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El Heat: Qué esperar de Miami

Dwyane Wade, Chris Bosh y LeBron James aún necesitan tiempo para acoplarse Getty

Según parece, Dan Gilbert es un profeta.

Los Cleveland Cavaliers derrotaron a los Boston Celtics, justo un día después que los Celtics vencieran a LeBron James y sus Miami Heat, por eso la conclusión lógica es que los Cavs de Gilbert tienen más chances de ganar el título antes que James.

No, en realidad no estamos hablando en serio.

Pero ese pseudo-análisis nos da a entender que hay que tener precaución a la hora de ofrecer conclusiones basadas en la poca cantidad de datos que obtuvimos en estas jornadas inaugurales.

Del mismo modo, tengo mis dudas respecto de dar una conclusión terminante para alguno de los dos lados sobre el Miami Heat. Podemos asegurar que el equipo no conseguirá la marca de 82-0, pero tampoco colapsarán bajo el peso de sus propios egos. Básicamente, cualquier conclusión intermedia todavía sigue vigente en la mesa de discusiones.

Más allá de todo, ver a Miami repartir sus primeros dos juegos como visitantes nos ofrece algunas tendencias sobre qué tipo de equipo veremos, y dónde podrían residir sus fortalezas y debilidades. Después de dos partidos, hay tres conclusiones que sobresalen:

1. Estos muchachos van a marcar

Si han estado viendo como el trío LeBron-Wade-Bosh interactúa en ofensiva en los últimos dos días, habrán estado viendo el costado equivocado. Eventualmente van a encontrar la manera de anotar; no hace falta decirlo.
Pero mucho más interesante para mí fue la manera en que el equipo se ha comprometido en convertirse en un equipo dominante en defensa. Ese es uno de los grandes obstáculos para cualquiera equipo que quiere ser campeón, y en ese aspecto, pasaron las primeras dos pruebas con notas bien altas.

La derrota con Boston se debió básicamente al hecho de que el Heat no pudo anotar; defensivamente, entregaron sólo 88 puntos en las 90 posesiones de Boston, en un partido de visitante contra un equipo de elite.
Ante Philadelphia el miércoles, en su segundo partido al hilo como visitantes, defendieron aun mejor: 87 puntos en 94 posesiones.

Aunque es habitual que la defense sobresalga en el comienzo de una temporada, los números de eficiencia defensiva de Miami (92.7) son espectaculares y casi seguramente liderarían la liga si pueden mantenerlo durante toda la temporada.

Es notable incluso que la falta de tamaño en la pintura no les haya evitado controlar los tableros defensivos. Miami tomó 60 rebotes defensivos contra 18 rebotes ofensivos de sus rivales, con un promedio de rebotes defensivo muy sólido de 76.9.

2. Necesitan más espacio

OK, hablemos de la ofensiva. No, no han lucido bien, especialmente en el comienzo de los partidos. El Heat anotó sólo 27 puntos en sus dos primeros cuartos combinados, algo que resulta raro porque es el momento en el que alinean a la mejor formación posible.

Las pérdidas de balón, en particular, han sido un problema serio. El Heat acumuló 33 en sus primeros dos juegos, incluidas notables 17 de parte de LeBron James. Aunque sus rivales fueron dos de los mejores forzadores de pérdidas en la temporada pasada, varios de los errores de Miami han sido absolutamente desconcertantes. Mi favorita fue la jugada ante Philadelphia en la que Udonis Haslem saltó para un pase como si este fuera entre sus piernas, pero uno podría haber producido un documental corto con varios momentos de levitación.

Sin embargo, esas jugadas son solo una parte de la historia. Hay pases errados y tropiezos no forzados en cada partido, pero otra de las razones por la alta cantidad de pérdidas se debe al hecho de que los jugadores de Miami no paran de penetrar.

Y eso se debe a que el Heat no tiene muchos tiradores para poner en la cancha. Miami recibió una ayuda anoche cuando James Jones revivió de la muerte para encajar seis triples, pero la alineación titular en particular está muy necesitada de un tirador que pueda crearle más espacios a James y Wade.

