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¿Qué sigue para Guadalajara?

GUADALAJARA -- Con el epílogo de los Juegos Panamericanos se abre la gran interrogante: ¿Qué sigue para Guadalajara? Fue un camino largo y sinuoso en el que hubo encuentros y desencuentros entre autoridades deportivas, estatales, municipales y federales desde la primera solicitud en 1995 para organizar el evento para 2003, y posteriormente para este 2011.

Es evidente que tiene que haber un antes y un después para el deporte en Guadalajara, y en general para el estado de Jalisco, un territorio que a través de la historia ha sido 90 por ciento futbolero y el resto ha quedado para otras disciplinas poco aprovechadas por los encargados de impulsarlos. Las buenas en
Actualmente, el deporte profesional tiene su fortaleza en el futbol con tres equipos, uno que es el consentido como Chivas, el otro, Atlas que conserva a una afición abnegada pese a sus constantes descalabros, y el tercero, Estudiantes Tecos que no termina por identificarse ni con la comunidad que representa en la Universidad Autónoma de Guadalajara.

Mientras, los otros deportes están en el olvido o con eventuales proyectos de resurrección como el caso del béisbol. En 1995 dejó de existir la franquicia de los Charros de Jalisco, y al quedar en el abandono el estadio en el que jugaba, la Universidad de Guadalajara, propietaria del terreno simplemente decidió demolerlo. La idea, del empresario Armando Navarro Peña, quien ha sido el promotor de los Charros desde hace años, es que el estadio de Atletismo sea la nueva sede del equipo, pero ahora con la excelente respuesta que hubo en el estadio de béisbol de Lagos de Moreno que se construyó para los Panamericanos la idea es que se alternen los partidos. Es hasta el momento un bosquejo que no está cerca de concretarse aún.

Otra de las disciplinas arrumbadas es el basquetbol. Dos de las principales universidades, la UAG y la UdeG hace años que dejaron de enfocar sus recursos en el baloncesto y quedaron en el olvido no sólo sus duelos clásicos cuando ambas escuadras se enfrentaban en la duela, sino cuando animaban la Liga. Las dos instituciones cuentan con la infraestructura necesaria para revivir dichos proyectos, y si lo hacen no sólo se lo agradecerán sus estudiantes, sino los aficionados al basquetbol.

Y en lo que respecta al voleibol, tiro con arco, halterofilia, tiro deportivo, natación, clavados, raquetbol y un largo etcétera, los espacios ya están para que estos se desarrollen, fueron hechos para los Juegos Panamericanos, el desafío es que no se conviertan en elefantes blancos, ni se empolven o llenen de telarañas y al final se diga que son insostenibles. No por nada, Jalisco es doce veces campeón en las Olimpiadas Nacionales.

Queda claro que para Guadalajara ni el resto de sus municipios de la Zona Metropolitana pueden seguir igual en el deporte después de los Juegos, que ya no solamente se puede vivir del futbol, que no sólo hayan sido 15 días de glamour para posteriormente archivarse en el baúl de los recuerdos.
Viene entonces, el gran desafío.