BRISTOL -- La buena noticia para los aficionados de la NFL en general, y los fanáticos de Draft en particular, es que el Combinado de Talento Anual de la NFL, que arranca esta semana en Indianapolis, está cubierto a detalle como nunca antes.
En un momento en que no sucede mucho más en la liga, eso es algo absolutamente bueno. Más medios acreditados descienden alrededor de la reunión de cazatalentos, entrenadores, directivos agentes y jugadores elegibles al Draft que nunca antes. Aún para aquellos hambrientos de cualquier cosa no relacionada con la disputa laboral, todo el evento es televisado.
¿La mala noticia? La relevancia actual de la información recopilada en el Combinado decrece año con año.
El mayor valor que aporta el Combinado a los 32 equipos de la NFL es de hecho la razón por la que se creó en primer lugar: los exámenes médicos. El Combinado arrancó a principios de los años 1980s, cuando los equipos decidieron elegir una sede única para que los doctores de los equipos se reunieran a examinar a los jugadores colegiales.
De ese modo, los equipos sabrían exactamente en quién estarían invirtiendo al momento del Draft.
Poco tiempo después, y aún más en los 1990s, los números de las pruebas físicas se convirtieron en la gran atracción. Los equipos empezaron a hacer mucho caso, demasiado, a las cifras producidas en las 40 yardas planas, el short shuttle y las repeticiones del bench press.
Eventualmente, el consenso en la actual década ha llegado a ser de que los números arrojados en las pruebas físicas son una parte muy pequeña del proceso de evaluación. A los jugadores de fútbol americano se les evalúa mejor cuando, ya saben, de hecho están jugando al fútbol americano.
Pero la obsesión que existía sobre los resultados de las pruebas físicas de la década pasada cedió su lugar a un incremento en el énfasis de las entrevistas individuales que se realizan a los jugadores. Mientras tanto, más equipos --liderados por el entrenador en jefe de los New England Patriots, Bill Belichick-- empezaron a colocar un mayor nivel de importancia en la inteligencia del juego y la pasión por el mismo, intentar adivinar esos niveles durante las entrevistas se convirtió en lo más trascendente.
Múltiples fuentes de la liga afirman que hasta las entrevistas individuales se han ido dificultando. Eso se debe principalmente a que los equipos cuentan con apenas 15 minutos con cada jugador. A los jugadores se les prepara respecto a las preguntas que podrían recibir, y es difícil separar lo que es genuino de lo que les ha sido enseñado.
Eso no significa que un equipo bien preparado no pueda determinar el modo en que reacciona un jugador bajo presión, o su nivel de conocimiento íntimo del fútbol americano.
Por ejemplo, si un jugador no puede explicar con facilidad sus responsabilidades en una jugada dada que le es mostrada de su carrera colegial, entonces hay un problema grande. Idealmente, un jugador conocería y sería capaz de hablar sobre lo que todos los demás jugadores en su grupo de posiciones, e incluso todos sus compañeros de ese lado del balón, deben hacer dentro de un cierto esquema en una jugada dada.
Pero conocer el carácter de un chico, y qué tanto ama realmente al fútbol americano en un periodo de 15 minutos en el que él llega sabiendo exactamente lo que los equipos desean escuchar, no es igual de sencillo como lo era hace 5 o 10 años. Aún puede suceder, pero claramente es más complicado de descifrar.
Los equipos de hecho ahora obtienen tanta información como es posible de los ejercicios posicionales específicos que se les piden a los jugadores. Ahí es donde pueden apreciar las capacidades de cambio de dirección de un liniero ofensivo trabajando en protección de pase, o la habilidad de un esquinero de reaccionar al balón mientras está en retroceso. A diferencia del arrancón de tres conos, o el salto largo, esos son momentos físicos que se le va a pedir a los jugadores que realicen a diario.
Así que disfruten de toda la cobertura del Combinado, si se les antoja, pero tomen todo eso con mesura. Enfóquense principalmente en la fluidez y el atleticismo de los jugadores durante la parte de los ejercicios posicionales del proceso. Eso harán los equipos de la NFL.