Eugenio Martínez Ruhl 13y

Argentina venció 4-1 a Rumania

BUENOS AIRES -- Juan 'Pico' Mónaco no logró distenderse en un domingo que tenía mucho más de show y espectáculo que de competencia y cayó por 6-4, 2-6 y 6-3 ante el rumano Adrian Ungur, con lo que la victoria de Argentina en la serie de primera ronda de la Copa Davis no pudo ser perfecta y terminó con tanteador de 4-1, ya que en primer turno Eduardo Schwank le había ganado en dos sets a Victor Crivoi.

Gestos de dolor, pedido de atención médica, gritos de frustración y hasta un revoleo de raqueta contra el suelo fueron parte del nervioso repertorio de Mónaco en un partido que era de relleno, porque la serie ante Rumania estaba definida a favor del equipo albiceleste desde el sábado, con la victoria en el punto de dobles y el 3-0 consecuente.

Pero Pico es así. Se toma en serio tanto un partido en un Grand Slam como un compromiso en una exhibición o en un quinto punto de una serie ya terminada. Y eso, que en muchos casos es una gran virtud, esta vez fue un arma de doble filo.

Porque en esta ocasión, en lugar de relajarse un poco y aprovechar la oportunidad de no estar jugando por los puntos para aflojarse, nunca dejó de apretar los dientes y cayó ante un Ungur que pareció haber entendido mejor el espíritu de este encuentro.

Con el marco del estadio del Parque Roca que no llegó a estar lleno en todo el domingo y que, para este segundo turno, por momentos se vio sólo a la mitad de su capacidad, Mónaco entró al partido con esa actitud que lo caracteriza –pese a que en el peloteo previo había ensayado unos pasitos de baile para delirio del público- y pareció que iba a dominar el trámite.

Quebró en el quinto game del primer set y llegó a estar 4-2 y con posibilidades de rotura. Pero no las pudo aprovechar, Ungur logró mantener su servicio y con esa levantada se llenó de confianza y, a partir de ahí, ganó cuatro juegos seguidos y se quedó con el parcial por 6-4.

En la segunda manga, el argentino entró decidido a revertir la situación. Le quebró el saque al rumano en el primer game y luego administró la ventaja. Fue en esos pasajes en los que se vio a un Mónaco parecido al que normalmente se desempeña en el circuito.

Volvió a quedarse con el saque de Ungur en el séptimo juego y se llevó el parcial por 6-2.

El tercer set era una incógnita. Tanto Mónaco como el rumano ya habían pedido asistencia médica en algún momento del encuentro y había que ver quien resistía más, tanto en lo físico como en lo mental.

Fue Ungur, que quebró al tandilense en el segundo game, salvó tres puntos de rompimiento en el siguiente y se encaminó a la victoria.

Con Mónaco gritando y haciendo gestos de frustración con asiduidad, el rumano soltó el brazo y por momentos jugó realmente bien. Ese quiebre tempranero le bastó para llevarse el set por 6-3 y lograr el punto del honor para su equipo.

SCHWANK NO TUVO INCONVENIENTES
Lo de Eduardo Schwank en el primer turno fue la antítesis del partido de Mónaco. Suelto por la situación y confiado por su performance en el punto de dobles, venció a Victor Crivoi por 7-6 (7-3) y 6-2 y le dio a Argentina el cuarto punto, sumándole un punto más al triunfo albiceleste en esta serie de primera ronda del Grupo Mundial.

Con un cielo gris plomizo como techo, y alguna que otra gota que cayó más como para asustar que para mojar, Schwank se movió bien desde el principio en el fondo de la cancha y tuvo en el saque una herramienta sólida.

Pero Crivoi dejó rápido en claro que no estaba en el court como un partenaire del festejo local. Con un perfil de esfuerzo, estuvo a tono con el buen nivel del argentino, y de esa forma mantuvo el primer set equilibrado.

Más allá de algún punto que quiebre desperdiciado por el rosarino a principios del parcial, todo fue luchado. Porque si bien por momentos ambos jugadores se animaban a arriesgar un poco más de lo habitual, se notaba que los dos tenían reales ansias de quedarse con el duelo.

Así, Schwank y Crivoi llegaron saque a saque al tie break del primer set. Y ahí, pudo más la confianza que traía del sábado el argentino, que fue figura en el punto de dobles. Logró rápido dos mini breaks, se escapó en el desempate y lo ganó 7-3 sin sobresaltos.

La segunda manga fue otro mundo. Porque de la paridad casi absoluta del primer set, el partido pasó a tener un gran desequilibrio a favor del argentino. Schwank empezó devolviendo fierrazos a todo lo que le llegaba, y el rumano por momentos dio la sensación de que había gastado toda la pólvora en el primer parcial.

El rosarino logró un quiebre en el segundo game y otro en el cuarto para ubicarse rápido 4-0. Parecía un huracán.

Crivoi pareció reaccionar y recuperó una rotura en el quinto juego. Pero Schwank, convencido, se volvió a quedar con el servicio del rumano en el siguiente juego.

Con el match ya convertido en una catarata de rompimientos, Crivoi no le permitió al argentino cerrar el pleito con su saque y lo volvió a quebrar. No obstante, Schwank salió a definirlo en el octavo game y, como para respetar la tónica de ese tramo del encuentro, llegó al festejo final a través de una nueva rotura.

Suelto por la situación y confiado por su performance en el punto de dobles, Eduardo Schwank venció a Victor Crivoi por 7-6 (7-3) y 6-2 y puso a Argentina 4-0 ante Rumania, sumándole un punto más al triunfo albiceleste en esta serie de primera ronda del Grupo Mundial de la Copa Davis, ya definido este sábado tras el 3-0.

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