseguido con los Redskins. Seis veces elegido All-Pro --incluyendo tres con el primer equipo-- Bailey integra el equipo ideal de la década del 2000 de la liga. Un seguro miembro futuro al Salón de la Fama, Bailey ya está colocado séptimo en la historia del club con 28 intercpeciones, pese a que las ofensivas rivales hacen todo lo posible por no lanzar en su dirección.
6. Terrell Davis, corredor (1995-2002): Una buena cantidad de analistas asegura que Davis fue la pieza que le faltaba a Denver para ganarlo todo, y es difícil rebatir ese argumento. Davis, una gema de sexta ronda de draft procedente de la Universidad de Georgia, fue quien llevó el sistema de bloqueos por zona de Alex Gibbs a otro nivel, hasta el punto de ser copiado por un buen porcentaje de franquicias de la NFL. Dentro del esquema de "un sólo corte", Davis acumuló 7,607 yardas terrestres para colocarse como el mejor en la historia de Denver. Sus 60 touchdowns por tierra también son el mejor total para la franquicia. Tres veces seleccionado al Pro Bowl, y tres veces considerado All-Pro de primer equipo, debió retirarse prematuramente debido a lesiones de rodilla, después de verse limitado a apenas 17 encuentros en sus últimos tres años en la liga. ¿Su mejor momento? La campaña del '98 cuando se convirtió en el tercer corredor en la historia de la liga en superar las 2,000 yardas por tierra (2,008) en una temporada, la cual culminaría con el segundo título de la NFL de Denver, y Davis siendo elegido el JMV de la liga. Parte del equipo ideal de la década de los '90s y JMV del Super Bowl XXXII, existe un contingente numeroso de personas que opinan que "T.D." tiene méritos suficientes para ingresar al Salón de la Fama.
7. Randy Gradishar, apoyador (1974-1983): Junto con el apoyador Tom Jackson, y defensivos de la talla del profundo Louis Wright y el liniero defensivo Lyle Alzado, Gradishar comandó una de las mejores defensivas en la década de los '70s, ganándose el apodo colectivo de "Orange Crush" para la unidad. Como uno de los apoyadores medios en ese esquema 3-4, Gradishar se ganó siete invitaciones al Pro Bowl, y en seis ocasiones fue nombrado All-Pro, con seis de ellas como parte del primer equipo. Elegido Jugador Defensivo de la NFL en 1978, Gradishar --un ex estelar de Ohio State-- registró de por vida la estratosférica cantidad de 2,049 tacleadas (extraoficialmente). Miembro del Anillo del Honor de los Broncos, su exclusión del Salón de la Fama es una cuestión que genera polémica.
8. Rod Smith, receptor abierto (1994-2007): El líder receptor de todos los tiempos de los Broncos, Smith llegó a la organización en el '94 como novato no reclutado de Missouri Southern State university, de la División-II, tras haber sido firmado y cortado de inmediato por los New England Patriots. En Denver, se convirtió en el objetivo preferido de Elway, y más tarde brilló atrapando pases de Brian Griese y Jake Plummer. Del '97 al '05, acumuló ocho campañas de más de 1,000 yardas por recepción, y es el único jugador en la historia de la NFL en superar las 10,000 yardas por esta vía (11,389 de por vida), que no entró a la liga como recluta de draft. En tres oportunidades fue seleccionado para el Pro Bowl, y dos veces recibió nombramiento como All-Pro. Con toda certeza, tendría que ser el siguiente en ser enaltecido al Anillo del Honor de Denver, y sus números podrían meterlo eventualmente al Salón de la Fama.
9. Karl Mecklenburg, apoyador (1983-1994): El corazón de la defensiva de los Broncos que fue apodada como "The New Orange Crush" en los '80s, Mecklenburg --apodado "The Albino Rhino"-- llegó a Denver en la ronda 12 del draft. Como apoyador interno, Mecklenburg compensaba su carencia de atletismo ideal con gran olfato, anticipación y pasión por el juego. Oficialmente, es segundo en la historia del club con 1,104 derribos, a los que debemos sumar 79 capturas y cinco intercepciones. Fue invitado a seis Pro Bowls, y en tres ocasiones fue honrado como All-Pro de primer equipo. Es parte del Anillo del Honor de los Broncos desde el 2001.
10. Tom Jackson, apoyador (1973-1986): Lee Corso, analista de fútbol americano colegial para ESPN, considera a este ex estelar de Louisville como el mejor apoyador que jamás jugó a nivel universitario. Jackson, también un analista para ESPN --pero de NFL-- arribó a Denver como recluta de cuarta ronda del draft, para convertirse en uno de los apoyadores externos más versátiles de la liga. Extraoficialmente, acumuló 40 capturas junto con sus 20 intercepciones, y fue parte de dos equipos de Super Bowl de los Broncos (XII y XXI). "T.J." fue invitado tres veces al Pro Bowl, y en una ocasión fue designado como All-Pro de primer equipo. Jackson es parte del Anillo del Honor de la franquicia.