BRISTOL -- El viernes comienza el camino por hacer realidad el mismo sueño que cada cuatro años hemos esperado lograr y que hasta el verano de 2010 nos vio frustrados por no lograr, aunque cada vez se está mas cerca. Las ilusiones se han mantenido intactas en el tiempo y no hubo derrota capaz de hacernos renunciar a este deseo que acompaña a más de 30 millones de venezolanos, que confían de una buena vez poder torcer la historia.
Como venezolanos hemos aceptado las derrotas, pero igual en nuestra historia hemos logrado quebrar lo que parecía costumbre y es que dejamos hace años de ser una factura que se venía a buscar, y que la clasificación, para otros, estaba cerca en la medida que mas goles nos hicieran. La torcimos y la doblegamos cuando con trabajo, respeto, actitud y determinación empezamos a darle forma a lo que es hoy el fútbol venezolano.
Que aquel cuarto lugar en la Copa América no es producto de la casualidad ni tampoco es por obra y desmérito de los "grandes" que fracasaron en la justa. El asunto es que hemos luchado por esto y sabemos que tarde o temprano ha de venir el momento en que suene el "Gloria al Bravo Pueblo" en un mundial.
Ciertamente, existen los que aun insisten en vernos como la Cenicienta y que hasta nos ven con excesiva confianza, por aquel mito de que "al venezolano no le importa el fútbol". La verdad no les hago caso, por mí que mientras más se la crean, peor para ellos. Estoy seguro que si no se cuidan de nosotros lo van a pasar mal, pues venimos decididos a quebrar la historia.
En el camino tendremos reveses y varios resultados frustrantes, pero lo importante es seguir demostrando que nos levantaremos una y otra vez. No descansaremos ni daremos pasos atrás en lo que hasta hoy se ha logrado. Y como dijo César Farías: "Ir al Mundial ya es una obligación". Pues llegó la hora, el momento de torcerla.
Que respetamos a cada rival y jamás nos agrandemos, pero que a la vez nuestra convicción es de "no ser menos que nadie en la cancha", y que si Uruguay, Argentina, Paraguay y Chile son candidatos a clasificarse, nosotros también lo pensamos así, tal como el resto que jugarán la eliminatoria.
Bienvenidos los que de corazón vengan a vestirse de Vinotinto, que estén dispuestos a sudarla al máximo: peleando cada pelota, ganado en cada pique, regresando a tiempo a parar al rival, con la actitud que vimos en la Copa y que nos llenó de orgullo. Los Amorebieta, Feltscher y Álvarez que salgan a ganarse el lugar en el equipo y los que no quisieron estar, simplemente no hacen falta.
Desde ya, "Vamos venezolano a torcer la historia", en la ruta 2014 que inicia en el Atahualpa de Quito, que el himno en 2014 hay que escuchar.