Ramiro Guillot 13y

Los Pampas, íntimos

BUENOS AIRES -- "Mirá, mirá, mirá, sacale una foto, se vuelven a Pretoria con el.... roto" Un hitazo interpretado por los Pampas XV y dedicado obviamente a los Blue Bulls, que sonó a full en el vestuario luego de la histórica, grandiosa, inolvidable obtención de la Vodacom Cup sudafricana.

Los festejos continuaron en el hotel, en donde se armó un típico tercer tiempo argentino -fue costumbre cada vez que fueron locales-, al que asistieron los derrotados Bulls, dirigentes de la Unión Sudafricana y hasta Peter de Villiers, coach de los Springboks, que del Profert Olën Park se fue derechito a felicitar a los ganadores y a disfrutar de unas buenas hamburguesas con queso y de alguna que otra cervecita bien helada.

En la reunión, que duró aproximadamente una hora y media, hubo entrega de plaquetas, de camisetas y de corbatas. ¿La música que decoró el momento? El regaetton, la vedette de la noche.

¿Qué hicieron los campeones post tercer tiempo? A las 22.30, en una de las salas del hotel, se llevó a cabo la charla de cierre de gira. Todos los jugadores e integrantes del staff técnico tuvieron la palabra. Lógico, todo lo que se dijo estuvo acompañado de fortísimos aplausos, mucha emoción y varios lagrimones.

Luego, a eso de la 1.30 de la mañana, todo el plantel le apuntó a los bares de la apática Potchefstroom, para bajarle el telón a un día inolvidable para ellos e histórico para todo el rugby argentino.

Este sábado, a las 16 (hora local), y con el calendario marcando el día 84 (arribaron el 20 de febrero), los Pampas, abrazo mediante con el personal del lugar y un cálido "see you soon", se despidieron del PUK Sports Village y partieron rumbo a Johannesburgo. ¿El objetivo? Comerse un flor de asado en la embajada argentina en Sudáfrica. Claro, Carlos Sersale, embajador en tierra Bok desde 2006, es un súper fan de este equipo desde el minuto uno. Es más, el miércoles pasado también les armó un asado en Potchefstroom y, cuando los Pampas tuvieron una semana de vacaciones, alojó a ¡19! en su casa.

El cierre definitivo de este viaje de ensueño, que estuvo marcado por la unión grupal y el sacrificio, fue este domingo, cuando el avión 226 de South African Airways, luego de 11 horas de vuelo, aterrizó a los campeones en la Terminal A del Aeropuerto de Ezeiza. Ese fue el final de esta aventura; ese fue el principio de muchas otras...

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