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Confusión de sobra

La situación con la posible salida de Carmelo Anthony de la franquicia de Denver es cada vez más confusa. Luego de rumores que lo conectaban con transacciones que hubiesen llevado al estelar alero a nuevos destinos como New Jersey, Chicago, New York o Los Ángeles, lo más reciente es que el mismo jugador ha declarado que no descarta la posibilidad de aceptar una extensión de contrato con los mismos Nuggets.

Anthony

Anthony


Comencemos a descartar falacias; a pesar del genuino interés que demostraron los New Jersey Nets por hacerse de sus servicios, Carmelo nunca estuvo cerca de mudarse a Newark, pues no estaba interesado en firmar un contrato multianual; condición indispensable desde el punto de vista de los Nets para realizar el canje.

Chicago, ciudad a la que Anthony hubiese estado dispuesto a mudarse para jugar con los Bulls, tampoco fue una posibilidad real en ningún momento, pues la gerencia de este equipo no estaba dispuesta a deshacerse del pívot Joakim Noah, jugador que los Nuggets exigían para entregarles a Carmelo.

Noah

Noah

El rumor de un cambio a Los Ángeles por Andrew Bynum duró poco más de 24 horas, pues al día siguiente de salir publicado, fueron los mismos Lakers los que se encargaron de desmentirlo, dejando claro que no estaban interesados en realizar tal transacción.

El único destino real para Anthony parece ser New York, porque desde antes de comenzar la temporada fue uno de las ciudades a los que solicitó ser cambiado (la otra era Chicago) y realmente es el único equipo con el que estaría dispuesto a firmar una extensión de unos tres años, debido a que ve la posibilidad de ser parte importante del renacer de esa franquicia en la ciudad de la que es oriunda su esposa y en la cual el pasó los primeros años de su vida.

Bynum

Bynum


Lo que queda por dilucidarse es si Knicks y Nuggets puedan llegar a un acuerdo satisfactorio para ambos, antes del fecha límite para cambios, el 24 de este mes de febrero, que permita que Anthony vista el uniforme blanco, azul y naranja esta misma temporada (situación preferida por el propio jugador), o si habrá que esperar al final de esta campaña para que Carmelo se declare agente libre y firme un contrato multianual para jugar en New York.

Anthony y su agente prefieren que el cambio se efectúe esta misma temporada porque les daría la oportunidad de firmar un contrato bastante similar al que los Nuggets les ofrecieron en octubre (y que Carmelo rechazó) de unos tres años y unos $65 millones, en lugar de arriesgarse a recibir mucho menos dinero en la agencia libre, en un año donde se habla de una nueva estructura salarial y de un posible cierre patronal de la NBA, debido a lo lejos que se encuentran jugadores y dueños de equipos de firmar un nuevo acuerdo colectivo con el que ambas partes estén conformes.

El que Carmelo haya dicho en estos días que estaría dispuesto a firmar una extensión con los propios Nuggets me parece más una cortina de humo de su parte que cualquier otra cosa. Anthony y su agente tienen dos razones para hacer este tipo de declaraciones: la primera es la de ayudar a elevar un poco su imagen pública, que ya empieza deteriorarse en Denver según se acerca la fecha de su partida. Algunos seguidores del equipo han comenzado a abuchearle durante los partidos locales y el jugador ha declarado que quiere evitar por todos los medios posibles que su salida del equipo se convierta en una pesadilla de relaciones públicas como la que vivió su amigo LeBron James al marcharse de Cleveland hacia Miami.

La otra razón puede ser la de querer ponerle presión a la gerencia de los Knicks para que realicen el cambio que lo saque de Denver lo más pronto posible; sabiendo que su futuro económico y deportivo estaría mucho mas asegurado si se puede llegar a un acuerdo contractual con su nuevo equipo antes de que llegue la incertidumbre de este próximo verano.

Lo de volver a firmar con los Nuggets parece poco creíble, si bien puede ser una buena treta publicitaria, pues si ese fuera su verdadero deseo, hace ya mucho tiempo que su futuro en Denver estaría totalmente arreglado y esos rumores de cambio ni siquiera hubiesen existido.

La situación ha sido muy difícil para todos los involucrados en la franquicia de los Nuggets (gerencia, cuerpo técnico, compañeros de equipo, afición y el propio Carmelo), pues esa incertidumbre de cuándo saldrá del equipo tiene a todos en ascuas. Un conjunto que tiene los elementos para hacer un buen papel en la postemporada, puede ver que cada día es más difícil mantener el enfoque en el juego, por lo que su rendimiento en cancha se puede ver afectado; mas allá del buen trabajo motivacional que pueda hacer el entrenador George Karl y que Anthony siga jugando con tanto compromiso y entrega a la causa como lo ha hecho hasta ahora.

Pero hay otro equipo que también sufre los embates de la inseguridad y cuyo juego se ha visto afectado en las últimas semanas, según los rumores de cambio por Carmelo se hacían más fuertes y se comenzaban a mencionar jugadores que pudieran pasar a Denver para hacerse de sus servicios. Me refiero a los propios Knicks, equipo que ha perdido 11 de sus últimos 16 partidos y que, de perder el viernes en la noche frente a los Lakers, estaría alcanzando nuevamente la mediocridad, con igual número de victorias que derrotas.

Su propio técnico, Mike D'Antoni, así lo ha aceptado, diciendo que sus jugadores han sido afectados porque la prensa les bombardea con preguntas sobre la posible llegada de Anthony a diario, porque los aficionados en el Garden ya comienzan con los gritos de "queremos a Melo" cuando las cosas comienzan a irles mal en los partidos y porque fuera de Amare Stoudemire, todos los demás jugadores han sido mencionados en algún momento en las especulaciones de quién sería cambiado a Denver por Anthony. Wilson Chandler, Danilo Gallinari, Raymond Felton y el novato Landry Fields, quienes son los más mencionados en el posible canje, también parecen ser los más distraídos y desmoralizados, por lo que su productividad de ha visto afectada en los últimos juegos.

Así es que la espera por dilucidar el futuro de Anthony afecta no solo al jugador, sino también a dos franquicias y sus respectivas fanaticadas. De alguna manera, algo de normalidad volverá a reinar en Denver y New York una vez pase la fecha del 24 de febrero, se haya o no efectuado el cambio.