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Sólo aceptable

BUENOS AIRES -- Ni bien empezó la decisiva segunda semana, el US Open ya se quedó sin representación latinoamericana. A la hora del balance, hay que valorar lo hecho por los jugadores de la región, ya que no venían en gran forma. Juan Mónaco fue el único en llegar a los octavos de final, mientras que otros tres varones argentinos accedieron a la tercera rueda. Está claro que, lejos de otros años de gloria, el saldo resultó aceptable, aunque no muy positivo.

Ante todo, nadie debe olvidar que la mayoría aterrizó en la caliente e imponente Nueva York con escasos triunfos a cuestas en la gira norteamericana sobre canchas de cemento. Por peso propio, Juan Martín del Potro, ex N° 4 del mundo, era el hombre a seguir. Ausente el año pasado por lesión, no pudo intentar revalidar la corona de su único Grand Slam ganado, en el Abierto de Estados Unidos de 2009, pero esta vez se marchó en la tercera ronda.

Al fin de cuentas, fue Mónaco, quien se siente mucho más cómodo en arcilla, el que más escaló en el último de los cuatro 'Majors' de 2011. Y justamente había sido él quien más ruedas superó en un torneo previo, el de Winston Salem, en la semana anterior a la cita neoyorquina. En el US Open, fueron Del Potro, David Nalbandian y Juan Ignacio Chela los tres que alcanzaron la tercera ronda.

Así, los cuatro mejores argentinos tuvieron un poco más de rodaje y este certamen les sirvió de antesala para la durísima semifinal de la Copa Davis que jugarán la semana próxima, en Belgrado, ante el campeón Serbia. Igual, el panorama será durísimo ante el rey Novak Djokovic y compañía, pero sin dudas que las victorias conseguidas en Nueva York los ayudarán a llegar con mayor ritmo de juego y confianza.

De los 17 participantes de América Latina, entonces llegó uno solo a octavos, tres se despidieron en la tercera rueda, cinco cayeron en la segunda ronda y ocho fueron eliminados en el debut. En total, 13 perdieron contra rivales mejores ubicados en el ránking, ya sea de la ATP para los hombres o bien de la WTA, en el caso de Gisela Dulko. Además, nueve cayeron ante cabezas de serie y cinco frente a rivales ubicados entre los cuatro grandes favoritos.

Esto, de alguna manera, sirve para atenuar bastante la tarea grupal. Pensar que hace un año solamente Nalbandian y Dulko llegaron a la tercera rueda en el US Open. Así, la labor de conjunto fue la mejor de los tenistas de la región en un Grand Slam en canchas rápidas desde el Abierto de Australia de 2010. Igualmente, es evidente que hubo tiempos mejores, con jugadores que hicieron ruido en serio y se robaron muchos aplausos.

Vayamos primero, entonces, a lo que hizo Mónaco (36°). Eliminó a duros rivales, como el italiano Andreas Seppi (51°), el checo Radek Stepanek (23° preclasificado; ex top-10), quien abandonó por lesión, y el alemán Tommy Haas (475°; ex 2°), cediendo apenas un set en total y en tie-break. Finalmente, en octavos padeció al huracán Roger Federer (3°), logrando apenas tres games. El suizo, quíntuple dueño del título en Nueva York, lo demolió con velocidad y agresividad, sin darle respiro.

Arrasado por quien es considerado el mejor de la historia, Mónaco se quedó con ganas de haber dado pelea, de ser más regular y punzante, como en los duelos previos. Igual, el argentino igualó sus mejores tareas en los Grand Slam, ya que hizo octavos en Roland Garros y el US Open en 2007, siendo esta la primera vez que se convierte en el latinoamericano que más escaló en un 'Major'. En tanto, en 13 de sus 18 participaciones anteriores en los Grand Slam de canchas rápidas, había perdido en la primera rueda.

