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Nadal venció a Djokovic en Londres

LONDRES -- Volvió a festejar. El español Rafael Nadal, actual N° 1 del tenis mundial, venció con autoridad al serbio Novak Djokovic (3°), al derrotarlo por 7-5 y 6-2 y se acercó a las semifinales de la Copa Masters de la ATP, en Londres. En tanto, el checo Tomas Berdych (6°), único debutante en este torneo, derrotó al estadounidense Andy Roddick (8°) por 7-5 y 6-3 en el conocido round robin, lo que deja a ambos jugadores con distintas opciones.

Nadal, que venía de recuperarse y vencer con lo justo a Roddick en el debut, esta vez tuvo una gran solidez, como es su sello, y le ganó en una hora y 51 minutos a un Djokovic que estuvo molesto para ver con su ojo derecho. Frenó el partido en algunas ocasiones y fue tratado, pero nunca pudo sentirse cómodo y eso lo afectó.

El primer set comenzó con un exhibición sobre el servicio de Djokovic, que se anotó sus dos primeros juegos en blanco con puntos gracias a saques directos, hazaña que se volvió a repetir en el noveno, justo después de reanudarse el partido tras la "rápida visita (del serbio) al baño para un cambio de sus lentes de contacto", como anunció el juez.

Fue el detalle anecdótico del partido, cuando a los 40 minutos a Djokovic se le movió una lente y tuvo que reclamar asistencia para que se la colocaran. Después de unos minutos de incertidumbre por la situación, carcajadas entre el público y alguna que otra petición -en español- para que Djokovic abandonara el encuentro, éste volvió y Nadal, con el saque, se anotó el octavo game en blanco.

El balcánico, campeón del Masters en 2008, no acababa de sentirse cómodo con la lente y pidió permiso para salir. Abandonó la cancha durante algo más de cinco minutos con la intención de solucionar sus problemas de visión.

Mientras, sin todavía rechistar, Nadal esperaba en su banco al regreso de su oponente, entre gritos de "qué bueno eres" y un gran apoyo desde las gradas, donde incluso se leyeron carteles en árabe dedicados al mallorquín y pancartas donde una jovencita le pedía "matrimonio" o "al menos, un beso" a Rafa.

A su vuelta, Djokovic tenía el servicio y demostró estar en plenas facultades: no dejó puntuar a Nadal en todo el juego. Los dos contrincantes siguieron luciéndose con sus servicios (siete aces de Djokovic y cinco de Nadal), pero la mayor emoción se había vivido antes de la interrupción, cuando el ganador había roto el servicio de su rival y éste se lo había devuelto.

La cancha central del O2 Arena londinense acogió una cruenta lucha desde el fondo, que rememoró la final del 13 de septiembre, en la Arthur Ashe. Djokovic ofreció una devolución muy dura y dio lugar a agresivos peloteos que pusieron la piel de gallina. La peor cara de Nadal fueron sus propios errores, que le impidieron una resolución más sencilla del primer set, al dejar escapar las buenas opciones que le brindaba el partido.

No obstante, de todo eso se repuso. Firmó su ventaja en el marcador, el contrincante seguía aquejado de las molestias en el ojo derecho, por lo que el tiempo transcurrido entre el fin del primer parcial y el arranque del segundo empezó a ser considerado excesivo.

Entonces sí, Nadal se dirigió a un responsable del torneo para protestar por los permisos concedidos a su adversario, al que incluso reconoció un especialista. Una vez se procedió a esa segunda parte, el mejor tenista del momento encontró menos dificultades. Le había costado en el inicio, pero al final consiguió sentirse cómodo y más relajado.

Si bien los dos jugadores registraron el mismo número de puntos ganadores (17), el desgaste de Djokovic se fue haciendo cada vez más notorio hasta cometer un total de 31 errores no forzados, en comparación con los escasos 15 de Nadal.

Aunque el acceso del balear a las semifinales de este torneo de "elegidos" no es todavía una garantía, esta segunda victoria -además, en dos sets- lo sitúa en una posición mucho más cómoda para afrontar su duelo contra Berdych.

Podrían darse aproximadamente una decena de situaciones distintas, pero incluso con una derrota ante el checo, el viernes, Nadal podría entrar en esa siguiente ronda de la competición, donde cayó en 2006 y 2007 ante el suizo Roger Federer.

El español pretende, como primer paso, avanzar a las semifinales de este "Torneo de Maestros", fase que no alcanza desde 2007. En total, el mallorquín jugó tres veces este campeonato final de la ATP y en los dos primeros sí llegó a semis.

