Igancio Serrano 13y

La Pesadilla de los Marlins

Los Marlins de Florida tendrán una pesadilla en el spring training. O al menos ese es el deseo de Josh Kroeger y la apuesta de Dave Hudgens.

Kroeger, apodado en Venezuela "la Pesadilla", debido a la semejanza de su apellido con el célebre personaje de terror Freddy Krugger, vive su mejor momento en el beisbol profesional y espera, por fin, sacar provecho de ello en las grandes ligas.

El jardinero e inicialista no pide mucho: le basta, por ahora, con quedarse arriba a tiempo completo, luego de 10 años intentándolo con los Cascabeles de Arizona, los Filis de Filadelfia, los Cachorros de Chicago y los Medias Blancas de Chicago.

En su equipaje al complejo de los peces, ubicado en Jupiter, llevará un contrato de liga menor, una invitación a los entrenamientos primaverales y la placa que le acredita como el Jugador Más Valioso del campeonato 2010-2011 en el beisbol venezolano.

"Es un logro que me tiene muy feliz", dijo Kroeger a ESPNdeportes, con una sonrisa como único festejo. "Espero llevar este buen momento conmigo para por fin quedarme arriba".

Puede que esta sea la última llamada a escena que reciba el toletero zurdo, nacido hace 28 años en Davenport, Iowa, pero residenciado en San Diego, California.

No actúa en la gran carpa desde el 2 de octubre de 2004, cuando aún era un prospecto y contaba 22 abriles, y no debería haber revuelo a su alrededor, siendo que apenas competirá por un lugar como jardinero suplente de los Marlins.

Salvo por un detalle: en 2010 no hubo bateador más productivo que Kroeger en el torneo suramericano.

Las muchedumbres que asisten a los juegos de los Leones del Caracas, en el estadio Universitario, corean las letras MVP varias veces por juego, desde mediados de diciembre. La prensa en Venezuela le votó como el Más Valioso, dando razón a la voz del pueblo. Y Kroeger cerró la eliminatoria como líder bate, líder en promedio de embasado y líder en slugging, con una impresionante línea de .369/.481/.671, más un OPS de 1.152 puntos.

Sólo Pablo Sandoval ha hecho algo semejante, al ligar para .395/.430/.605 en el torneo 2009-2010, pero su OPS de 1.035 con los Navegantes del Magallanes palidece ante lo hecho por su antiguo rival.

"Josh es un legítimo grandeliga", aseguró Hudgens, quien es manager del Caracas y acaba de ser contratado como instructor de bateo de los Mets de Nueva York. "Del modo que está haciendo swing ahora mismo, no me cabe la menor duda de que pertenece a las mayores".

Hudgens fue tildado como "un gurú del bateo" esta semana en otra nota de ESPN, en la que el receptor de los metropolitanos, Josh Thole, habló del técnico estadounidense, su dirigente con los mismos Leones, pero en el 2009-2010.

El piloto de los felinos tiene una teoría acerca del florecimiento de Kroeger con el madero, a pesar de venir, el patrullero, de una cosecha lamentable en triple A, en la que dejó .204/.285/.364 apenas unos meses atrás.

"Estuvo todo el año haciendo ajustes en el swing, y cuando eso pasa, puedes sufrir para poner buenos números", razonó Hudgens. "Finalmente lo logró. Ahora flexiona más las rodillas al esperar el pitcheo y ha conseguido un swing más parejo, ante derechos y zurdos".

Kroeger bateó bien en sus anteriores incursiones con los melenudos, pero lo de esta ocasión rayó en lo exagerado.
"Nunca en toda mi vida me había ganado un premio así", confesó el pelotero.

"Es otro bateador, completamente diferente al del año pasado, y realmente merece el reconocimiento", terció Hudgens.

El cambio en la mecánica explica el estallido de este último torneo, pero no el papel de estrella que el slugger posee desde finales de 2008, cuando se uniformó con los melenudos por primera vez.

Kroeger bateó apenas .248 con las Águilas del Zulia en su estreno en esta nación suramericana, en la zafra 2006-2007. Periodistas zulianos aseguran que ya por aquel entonces se le conocía como "la Pesadilla", pero debido a todo lo contrario: la ausencia de batazos.

En los siguientes dos campeonatos, ya como ficha caraquista, tampoco bateó sobre .300, pero elevó su OPS a .928 y .857, y se ha convertido en el estadounidense con más jonrones en la historia de la divisa, con 22.

Su regreso era esperado por la fanaticada como si se tratase de un bigleaguer criollo. Él no encuentra explicación a la transformación que le ocurre cuando llega al Universitario.

"Es algo sobre lo que he pensado muchas veces", confesó Kroeger. "La verdad no sé qué pasa aquí. Probablemente tiene que ver con el ambiente. Aquí el público tiene tanta intensidad, tanta pasión, que te lo transmite. También debe estar relacionado con la competitividad. En las menores juegas para llegar a las grandes ligas. Aquí es un calendario corto y juegas para ganar todos los días".

Puede ser. En todo caso, espera que esta vez el impulso sea tal, que le permita quedarse de una vez por todas con los Marlins.

"Ha sido un largo camino", indicó sobre sus 10 años en el deporte profesional. "El beisbol es así: a veces tienes buenos años y a veces no. Iré al spring training para dar lo mejor de mí, a ver si puedo quedarme. Quizás este sea el empujoncito que me hacía falta en mi carrera".

^ Al Inicio ^