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De regreso a San Luis

ARLINGTON -- Aficionados y Fanáticos al "Rey de los Deportes": Luego de presenciar uno de los regresos más espectaculares en la historia de los Clásicos de Otoño, lo único que nos dejó por seguro el cuarto juego de ésta serie, es que el campeón de la temporada 2011 se definirá en St. Louis.

Los Cardenales fueron incapaces ofensivamente hablando ante la serpentina de Derek Holland y por esa "magia" que solo un deporte como el beisbol posee, una novena que había explotado la noche anterior con 15 imparables y 16 carreras, fue blanqueada por el zurdo de 25 años de edad.

Holland fue la estrella máxima de los Rangers, en primer lugar, porque sus abridores han estado tan inefectivos a lo largo de la postemporada, y han tenido actuaciones tan cortas, que el solo hecho de alcanzar la salida de calidad era ya sobresaliente. Pero el nativo de Newark, Ohio no se conformó con llegar al sexto episodio, pues sacó todavía el primer out de la novena entrada antes de que el descontrol apareciera, obligando a su manager a retirarlo de la loma en favor de Neftalí Feliz.

El abridor de los Rangers todavía le pidió a Washington una última oportunidad para tratar de culminar su obra, pero el dirigente, de manera inteligente, sabía que éste no es el lugar ni la situación para héroes personales, pues era un juego que estaban obligados a ganar.

Holland manifestó el día anterior a su apertura que tenía que trabajar en el aspecto mental. Con su poca experiencia en Grandes Ligas y siendo todavía un lanzador joven, reconoció que en escenarios importantes como la postemporada e incluso, la Serie Mundial del año pasado, no ha podido manejar los nervios y la adrenalina que corre por su cuerpo.

Esa era la prioridad con miras a ésta nueva oportunidad y, por lo realizado sobre la loma, sin lugar a dudas que lo consiguió. Su actuación es un reflejo del trabajo combinado de los dos elementos más importantes en la banca de los Rangers. El coach de lanzadores, Mike Maddux, que ha trabajado con las mecánicas, el repertorio y los detalles técnicos, no sólo de Holland, sino de todos los lanzadores del equipo, y el manager Ron Washington, que se ha enfocado más al aspecto anímico, en éste caso en específico, la situación que más requería ser reforzada.

A sólo segundos de subir a la loma, y cuando Holland regresaba de su calentamiento, Washington habló con él por un par de minutos, alentándolo y trabajando los últimos detalles de ese aspecto psicológico de confianza que tanto necesitaba su muchacho.

El otro héroe de la noche, Mike Napoli, simplemente se ha consolidado como uno de los favoritos del público en el Rangers Ballpark, y su cuadrangular de tres carreras en la baja de la sexta, resultó, por la forma en la que Holland estaba lanzando, el último clavo en el ataúd de los pájaros rojos.

Dicen que "no hay quinto malo", y lo que nos espera éste lunes para el último juego del año en Texas, promete mucho. El duelo de los dos "ases" de la rotación, está inclinado por completo a Chris Carpenter, que no ha perdido en toda la postemporada y registra ya tres victorias. Su rival de montículo, C. J. Wilson, por el contrario, busca su primera victoria en octubre.

Un duelo que además de todo, pondrá a cualquiera de los dos que resulte triunfador, a sólo una victoria de conseguir el título de la Serie Mundial. Un duelo que cerrará la acción beisbolera del año en Texas, y un duelo que no hay que perderse, porque seguramente al final, habrá tenido mucho peso en definir al nuevo campeón de las Grandes Ligas.