EFE 13y

Así jugó Paraguay en la final

BUENOS AIRES -- Así jugó Paraguay la final de la Copa América 2011 frente a Uruguay, disputada en el estadio Monumental de Buenos Aires:

Justo Villar (2): Sin duda, lo mejor de Paraguay en la final y en el torneo. Decisivo en cuartos y semifinales, hoy ofreció de nuevo un amplio repertorio de paradas ante el potencial ofensivo rival. Salvó un remate de Lugano, sacó un mano a mano a Forlán, despejó con agilidad un tiro de Eguren... No pudo hacer nada en los goles.

Piris (2): El lateral, de 22 años, el más joven del experto once inicial paraguayo en la final y hoy ubicado en la derecha, cumplió en el carril diestro. Atento en defensa, rápido al cruce y valiente en sus subidas por banda, completó un buen partido, por encima del nivel medio de su equipo.

Da Silva (0): El veterano central, que juega en el Zaragoza, naufragó en muchas de las acciones del encuentro. Derrotado siempre en sus duelos con Forlán o Luis Suárez, tampoco tuvo seguridad en los balones aéreos ni fiabilidad en la salida de balón. Verón y él protagonizaron un inesperado caos defensivo ante el ataque rival.

Verón (0): Calificado por su seleccionador, Gerardo Martino, como uno de los mejores defensores de Suramérica, hoy suspendió en la zaga 'albirroja'. No tuvo ni la contundencia ni la inteligencia ni la velocidad necesaria para frenar a Luis Suárez, quien le superó siempre, en cada pelota. Firmó un partido decepcionante.

Marecos (1): Situado en el lateral izquierdo. Correcto en su posición, en las tareas defensivas, aunque apenas apareció en ataque. Por debajo del nivel esperado, como prácticamente todo su equipo. Mejoró en la segunda mitad, cuando se sumó a las jugadas ofensivas por el flanco zurdo.

Vera (1): Su selección echó de menos más continuidad en sus apariciones por la banda derecha. Demasiado intermitente, mostró detalles de su clase en un par de envíos al área, uno de ellos milimétrico al remate fallido de Valdez en la única opción paraguaya en el primer tiempo. Fue sustituido en el minuto 64.

Ortigoza (0): Su lentitud quedó al descubierto desde el primer segundo del encuentro en el Monumental. Ni cortó ni distribuyó juego, agobiado por la presión del medio campo oponente, y fue irrelevante en la construcción futbolística de su equipo. Además, el segundo gol en contra llegó por un error suyo.

Víctor Cáceres (1): El futbolista, que jugó de medio centro, pero que se incrustó varias veces en la zaga, ofreció un buen despliegue defensivo. Su físico y su colocación le permitió robar unas cuantas pelotas peligrosas. Le faltó más presencia en el ataque, pero sobre todo más protagonismo en las tareas de creación de su conjunto. Fue sustituido en el minuto 64 por Hernán Pérez.

Riveros (1): No entró tanto en juego como necesita su selección. Y eso lo notó Paraguay, que perdió durante muchos minutos su buena capacidad ofensiva. Le faltó llegar más al área rival con posibilidad de poner a prueba su disparo.

Haedo Valdez (2): Junto a Justo Villar y Piris, lo más positivo de Paraguay en el duelo de este domingo. Muy desasistido durante buena parte del choque, aportó entrega, carácter y las opciones más claras de su equipo en ataque, como un disparo en la segunda parte que se estrelló en el larguero, ya con 2-0 en el marcador.

Zeballos (1): Fue la sorpresa de la alineación titular. Combativo en el ataque no dispuso de ninguna ocasión clara de gol. Presionó, corrió y peleó con la zaga uruguaya, pero sin resultado. Fue suplido por Lucas Barrios a falta de un cuarto de hora para el final.

Estigarribia (1): Martino tiró del talento del centrocampista a falta de menos de media hora para el final del choque. Ya perdía 2-0. Su calidad se notó en la movilidad y la transición hacia el ataque de la selección paraguaya, aunque no se tradujo ni en ocasiones ni en goles.

Hernán Pérez (1): El extremo, que entró al terreno de juego en el minuto 64 por Vera, corrió con velocidad y habilidad en la banda derecha. Dio profundidad a su equipo por la derecha, protagonizó buenos regates e incomodó a Martín Cáceres.

Lucas Barrios (s.c.): El atacante, fuera del once inicial, saltó al campo a falta de menos de quince minutos para el final, con un marcador muy adverso y sin tiempo para demostrar sus cualidades.

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