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El nuevo desafío

MISSION VIEJO -- Cuando Mark Sanchez se sienta para estudiar fútbol americano, escucha voces: dos hombres que le hablan a 2,800 millas de distancia.

No, el mariscal de campo de los New York Jets no está perdiendo la cabeza. Le gustan esas voces; le están ayudando durante el cierre patronal.

El conflicto laboral afecta a los jugadores de diferente manera. Para Sanchez, le está robando la oportunidad de pasar tiempo valioso con el coordinador ofensivo, Brian Schottenheimer, y el entrenador de mariscales de campo, Matt Cavanaugh.

Hace un año, Sanchez compiló horas de entrenador mientras se recuperaba de una cirugía de rodilla de temporada baja, estudiando el video y aprendiendo de Schottenheimer y Cavanaugh en el aula de clases: un curso intensivo de tres meses que creen firmemente contribuyó a la mejoría de Sanchez en el 2010.

Ahora está por su cuenta.

Sanchez concedió que el tiempo alejado de sus entrenadores "no puede ayudar a mi desarrollo como pasador", pero cree haber absorbido lo suficiente el año pasado como para sobrevivir por cuenta propia. Para asegurarse de ello, se llevó bastante tarea a su casa de temporada baja en California.

Anticipando el cierre, descargó video de la temporada pasada a su computadora portátil.

Entran allí las voces.

"Voy viendo los videos, justo como si estuviera en la sala con Schotty, pensando, '¿Qué me diría?'", dijo el mariscal de campo de tercer año durante un receso del campamento "Jets West" que organizó para sus compañeros. "Estoy pensando, '¿Qué me estaría diciendo el coach Cav?'. Probablemente, algo así como, 'Abre tu pie izquierdo cuando lanzas a la izquierda, estás demasiado cerrado'".

Sanchez es un duro trabajador, determinado a mejorar, pero es justo preguntarse si el cierre patronal tendrá un impacto negativo desde un punto de vista mental. No se permite a los jugadores comunicarse con los entrenadores. Es un cambio dramático para Sanchez, quien típicamente envía varios mensajes de texto a Schottenheimer por las noches para preguntar sobre el plan de juego semanal.

De algún modo, el "Jets West" de Sanchez está ayudando a llenar el hueco. Lo pone en rol de entrenador. Cada mañana, celebra reuniones de una hora en la oficina de su ex equipo de fútbol americano de preparatoria, enseñando jugadas y conceptos a una docena de compañeros.

"Cuando se lo digo a ellos", dijo, "hace raíz en mi cabeza una vez más".

Sanchez prepara guiones para las reuniones y prácticas, que proveen mejor comprensión de toda la ofensiva, y un aprecio por las tareas de Schottenheimer. Nunca volverá a dar por sentado la cantidad de detalle que debe cubrirse.

Sanchez también se ha rodeado de un nuevo grupo de apoyo. Su ex entrenador de preparatoria, Bob Johnson, está ayudando en su campamento. Es un conocido gurú de mariscales de campo, y mantiene un ojo vigilante sobre su pupilo.

El hijo de Johnson, Rob, un ex pasador de la NFL también está observando las sesiones; otro par de ojos. El veterano Mark Brunell, de 40 años de edad, quien se convirtió en mentor para Sanchez la temporada pasada, está participando y eso provee un nivel de confort.

"Son muy amigables conmigo, pero no demasiado hasta el punto que no pueden dirigirme", dijo Sanchez. "Ven muchas cosas que Schotty ve. Saben lo que se supone debo estar haciendo".

Sanchez disfrutó grandes adelantos en su segunda campaña, dando la vuelta a su proporción de touchdowns a intercepciones de 12-20 a 17-13. Se confirmó como un ganador, liderando a los Jets a un Juego de Campeonato de la AFC por segundo año al hilo, pero está lejos de ser un producto terminado.

Ranqueó cerca del sótano de la liga en la mayoría de categorías estadísticas, incluyendo porcentaje de pases completos, apenas 54.8. Quizás sea quien es, alguien que nunca será un gran pasador de números, pero no hay manera de negar sus intangibles. Ya ha ganado cuatro partidos de playoffs, todos de visita.

"Pienso que será un gran año para él, desde el punto de vista del liderazgo, rompiendo la barrera", dijo el receptor abierto Braylon Edwards. "Podríamos un ganar un adicional de tres partidos por su habilidad para liderar y capacidad".

Físicamente, Sanchez está en un mejor lugar que el año pasado. Por la cirugía de rodilla, se perdió gran parte de la temporada baja. No podía hacer nada sobre el campo hasta mediados de junio, así que se encerró en la sala de video. Este año, se trata de lo opuesto.

Sanchez trabaja cuatro días a la semana con su asistente personal, Todd Norman, quien ha diseñado algunos ejercicios específicos para mejorar el trabajo de pies de su pupilo. En algunos días, se dirigen a la playa, realizando ejercicios de retroceso y escape en la arena.

Los curiosos se detienen a ver, instantáneamente reconociendo al popular pasador. Sanchez no le importa si atrae a una muchedumbre; estás hablando de alguien que se ejercitó el pasado 4 de julio en la siempre llena Newport Beach.

"Siempre quiere trabajar y siempre quiere mejorar", dijo Norman. "Este paro le ha dado mayor oportunidad de alistarse para la campaña".

Sanchez hará cualquier cosa para mejorar, siempre lo ha hecho. Cuando asistía a USC, solía organizar campamentos similares para sus receptores, invitándolos a hacer la caminara de 90 minutos hasta su casa. Como en "Jets West", ponía la comida y la diversión, a menudo llevando a sus compañeros a un parque acuático cercano. Les lavaba la ropa, también.

Se rió mientras recordaba aquellos días inocentes.

"Entonces, era dura porque realmente no podía comprar nada", dijo. "Debíamos guardar nuestro dinero sólo para poder entrar al parque acuático juntos".

En "Jets West" los compañeros de Sanchez se hospedan en villas en un conjunto frente al mar. Los tiempos han cambiado, pero algunas cosas siguen siendo iguales. Sigue siendo un mariscal de campo, tratando de prepararse --y a su equipo-- para una temporada.