Por eso mismo, pese a la forma en que perdió, para Mónaco fue un campeonato para recordar en su carrera. Distinto fue el caso de Del Potro (18° favorito), de su misma ciudad, ya que "La Torre de Tandil" venció a dos rivales inferiores en sets corridos y, si bien cayó ante uno mejor clasificado, como el francés Gilles Simon (12°), tuvo posibilidades y bien pudo conseguir otro triunfo.

Alentado por el público, Del Potro no pudo hacer pesar los antecedentes contra Simon, al que había superado en dos Grand Slam, en la tercera rueda del US Open 2008 y en el reciente Wimbledon. Indescifrable, cambiando los ritmos y las alturas, el galo confundió muchas veces al potente argentino. Así, Del Potro, que necesitaba una victoria importante para creérsela más, falló al jugar mucho de manera frontal, con pocos ángulos abiertos y sin sorprender demasiado al europeo.

Se llevó el set inicial y luego cayó en cuatro parciales, dos en tie-break, lo que le dejó un sabor aún más amargo. El gigante es consciente de que aún le falta sumar más éxitos y confianza para volver a ser el que supo ser, una de las principales amenazas para las estrellas. En tanto, la situación de Nalbandian, ex N° 3 del ránking y ahora 76°, es diferente porque mostró un claro crecimiento, en búsqueda de seguir recuperando terreno perdido.

El talentoso argentino -semifinalista del US Open en 2003- arrancó con dudas, cediendo un capítulo frente al local Bobby Reynolds (118°) para luego derrotarlo en cuatro sets. Contra el siempre duro croata Ivan Ljubicic (30° cabeza de serie) fue similar, aunque cedió el segundo. Allí se lo vio suelto, atrevido, decidido a atacar y con su abanico tan rico de variantes, para achicar la desventaja frente al croata, con quien había caído en cuatro de los cinco últimos choques.

En la tercera rueda, el obstáculo ya fue de otro calibre. Arrancó sometiendo al español Rafael Nadal (2°) y poniéndose 5-3 arriba. Por momentos, sus dos golpes siempre más criticados, el saque y la derecha, le dieron valiosos réditos, pero fue cayendo ante las garras del mallorquín, defensor del título, y el principio del final fue haber perdido el set inicial. Fue una sombra en el segundo y levantó y dio batalla pero cayó en el tercero, con una imagen recuperada y alentadora.

En tanto, Chela (24° preclasificado) dispuso del mejor cuadro, venciendo a dos adversarios inferiores, el primero de ellos por abandono, para caer en la tercera vuelta con el agresivo y ascendente zurdo estadounidense Donald Young (84°) en tres sets. Para el dueño de casa, esta ya es su tarea suprema en un 'Major', gracias a que supo atacar y desbordar a un Chela que llegaba con varias dudas y sin ningún triunfo en la gira previa.

Para Chela, quien arribó a cuartos de final en este certamen en 2007, fue igualmente un balance favorable, ya que a los 32 años sigue dando buenas noticias, tras haber sido cuartofinalista del Abierto de Francia tres meses antes. En cambio, el chileno Fernando González, ex 5° del mundo y hoy 296°, y el brasileño Thomaz Bellucci (35°) se marcharon rápidamente, en busca de mejorar cuanto antes.

Un párrafo aparte para otros dos sudamericanos que sí tuvieron al menos una sonrisa. El colombiano Alejandro Falla (119°) dio una gran sorpresa al vencer al serbio Viktor Troicki (15°), próximo rival de Argentina en la Davis, pero cayó ante el experimentado Haas, luego víctima de Mónaco. En tanto, Dulko (58ª) superó a la canadiense Rebecca Marino (39ª) y perdió con la bielorrusa Victoria Azarenka (4ª favorita).

De esta manera, las canchas duras de Flushing Meadows vieron un andar irregular de los latinoamericanos, con el dato de que, los que ganaron en la apertura, perdieron en segunda o tercera rueda o bien en octavos sin llevarse un solo set, excepto Del Potro. Así, los fanáticos de la región vuelven a ver "de lejos" la definición de uno de los cuatro grandes torneos, a la espera de que sus mejores exponentes recuperen la confianza y el juego deseados. Por eso, la ilusión vuelve a postergarse.

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