La esperada revancha entre Manny Pacquiao y Juan Manuel Márquez recién ocurrió el 15 de marzo del 2008 y nuevamente tuvo a los jueces como protagonistas.
Como se esperaba, fue un combate reñido, muy parejo y donde ambos boxeadores terminaron con severos cortes. El mexicano tuvo un mayor porcentaje de golpes conectados. Sin embargo una caída sufrida por Márquez en el tercer asalto, tras recibir un duro gancho de izquierda, fue el factor decisivo en las puntuaciones finales. Las tarjetas fueron 115-112 para Pacquiao, 115-112 para Márquez y 114-113 para Pacquiao.
A cada embestida de Pacquiao, (Márquez) le devolvía una doble combinación que siempre llegaba a destino.
Después del combate, Márquez no escondió su frustración al comentar la decisión de los jueces. "Yo sé que gané y la gente también, por eso abuchean a los jueces", dijo. Sobre la caída, sostuvo que estaba frio. "Después fui yo el que mandó en la pelea".
Márquez tenía razón. Luego de esa caída, al igual que en la primera pelea entre ambos, consiguió ajustarse a la velocidad del filipino y lo superó en base a estrategia. Pacquiao se vio preso de su propio estilo y quedo sin reacción ante el contragolpe rival. Márquez asalto tras asalto fue acumulando mayor cantidad de golpes acertados y de poder. La receta para ello fue muy simple, el mexicano nunca se guardó un golpe del rival. A cada embestida de Pacquiao (Márquez) le devolvía una doble combinación que siempre llegaba a destino.
Es bueno recordar que nadie lastimó a Pacquiao de la forma que lo hizo Márquez. Tampoco debemos olvidar que el mexicano ha sido el que mejor ha entendido, descifrado y se ha adaptado al estilo de ataque caótico con el que Pacquiao ha logrado doblegar a casi todos sus rivales.
De todas maneras, la segunda batalla, al igual que la primera, pudo terminar con cualquier resultado y nunca se evitaría la polémica. Todas las conclusiones, necesariamente deberán pasar por el tamiz de la subjetividad. Por un lado tres jueces con miradas diferentes y por el otro, cada fanático tratando de ser ecuánime en un deporte donde el peor equilibrio es lograr la imparcialidad. Mi opinión es que Márquez ganó, aunque... también es cierto que puedo estar equivocado.