De ahí vienen los comienzos lentos. Obviamente, las ausencias del francotirador Mike Miller y el menos recordado Mario Chalmers en los primeros dos juegos han sido un factor, y no es algo que un jugador como Jerry Stackhouse pueda curar. Particularmente cuando el centro Joel Anthony está en la cancha, le resulta muy fácil a los rivales colapsar la pintura en las penetraciones de James y Wade. En una historia relacionada con esto, el líder del equipo en más-menos hasta ahora es el modestamente talentoso Zydrunas Ilgauskas, con más-23. Anthony, a pesar de haber jugador todos sus minutos con tres de los mejores jugadores del mundo, está en menos-4.

Es también muy fácil para los rivales esconder malos defensores ante los titulares de Miami. Anoche, los Sixers arrancaron con Jason Kapono como titular y lo pusieron a marcar a Carlos Arroyo en el comienzo del juego. No podrían haber expresado más abiertamente su falta de respeto a un base armador rival. Y el Heat abrió con otro comienzo plagado de pérdidas antes que Jones empezara a acertar sus triples en el segundo cuarto.

Uno se pregunta si Miami cambiará para que su quinteto de arranque tenga más tiradores. No espero que suceda mañana o incluso en un mes, pero en algún punto el Heat debe agregar tiradores a su alineación titular y enviar a alguno de sus "no tiradores", Arroyo o Anthony, a la banca.


3. Necesitan involucrar más a Bosh

En el primer juego vimos brillar a LeBron mientras Dwayne lucía bastante oxidado. En el segundo partido, Wade explotó mientras que James dio un paso atrás.

En ninguno de los dos juegos, sin embargo, vimos demasiado de Chris Bosh, y si esa tendencia continúa, el Heat estará desperdiciando a uno de sus jugadores más valiosos. Bosh sumó 23 puntos y 15 rebotes en sus primeros dos partidos, lejos de lo que aportaba en Toronto en temporadas previas.

Principalmente creo que se debe a la falta de oportunidades. Cuando Miami ha hecho pasar la ofensiva por él, se ha remitido a "llamemos una jugada realmente básica para involucrar a nuestro hombre grande", dándole la pelota en el poste y dejándolo aislado en el uno contra uno. Bosh puede anotar desde la llave, especialmente en duelos desparejos, pero su especialidad es el vértice izquierdo – y no está recibiendo el balón allí.

Lo que no pude determinar todavía si eso se debe a quien llama las jugadas, quien las lleva a cabo, o como sospecho, ambas cosas. El Heat ha utilizado a Bosh en algunas jugadas de cortina y desmarque, pero no lo suficiente para permitirle entrar en ritmo atacando a los rivales. Peor aún, no recibe el balón en la mayoría de los desmarques: el principal armador del equipo, James, no suele tomar la decisión de darle el balón al hombre que se desmarca cuando está manejando la ofensiva.

Jugando en Cleveland los últimos años, probablemente esa era una decisión apropiada. Jugando con Bosh, sin embargo, debe mover más el balón y dejar de chocar tanto. Bosh puede destruir a la mayoría de los hombres grandes de la NBA desde ese lugar pero sus chances de hacerlo han sido pocas y distanciadas en sus primeros dos juegos.
Si James puede mover el balón más rápidamente, podría resolver otros de los problemas. Quizás cometa menos pérdidas en el tumulto, y quizás la falta de tiradores se disimule más si hay más movimiento y Bosh saca a los hombres grandes de la pintura.

Así lo veo hoy de todas formas. Recuerden, han pasado sólo dos partidos –la visión a esta altura puede estar más distorsionada que un espejo en una casa del horror. Sólo pregúntenle a los fanáticos de los Cavs que están cortando la tabla de posiciones del periódico de hoy. Sabemos cómo rindió Miami en los primeros dos juegos. Lo que no sabemos, es cómo les irá en los últimos 80.