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El campeón de la vida

Maturana, Leoz y Figueredo visitaron al DT Getty Images

PEREIRA (Enviado especial) -- La visita de los máximos dirigentes de la Confederación Sudamericana de fútbol a Luis Fernando Montoya sirvió para volver a colocar en primer plano la impresionante lucha que lleva el director técnico desde hace siete años, cuando tras un intento de robo quedó cuadrapléjico.

En 2004, Montoya era uno de los entrenadores más importantes de América. Había llevado a un equipo mediano de Colombia a la cima del fútbol mundial tras vencer en una final histórica al Boca de Carlos Bianchi, ni más ni menos. Estaba en lo más alto. Pero algo sucedió, el destino dirán algunos, la inseguridad en las calles otros. Lo cierto es que Montoya fue atacado por ladrones y ya no pudo volver a caminar ni a moverse con normalidad.

Tras ser herido por un disparo en la médula espinal, Montoya perdió la movilidad en sus miembros superiores e inferiores y desde entonces se ha sometido a un programa de recuperación que incluyó trasplante de células madre en 2005, entre otros tratamientos muy complejos.

La Copa del Mundo sub 20 fue una excusa perfecta para que la Conmebol decidiera acordarse de uno de los hombres más importante del fútbol colombiano en los últimos años, el único campeón de América junto a Pacho Maturana. Nicolás Leoz y Eugenio Figueredo visitaron al DT en su finca de Antioquía y, ante todo, hablaron de este deporte que sigue apasionando a Montoya de la misma manera que cuando empezó su carrera en los bancos de suplentes. Esa vida de docente comenzó casi con su propia existencia, ya que nunca jugó de manera profesional y siempre se destacó como estratega.

Los dirigentes le entregaron una réplica de la Copa América e intercambiaron opiniones sobre este Mundial que paralizó a Colombia. Además, le ofrecieron escribir una columna mensual en la revista de la Conmebol, una publicación que circula por 108 países.

Leoz y Figueredo se comprometieron de una vez por todas a ayudar economicamente a Montoya, quien necesita dos bicicletas especiales para continuar su recuperación. El campeón de la Copa Libertadores 2004 no olvidó nunca su principal objetivo de vida: recuperarse para volver a trabajar en su pasión. Sólo necesita mejorar la movilidad, porque no perdió su lucidez de siempre. Su recuperación total sería una gran noticia para este fútbol cafetero que sueña con resurgir.

Desde el accidente, Montoya se ha convertido en un verdadero ejemplo para los colombianos. De hecho, su tenacidad y espíritu de superación le otorgaron el apodo de "Campeón de la Vida".

"Esto me da ánimo para seguir luchando", dijo Luis Fernando Montoya a los medios que se acercaron a su finca para cubrir el encuentro con los directivos sudamericanos. Si el fútbol es capaz de darle fuerza a un hombre que lucha por mejorar su calidad de vida, entonces ya cumplió que su objetivo y todo lo demás será secundario.