Guillermo Gorroño 13y

Oberto: "Creo que hice lo mejor"

BUENOS AIRES -- La mejor muestra de lo que significa el retiro del básquetbol de Fabricio Oberto es la reacción twittera. No debe haber lugar en el mundo de las comunicaciones donde los sentimientos viajen más rápido que en esa red social. Y a los pocos minutos que el anuncio de Portland Trail Blazers surgiera a la luz informando sobre el final inesperado, Twitter pareció entrar en un estado de conmoción.

@manuginobili dijo: "El GRAN @obricio7 anunció su retiro del bqt. Genio! El deporte y todos los q tuvimos el placer de jugar c vos te extrañaremos!"

@LScola4 no podía creerlo: "Todavia estoy shoqueado por la noticia, se retira un grande del deporte argentino. Fue un placer compartir la cancha con vos Fabri, gracias!"

@cabezadelfino mostró su tristeza: "Lo mejor en esto que viene,y toda la fuerza hermano! te vamos a extrañar mucho en las canchas..."

Estas fueron apenas tres reacciones de miles provenientes de Argentina, España, Estados Unidos...

El propio Fabricio, en Portland, en conversación con ESPN, mostraba su sorpresa delante de la computadora: "La gente no para de escribirme y saludarme", decía mientras desde el TweetDeck se acumulaban uno detrás de otro los mensajes de aliento.

A los 35 años dice adiós no sólo uno de los basquetbolistas más importantes que dio la Argentina en su historia, sino tal vez el deportista más ejemplar. Profesional de principio a fin, ejemplo para jugadores consagrados y más grandes en Atenas de Córdoba en sus comienzos, en el ambiente se acuñó una frase que lo describió de gran manera: "Fabricio siempre juega bien".

Sin ser un goleador o el más espectacular, Oberto supo convertirse en el mejor jugador de equipo, aquel capaz de aportar los detalles intangibles del básquet, los que pasan desapercibidos a la vista de cualquier fanático. Un bloqueo, un empujón a tiempo ante un rival que le llevaba dos cabezas, su liderazgo silencioso y, sobre todo, ser un gran tipo.

Lo conocí en un Campeonato Argentino de Juveniles que se jugó en River Plate, en 1992, donde Córdoba se consagró campeón y lo tuvo como figura. Y hoy lo escucho desde Portland hablando del cierre de una carrera increíble, en la que sumó títulos de todos los calibres a nivel de clubes y en la Selección Argentina.

- Contame cuáles son tus primeras sensaciones tras una decisión de esta magnitud...
- A medida que pasan las horas me está cayendo la ficha -dice-. Pero estoy muy tranquilo porque hay que saber elegir los momentos y creo que hice lo mejor.

- ¿Cómo y cuándo tomaste la decisión de retirarte?
- En el partido con Milwaukee del martes pasado me vinieron unos mareos y me puse nervioso, me preocupé mucho, como que tuve un presentimiento. Y desde entonces estuve masticando la idea, lo hablé con mi familia y llegué a una decisión que es absolutamente mía. Así se lo comuniqué al equipo.

- ¿Cómo tomaron los Blazers esta determinación?
- De la mejor manera. Lamento un montón no poder seguir jugando con estos chicos. La estaba pasando muy bien, el equipo empezaba a funcionar, en pocos días había formado una muy buena amistad con LaMarcus Aldridge, Greg Oden, Rudy Fernández. Creo que teníamos un equipazo, para llegar lejos. Me sentía muy cómodo, parecía que llevaba jugando varios años con ellos.

- ¿Cuál es tu futuro ahora? ¿Hay chances de que sigas ligado al básquet?
- Es muy difícil explicar todo lo que me está pasando. Por lo pronto voy a consultar nuevamente al doctor que me operó para descartar cosas en el futuro, aunque yo estoy bien y me dicen que podía seguir jugando. Ahora buscaré otra forma de vida, aunque no sé si con el básquet.

- ¿Te da bronca saber que no vas a llegar a la despedida de la Generación Dorada en los Juegos de Londres 2012?
- Después de todo lo que me pasó en la temporada anterior con el tema del corazón, con la intervención quirúrgica que me hicieron en Austin para corregir la arritmia, había comenzado a mirar más corto, no demasiado lejos. Y para los Juegos faltan dos años. Pensé en Julia, mi hija, en la familia...

- ¿Cuánto pensás que te llevará aceptar que de un día para el otro te convertiste en un ex jugador?
- No lo sé. Todavía no puedo dimensionar la decisión que tomé. Llevo jugando afuera del país muchísimos años y sin parar, desde que en 1998 me fui de Córdoba al Olympiakos de Grecia. Cuando me hice la ablación cardíaca sabía que iba a volver a jugar. Ahora sé que de esta decisión no hay retorno. Yo amo el básquet pero hay cosas más importantes. Y no me arrepiento.

A RC Buford, el general manager de San Antonio Spurs que descubrió a Manu Ginóbili y contrató a Fabricio Oberto en 2005, le preguntaron hace unos minutos qué sentía sobre el retiro del pivote de Las Varillas: "Fab -como lo llaman los americanos- fue realmente el líder en la era dorada del básquetbol argentino. Uno de los más grandes competidores que tuvo el juego a nivel internacional en su historia. Tal vez nunca el mejor jugador, pero siempre el mejor compañero".

Ni más ni menos. En la llave del básquet, donde se definen los partidos, hay un vacío inmensamente grande. Y costará llenarlo.

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