<
>

La Dolfina, campeón contundente

BUENOS AIRES -- Con una nueva actuación brillante de Adolfo Cambiaso, La Dolfina aplastó este viernes por 16-10 a su clásico rival, Ellerstina, y se quedó con el título del 118º Campeonato Argentino Abierto de Polo, la perla más deseada de este deporte en todo el mundo.

Cambiaso siempre muestra lo mejor de sí en los momentos realmente trascendentes, y esta vez no fue la excepción. Con nueve goles, fue la gran figura de la cancha y llevó a su equipo a una consagración histórica, ya que hacía muchos años que una final del Argentino no terminaba con tanta diferencia en el marcador.

El "es un afanooo, suspendaloooo" de la hinchada de La Dolfina se hizo escuchar en La Catedral faltando un buen rato para el final. Y si bien tuvo la sorna y la exageración clásicas del fanatismo, por momentos el trámite del partido le daba un poco la razón.

Es que la supremacía de los de Cañuelas fue inapelable, tanto en el juego como en el tanteador. Si bien seis goles a simple vista no parecen conformar una diferencia tan abultada, los antecedentes ayudan a entender su importancia.

Las dos últimas finales del Argentino fueron parejísimas. El año pasado el título fue para Ellerstina, que logró el triunfo por 14-13. Y en 2009, un gol de Cambiaso en tiempo suplementario le permitió a La Dolfina festejar.

Para más datos, hay que remontarse a 2004 para encontrar una final que haya terminado con una diferencia mayor a un gol. Fue cuando Indios Chapaleufú II le ganó 15-11 a Indios Chapaleufú I. Nada más que decir.

Le superioridad del conjunto de Cañuelas sobre Ellerstina empezó a plasmarse desde el principio del partido. La Dolfina siempre estuvo en comando de las acciones, y sólo hubo gol a gol en los dos primeros chuckers.

Ya entre el tercero y el cuarto período, Cambiaso y compañía obtuvieron una luz de tres tantos a favor que ya nunca se achicaría. Por el contrario, con el paso de los minutos crecería.

En el único momento que Ellerstina pareció reaccionar fue en el sexto chucker, cuando salió a quemar las naves. Y fue a través del único de sus jugadores que estuvo a la altura de las circunstancias, Facundo Pieres, quien terminó el encuentro con ocho conquistas. Con él como un pulpo haciendo todo, los de negro lograron acortar a tres tantos una desventaja que había llegado a ser de cinco goles.

Pero fue sólo un espejismo. Enseguida Cambiaso tomó las riendas del trámite. Secundado por un Juan Martín Nero que también tuvo una gran tarde, con tres goles y una muy buena tarea defensiva, Adolfito llevó a su equipo a asegurarse el título faltando un chucker y medio por jugarse.

Los de Cañuelas llegaron a tener una ventaja de ocho goles al final del séptimo período. Después, con la cabeza más en el festejo que en el partido, tuvieron un par de desconcentraciones y Ellerstina descontó hasta el 16-10 final. Pero lo importante ya estaba hecho.