SANTO DOMINGO -- Uno de los temas más discutidos en esta última semana es la posible expansión de la Serie del Caribe para incluir a Cuba y quizás extender aún más para incluir a una de las ligas de Panamá, Nicaragua o Colombia en un futuro cercano.
Aunque el béisbol está saludable en República Dominicana, Venezuela y México, en general, el béisbol caribeño necesita una inyección de oxígeno y un cambio de formato para crecer. Pero el primer cambio que tiene que ocurrir es un cambio de actitud de los directivos del béisbol del Caribe.
El presidente de la Confederación del Caribe, Juan Francisco Puello Herrera --un ex presidente de la Organización Deportiva de Centro América y el Caribe (ODECABE) y un gran conocedor de la cuestión deportiva de la región-- dijo al salir del Congresillo de la Serie del Caribe que la inclusión de Cuba "está más cerca de lo que muchos piensan".
Para dar crédito en algo, es muy cierto que la Confederación como tal ha reconocido públicamente por años que la Serie del Caribe necesita renovarse para que tenga un futuro digno y que Cuba sería un gran paso en esa dirección.
Sin embargo, la Confederación no ha ido mucho más allá de las palabras. Desde el 2009 está imponiendo condiciones a las otras ligas, que para su mérito, están haciendo lo posible por cumplirlas para ser consideradas, pero la Confederación sigue literalmente pasando la pelota en vez de realidad detenerse a resolver el tema.
Puello Herrera dijo que en marzo piensa reunirse con las autoridades cubanas para comenzar un diálogo con miras a que Cuba pueda enviar una selección a la Serie del Caribe de 2013 en México. Por lo menos, desde mi punto de vista, esta es la primera vez que la Confederación haría algo proactivo en ese sentido y definitivamente es la primera vez que escucho un cambio de discurso. La excusa siempre había sido que Cuba "siempre ha estado bienvenida a la Serie, pero tiene que venir de ellos".
La Serie Nacional de Cuba sigue siendo tan competitiva como ninguna otra liga --al punto que se ha convertido en una finca "indirecta" de las grandes ligas dada la cantidad de cubanos que se han ido para jugar en las mayores. Los más recientes casos de Yoenis Céspedes, Aroldis Chapman, Gerardo Concepción, Kendrys Morales, Bárbaro Cañizares y Dayán Viciedo, entre otros, son un mero ejemplo de lo que sin duda será un incremento de cubanos en las mayores en los próximos años.
La Confederación como tal necesita bajarse de su pedestal y reconocer que su salvación está en la expansión. En estos momentos, la Confederación necesita a Cuba más de lo que Cuba necesita a la Confederación. Y dicho sea de paso, la Confederación necesita a Panamá, Colombia y Nicaragua también. En la globalización del deporte, entiéndase el Clásico Mundial, la Confederación no puede ser más papista que el Papa.
Puello y los presidentes de las ligas de Puerto Rico, República Dominicana, Venezuela y México tienen que hacer un mapa claro y legislar para la expansión. Después de todo, no existe mucha diferencia entre la liga colombiana y la Puerto Rico Baseball League, en términos de calidad y estructura con la excepción de que en Colombia están construyendo y en Puerto Rico están remendando.