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Secreto a voces

El alero de los Lakers interesa ser canjeado, alegadamente porque no se divierte Rocky Widner/NBAE/Getty Images

El gerente general Mitch Kupchak, el entrenador Phil Jackson y el ícono de L.A. Magic Johnson hicieron lo que los pilares de una franquicia rara vez hacen, y algo que los oficiales de los Lakers nunca hacen: anunciarle al mundo que los tambaleantes dos veces campeones podrían necesitar un intercambio.

¿Por qué?

Simple.

Los Lakers han sido tan inusualmente públicos sobre los potenciales beneficios de una inyección de nueva sangre porque saben que, con un costo salarial anual de $90.4 millones y con propiedades intercambiables tan limitadas, amenazar su vestuario con un gran movimiento de jugadores es mucho más simple para ejecutar que sacudir las cosas con un contrato real antes de la fecha de intercambios del 24 de febrero.

Sin embargo...

Me dicen que hay al menos un prominente Laker que espera ser el tipo que despedirán en los próximos 20 días y pico.

Una fuente cercana a la situación insiste en que Ron Artest se quiere ir.

Cuando se le pidió que respondiera, el agente de Artest David Bauman evitó hacer comentarios.

Esta es la razón por la cual estoy obligado a recordarles que nadie en la NBA puede cambia de opinión tan rápidamente que el famosamente veloz Ron-Ron. Otra advertencia pertinente: el juego de Artest ha sido lo suficientemente lento en la segunda temporada de un contrato de cinco años como para que el lugar que lo reciba lo haga en medio de dudas y preguntas, sin importar lo mucho que le haya dado a los Lakers en el partido final de la épica temporada pasada.

De todos modos me aseguraron esta semana que Artest (a pesar de no haber exigido un cambio y de haber negado públicamente el asunto) habla en serio cuando dice que quiere ser enviado a otra parte en la cual "pueda divertirme nuevamente", menos de un año después del rol esencial que jugó en el séptimo y decisivo partido ante Boston que los Lakers casi desaprovechan.

Esto es lo único que puedo decir sobre mi fuente: no es el provocativo y fanático del twitter hermano de Artest, Daniel.

Pero aun así, muchas de las quejas que Daniel Artest reveló el martes pasado a través de su cuenta de Twitter fueron citadas como razones por las cuales Artest, antes del partido como local que ganaron ante Houston en el cual el jugador apenas marcó 5.5 segundos de juego en el último cuarto y el tiempo adicional, espera mudarse a una nueva dirección. Él podría haber reescrito el modo en que será retirado al probar que fue tremendamente confiable en el más grande partido de su vida, en el cual Kobe Bryant estaba encestando 6 de 24 como local en el séptimo partido, pero la luna de miel se terminó.

¿Las dos disputas principales de Artest?

1. Está cansado de ser tratado como el chivo expiatorio de los problemas del equipo, y siente que está destinado a absorber siempre toda la culpa sin importar lo que pase, porque Jackson y Bryant dependen demasiado de las más glamorosas contribuciones de Pau Gasol y Lamar Odom y nunca atacarían en público al jugador vitalicio del equipo Derek Fisher.

2. Tal como lo hemos oído durante sus pasos en equipos como Indiana, Sacramento y Houston, Artest eventualmente se va a quejar aún si es marginado en la ofensiva, lo cual inevitablemente lo desafecta de sus responsabilidades defensivas (relegado al "tiro de esquina" es el modo en que lo describió Daniel Artest (excepto por la palabra "regulado" que seguramente quiso usar para decir "relegado").

Me quedó claro a mí que Artest ha coexistido mejor con Jackson desde que emergiera en diciembre el hecho de que le pidió al entrenador que deje de criticarlo tan públicamente y que deje sus disgustos para discutir en el vestuario. A pesar de las cada vez más frecuentes visitas de Artest a la banca en momentos decisivos, estoy seguro de que conformarse con algunos roles ofensivos a la sombra de Kobe y Pau al tiempo que absorbe la mayor parte de la culpa en tardes como la del domingo cuando Paul Pierce explotó con 32 puntos han amargado a Artest mucho más que la frecuentemente afilada lengua de Jackson.

La realidad, está claro, es que Artest no es muy intercambiable sin importar cuánto le gustaría que lo reubiquen. No después del modo en que está produciendo y se está moviendo.

Los Lakers quieren creer que la concentración ha sido el gran problema de Artest en lugar de su edad ya avanzada. Ellos se aferran a la esperanza de que todavía puede aportar el esfuerzo físico y la confiabilidad cuando el juego baje de ritmo en postemporada y el descanso entre partidos pueda darle más energía a Artest así como a otros jugadores también.

Pero aún así parece seguro sugerir que este jugador de 31 años produciendo números que están entre lo más bajo de su carrera en toda la extensión de su hoja de estadísticas, les ha dado a los probables oferentes algunas razones (apiladas sobre la vieja suposición que disuade a los equipos que no tienen la convicción de los Lakers o a un Jackson como para manejar la situación) para evitar hablar de un contrato que todavía tiene tres años y $22 millones por delante después de esta temporada. Especialmente en este clima de amplios temores sobre cuán restrictiva la liga será después del próximo pacto laboral.

Nada de eso, empero, ha convencido a Artest de arrepentirse. No hasta ahora, de todos modos.

Me atrevo a decir que ha sido multado demasiadas veces como para quedar expuesto públicamente al pedir una salida (que es obviamente un desafío legítimo en este caso) pero yo continúo escuchando que esto es algo más que un mero rumor y que un intercambio es lo que Artest está realmente buscando.

Lo cual significa que los Lakers tienen 22 días para encontrar de algún modo un destino para él... ó 73 días antes del comienzo de los playoffs para apaciguar la mayor crisis de Artest hasta ahora, y lograr que se comprometa nuevamente con el equipo después de haber perdido a Trevor Ariza para conseguirlo a él.