Nadal obtuvo esta temporada tres Grand Slam, ya que se coronó en Roland Garros, Wimbledon y el US Open, y esta vez superó a Djokovic, al que había derrotado hace poco más de dos meses, justamente en la final de Nueva York.

Así, el líder del ránking se impone ahora 16-7 al serbio en los duelos personales, sacándose el peso de haber perdido tres de los cuatro choques previos a este de Londres.

"No estoy para nada en semifinales y seguramente tendré que ganar algún set ante Berdych, pero lo importante es que he jugado a un nivel muchísimo más alto que en el primer partido y eso me da confianza para el siguiente", declaró Nadal a la Televisión Española.

Nadal recordó que en las Finales ATP están los ocho mejores del ránking mundial, "y por eso no hay un solo partido sencillo". Veamos entonces cómo están los cuatro integrantes del Grupo A, donde Nadal tiene marca de 2-0 partidos, Djokovic y Berdych están 1-1 y Roddick, 0-2.

Además, Nadal tiene récord de 4-1 en sets y 29-21 en games, Djokovic marcha con foja de 2-2 en sets y 19-19 en juegos, Berdych está 2-2 en sets y 19-20 en games, mientras que Roddick cuenta con una marca de 1-4 en sets y de 24-29 en juegos. El viernes, Nadal cierra contra Berdych, en tanto que Djokovic se mide con Roddick.

La derrota de Roddick (8°), resuelta en una hora y 25 minutos, supone la primera sufrida ante el checo desde 2008, en Tokio, y llega después de su tropiezo del lunes ante el número uno del mundo, Rafael Nadal, quien lo remontó costosamente y lo venció en tres ajustados sets.

Tanto Roddick como Berdych acudieron a su cita de este miércoles tras un fracaso en el debut. Si bien el checo fue sentenciado con celeridad por el serbio Novak Djokovic, el estadounidense sí había sido capaz en su arranque de apretarle las tuercas a Nadal, al que estuvo a punto de ganarle.

En estos momentos, Berdych lleva un triunfo anotado y Roddick, ninguno. Aunque las opciones del estadounidense son ahora mismo las más reducidas dentro del Grupo A, la clasificación dependerá del próximo examen de ambos.

Las estadísticas eran favorables para Roddick (6-2), que además se había impuesto ya a Berdych, el jugador más alto de esta competición, en sus últimos cuatro encuentros, tres de ellos este mismo año: en las semifinales de Brisbane (Australia), los cuartos de final de San José (EE.UU.) y en la final del Masters 1000 de Miami.

En esta ocasión, el primer set transcurrió, en su mayor parte, sin grandes sobresaltos, con bastante igualdad en el saque y con atrevidas subidas a la red por parte de ambos jugadores.

Llegado el décimo game, el partido estuvo a punto de inclinarse del lado del estadounidense, cuyo nombre fue el más coreado en las gradas mediante constantes "Come on, Andy". Tenía el servicio Berdych, pero Roddick hizo de las suyas para dar emoción al encuentro, durante el que conectó nueve saques directos frente a los seis de su oponente.

Disfrutó de dos bolas de quiebre que, finalmente, dejó escapar. El checo se anotó el punto tras un juego agresivo que desató el fervor en las tribunas y abucheos de algunos norteamericanos.

El marcador indicaba la igualdad de 5-5 y Berdych aprovechó su levantada para continuar la buena racha en el undécimo juego, donde el europeo rompió el servicio de Roddick sin demasiadas complicaciones, pese al potente saque del estadounidense, que se instaló en los 210-218 kilómetros por hora.

Con el punto del siguiente juego, con saque para él, Berdych firmó la ventaja en el marcador (7-5) y se armó de confianza para seguir encarando el duelo frente a un ex rey del circuito de la ATP (fue líder en 2003).

Así es cómo consiguió ser superior en esa segunda parte, donde además se propuso terminar con rapidez (37 minutos frente a los 48 del primer set) y dejar atrás las dificultades que el norteamericano le había impuesto anteriormente.

Berdych rompió el servicio de su adversario en el quinto juego y se abalanzó hacia la victoria, no sin antes volver a sentenciar su saque en el noveno, con el que se dio por resuelta la lucha.

En ella logró anotar un total de 28 tiros ganadores, en comparación con los 15 de Roddick, quien fue, sin embargo, más cuidado en sus fallos. El estadounidense cometió sólo 16 errores no forzados, frente a los 27 de Berdych en todo el partido.

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