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Juan Imhoff decide su futuro

Juan está analizando cómo sigue su carrera Getty Images

BUENOS AIRES -- No son tiempos calmos en la vida del Racing Metro parisino. El equipo, que a comienzos de temporada se había armado para pelear por cosas importantes, no festeja un triunfo desde el 23 de diciembre pasado (vs. Agen 26 a 8), deambula por la mitad de la tabla del Top 14, a 28 puntos del líder Toulouse, y quedó eliminado en la fase grupal de la Copa de Europa, habiendo ganado sólo un partido de los seis disputados.

Pero para colmo de males, además de que el plano estrictamente rugbístico es gris oscuro, también se conocieron cimbronazos dentro de la cocina del club. Porque la explosiva salida del marketinero tercera línea francés Sebastien Chabal, que al dejar la entidad declaró que su relación con el coach Pierre Berbizier fue un suplicio, no hizo más que caldear los ánimos internos del plantel y, claro, puso la muñeca del entrenador en el ojo de la tormenta.

Ese el clima que se respira en este club fundado en 1890 y que, hasta la fecha, se coronó en cinco oportunidades como campeón de Francia. Y sumergido en este habitat poco feliz se encuentra Juan Imhoff, quien lejos de echar más leña al fuego intenta distanciarse del convulsionado presente de su equipo. "Estoy acá hace cuatro meses solamente y, la verdad, no sé demasiado lo que está pasando. Es más, de las charlas que tenemos sólo entiendo la mitad por el tema del idioma. Para mí éste es un gran club, que sólo está atravesando un mal momento. Tampoco hay que ser extremistas", le dice a Scrum la joyita rosarina, que en lo que va de la temporada condimentó la cancha con su pimienta en 11 partidos (diez como titular; cuatro tries).

El ex Duendes, de sólo 23 años y que tiene como compañeros a Juan Hernández, Juan Pablo Orlandi y Alvaro Galindo -Gonzalo Quesada es coach de patadas-, aterrizó como medical joker y, velozmente, se ganó un lugar entre los titulares. Claro, los dirigentes parisinos, ni lentos ni perezosos, le ofrecieron renovar el vínculo, aún sabiendo que el back es un potencial integrante del plantel argentino que disputará el Rugby Championship. "Tengo una propuesta concreta para firmar por tres temporadas más", cuenta.

-Pero el presidente del club, Jackie Lorenzetti, declaró hace pocas semanas que no quería fichar a jugadores argentinos por la superposición del calendario con el Rugby Championship...
-Sí, lo sé, y justamente por eso me sorprendí cuando me lo ofrecieron. A mí me dijeron que, si me convocan, podría jugarlo sin problemas.

-¿Entonces renovarías?
-Lo estoy decidiendo, porque por suerte también tengo ofertas de otros clubes. Además, también depende de lo que haga Juan (Hernández)...

Juan lo nombra a su tocayo y es comprensible que así sea. Porque cuando el rosarino ancló en la bonita ciudad París, fue el Mago el que lo recibió en su casa y lo contuvo cuando, durante el primer mes, el wing no se acostumbraba a estar lejos de su familia y amigos. Hoy por hoy, y al igual que él, el apertura también está deshojando la margarita de su futuro, con tres ofertas firmes sobre la mesa: renovar con el Racing, volar hacia Auckland Blues de Nueva Zelanda o caminar un par de cuadras para sumarse al Stade Francais -esta última ganaría la pulseada-. "Haga lo que haga de mi vida lo hablaría muchísimo con él. No te digo que si Juani se va yo también me iría, pero... Siempre es importante que haya algún argentino en el equipo. Por eso lo que decidan él y los chicos (Galindo, Orlandi y Quesada) va a pesar en lo que termine arreglando yo", avisa.

-Llegaste a Europa hace cuatro meses y ya tenés ofertas de varios clubes, ¿sentís que te insertaste en el mundo profesional?
-Creo que sí. Tuve la suerte de comenzar mi carrera en Europa jugando en un club grande como Racing y nada menos que con Juan Hernández como compañero.

-Picaste alto de arranque...
-Se podría decir, je. La verdad es que soy un caradura que ama lo que hace y que tiene la suerte de poder vivir de lo que le gusta. ¿Te parece que me puedo quejar de algo?