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Argentina busca una hazaña

Del Potro deberá vencer a Nadal para mantener las chances EFE

SEVILLA -- Se viene un domingo histórico para el tenis mundial. Para España, porque puede lograr por quinta vez la famosa ensaladera de plata. Y, para Argentina, en especial, lo será si llega a concretar la hazaña de remontar la desventaja de 1-2, que en realidad viene siendo 0-2 desde el primer día. Si logra triunfar en ambos singles, conseguirá su primera Copa Davis, ese mágico sueño pendiente.

Sin dudas, está más que claro que será muy difícil, por el nivel de los rivales, Rafael Nadal y David Ferrer, ubicados entre los mejores cinco jugadores del mundo, ambos invictos en casa y sobre cancha de arcilla. Por eso, si Juan Martín del Potro y David Nalbandian dan el batacazo, será nada menos que la segunda vez en toda las rica historia de la Davis que un equipo sale campeón tras haber empezado 0-2 la definición.

Hasta aquí, en más de 100 años de competencia en el principal certamen por equipos del tenis mundial, solamente Australia pudo imponerse por 3-2 luego de haber estado 0-2. Aquella proeza la concretó ante Estados Unidos, el máximo ganador de la historia, en Haverford, de visitante, en 1939.

Si bien se podrá decir que las rachas están para romperlas y que la historia es pasado, que todo puede cambiar, por algo esa hazaña de una remontada tan heroica se dio en una sola oportunidad. Por la presión de lo que hay en juego, no se trata de una tarea sencilla.

El año pasado, sin ir más lejos, Serbia se coronó por única vez en este campeonato masculino y fue la segunda ocasión en la que ganó el título un equipo que estuvo dos veces en desventaja (0-1 y luego 1-2), ya que terminó dando vuelta el marcador. En casa, festejó una hazaña inolvidable, contra Francia.

El último campeón que había llegado en desventaja de 1-2 al día definitorio y lo revirtió ganando ambos singles fue Rusia, cuando en 2002 venció por 3-2 a Francia, de visitante, en París-Bercy. La diferencia con el caso de los serbios es que aquella vez los rusos habían empezado la serie 1-0 arriba. Por eso, apenas en una oportunidad se había podido registrar una recuperación tan memorable como esta de los serbios y databa de 1964.

Habían transcurrido entonces 46 años para que el conjunto que estuvo 0-1 y 1-2 pudiera gritar campeón. Aquella vez, Australia superó a Estados Unidos como visitante, en Cleveland.

Además, hubo otros tres casos de naciones que se coronaron en la Copa Davis tras llegar en desventaja de 1-2 al domingo.

En 1953, Estados Unidos venció 3-2 a Australia, de local, en Melbourne. Antes, en 1927, Francia derrotó a Estados Unidos, como visitante, en Filadelfia. Y el primer ejemplo lo entregó Estados Unidos, cuando venció de local, en Brooklyn, a las Islas Británicas, en 1902. Esa fue la segunda final de la Davis en toda su rica historia.

¿Hacia dónde vamos con tantos recuerdos? Muy simple: esto sirve para que los fanáticos sepan cómo se fue gestando la historia de este tan tradicional y codiciado certamen y comprendan lo difícil que es recuperarse luego de estar abajo y triunfar en los dos últimos individuales. Por algo la historia marca que en general se impone el que llega adelante.

En esta final de 2011, en Sevilla, Argentina ganó por primera vez un dobles en una final de la Copa Davis, en su cuarta definición, ya que venía de caer en los tres anteriores, en Estados Unidos en 1981, en Rusia en 2006 y en Mar del Plata en 2008, en la única definición del equipo albiceleste en su propia tierra.

La diferencia con aquellas otras tres finales es que Argentina siempre llegó 1-2 al domingo luego de haber ganado un single en la primera jornada. Esta vez, viene de un 0-2 y quiere lograr una hazaña que apenas pudo conseguir en dos ocasiones en sus 57 años jugando este campeonato, desde su debut en 1923.

En 1990, el equipo albiceleste se recuperó de ese adverso 1-2 para superar de local a Alemania, en Buenos Aires. La primera oportunidad que se dio el gran gusto de recuperarse y festejar con dos victorias en la jornada decisiva fue en 1976, ante Brasil, en Sao Paulo.