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Perdieron Nadal y Federer, pero Nole no

CINCINNATI -- Doble golpe a los monstruos. El español Rafael Nadal, N° 2 del mundo, dejó en claro que sigue sin estar en un buen nivel en la gira norteamericana de canchas rápidas al perder su duelo con el estadounidense Mardy Fish, reciente finalista en Montreal, en un choque de cuartos del Masters 1000 de Cincinnati. Y el suizo Roger Federer (3°) cayó ante el checo Tomas Berdych. Quien no cayó en el embrujo de los gigantes fue el serbio Novak Djokovic (1º), quien derrotó al francés Gael Monfils (6º).

Fish, en su mejor momento como profesional, se dio el gran gusto de ganarle por primera vez a Nadal, al vencerlo por 6-3 y 6-4.

El local, ubicado como 7° cabeza de serie, eliminó a un Nadal que, si bien viene de ser campeón de Roland Garros y finalista de Wimbledon, no está rindiendo bien en cemento. Ahora el español supera por 6-1 a Fish en los choques entre sí.

Fish, actualmente el mejor tenista de Estados Unidos, explotó su propuesta ofensiva, su gran y oportuno saque, además de hacerse fuerte en varios pasajes en los intercambios desde el fondo y en situaciones de defensa. Sin dudas, fue superior a Nadal y se mereció la victoria.

Así, Fish avanzó por segundo año consecutivo a las semifinales de este torneo en su país, ya que el año pasado fue inclusive finalista.

El cansancio y quemaduras en las yemas de los dedos de una mano contribuyeron en contra de Nadal. El segundo preclasificado necesitó de tres desempates y tres horas y 38 minutos para superar el jueves a su compatriota Fernando Verdasco y luego jugó una hora y 10 minutos en un partido de dobles.

Para colmo de males, Nadal jugó el torneo con vendas en dos dedos de la mano derecha que se quemó al tocar un plato caliente en un restaurante. Y sufrió molestias por ampollas en el pie izquierdo, de las que fue atendido en el segundo set.

Fish, agresivo y punzante, aprovechó esas ventajas y mantuvo a Nadal corriendo de un lado a otro de la cancha, al imponerse en una hora y 40 minutos de juego.

Después de algunos games en una tarde soleada, la remera verde de Nadal ya estaba empapada en sudor. El español se mostró particularmente calmado la mayor parte del encuentro y en los cambios de lado se colocó una toallas con hielo en el cuello y las piernas.

Nadal nunca fue capaz de romper el servicio del estadounidense, ni de aprovechar alguna de las cuatro ocasiones que dispuso. Sin embargo, cedió el suyo dos veces, una en cada set. La primera vez lo entregó con una doble falta, en el cuarto juego del set inicial. La segunda fue en el quinto parcial del segundo.

El norteamericano cerró el choque con 12 aces, para conseguir así la victoria más importante de su carrera deportiva. Y lo celebró junto con el público local, que gozó mucho y lo aplaudió por el impacto de lo que significa un éxito de tanta magnitud.

Para Nadal se trató de otro duro golpe en superficie dura y emprenderá viaje a Nueva York, para prepararse pensando en retener la corona que obtuvo en el US Open en 2010.

En semi, Fish se medirá con el escocés Andy Murray, N° 4 del mundo, quien derrotó al francés Gilles Simon y se instaló con lógica en las semifinales al imponerse por 6-3 y 6-3 en una hora y 35 minutos de juego.

Murray fue el primero en meterse en las semifinales de este tradicional torneo tras imponerse a Simon, el décimo cabeza de serie. Así, el británico ganó sus tres partidos de esta semana sin ceder un set.

El ganador conectó ocho aces, contra sólo dos de su rival, mientras que si bien aprovechó pocas chances quebró en los momentos oportunos, al lograr 4 de las 11 oportunidades. El galo apenas rompió una vez el saque del británico, sobre cuatro ocasiones.

Con este triunfo, Murray se puso 7-1 en los duelos personales frente al galo, con el plus de que ganó los siete últimos. Además, es la tercera vez que se miden en 2011, en todos los casos en torneos Masters 1000.

El escocés, ganador este año del torneo de Queen's, en Londres, y finalista del Abierto de Australia, logró derribar la dura resistencia de Simon, verdugo del español David Ferrer (5°) en octavos de final.

Murray, campeón en Cincinnati en 2008, busca recuperar confianza y ritmo de juego tras haber perdido en su debut en Montreal, en especial con vistas al inminente Abierto de Estados Unidos, que comienza el 29 de este mes en Nueva York.

En la zona superior del cuadro, Federer, actual bicampeón, perdió con Berdych (8° favorito) por 6-2 y 7-6 (7-3) en una hora y 31 minutos. El helvético se impone ahora 9-4 en los choques contra el checo, pero con el agravante de que cayó en tres de los cuatro últimos.

Federer sigue con altibajos pronunciados y un ítem clave fue el hecho de no haber contado con una sola oportunidad de poder romperle el servicio a Berdych.

Federer, cuatro veces ganador en Cincinnati, no pudo con un Berdych muy firme con el saque. El helvético fue incapaz de poner en apuros el servicio del checo. Berdych tuvo el viento a favor con el 'break' en el tercer y octavo juego. Después, fue mejor en el desempate del segundo parcial.

El suizo, que este año sólo ganó un título, en Doha, y que perdió las finales en Roland Garros y Dubai, padeció otro traspié de cara al US Open, uno de sus torneos predilectos.

El checo se medirá en la otra semifinal con Djokovic, N° 1 del ránking mundial de la ATP, quien derrotó 3-6, 6-4 y 6-3 al francés Monfils en un partido vibrante y muy disputado.

El serbio llevó a 8-0 su estadística personal ante el francés, al que también había superado el viernes pasado, en Montreal, en cuartos, en dos cómodos parciales.

Esta vez el francés le quebró el servicio al inicio del partido y logró varios tiros espectaculares, hasta arrancarle aplausos al serbio.

Djokovic le quebró el saque para finalmente ponerse al mando en el segundo set y lo hizo dos veces más en la tercera manga.

Djokovic acumula ahora 56 triunfos y apenas una derrota en esta temporada, en la que ganó nueve de los diez certámenes que disputó. Y logró el pasado domingo, en Canadá, el récord de cinco títulos Masters 1000 en un solo año.

Este certamen está dotado con 2.592.000 dólares en premios y se disputa en canchas de cemento, siendo la última cita importante antes del US Open, el último Grand Slam del año.

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