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Sin sombras rusas

¿Por qué un atleta que ganó dos de los últimos tres mundiales de una especialidad no es considerado, al año siguiente de su última victoria universal, favorito para obtener el oro olímpico? Sólo una razón puede hacer que esa situación no sea una paradoja. Y es que el principal candidato para esa presea dorada sea uno de los mejores -sino el mejor- en la historia de la especialidad.

No es una paradoja, entonces. Porque esa situación hipotética es la descripción perfecta de lo que ocurre con la saltadora con garrocha brasileña Fabiana Murer.

Ella tiene frescos todos los pergaminos para ser número puesto para el primer lugar en el podio de los Juegos Olímpicos de Londres. Pero no lo es; por el simple motivo de que enfrente la tendrá a la rusa Yelena Isinbayeva, dueña del récord mundial del salto con garrocha y dominadora absoluta de este deporte antes de su bajón anímico y de rendimiento que comenzó en 2010.

El mismo año en el que la brasileña, nacida el 16 de marzo de 1981 en Campinas, logró su primer gran impacto. Se quedó con el título en el mundial de atletismo bajo techo, en Doha, Qatar.

Allí la superó a Isinbayeva con un salto de 4,80, veinte centímetros más que la marca lograda por la rusa. Al mismo tiempo que la gran Yelena comenzaba su declive, explotaba el rendimiento de Murer. Porque esa medalla dorada sería el puntapié inicial para una nueva Fabiana, más dominante y confiada.

Ese 2010 fue de ensueño para la atleta de 1,72 metros de altura y cuyo nombre completo es Fabiana de Almeida Murer. Meses después del título en Doha, ganó la Liga de Diamante, una competencia que se compone de 14 pruebas a lo largo del año y en la que, quien termina primero en la tabla de posiciones general, se lleva el premio.

"No esperaba un año tan bueno, tanto en pista cubierta como al aire libre, pero ya trabajo para 2011, que va a ser muy duro, con el regreso de Yelena. Tendré que mejorar mi técnica y mi velocidad, pero concentrándome en mí misma", aseveró al final de esa, la mejor temporada de su vida.

Vaya si lo logró. 2011 fue un año de consolidación para la brasileña. En el mundial de atletismo al aire libre de Daegu ratificó su poderío y se quedó con el triunfo gracias a un gran salto de 4,85 metros, con el que igualó su mejor marca histórica.

Allí volvió a dejar atrás a Isinbayeva, que terminó sexta con una pobre marca de 4.65.

Murer y la rusa son amigas y, durante mucho tiempo, fueron compañeras de prácticas, ya que a ambas las entrenaba el ucraniano Vitaly Petrov. Se trata del mismo coach que llevó a su compatriota Sergei Bubka a, entre otras cosas, lograr 35 récords mundiales en esta disciplina.

"No sé si podré lograrlo este año o cuánto tiempo tardaré, pero estoy trabajando para saltar cinco metros", sostuvo Murer a fines de 2010.

Tal vez se esté guardando esa sorpresa para que el mundo la disfrute en Londres.