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Los bueno y malo de los nuevos playoffs

Con el nuevo formato, los Rays de Tampa no hubieran tenido que celebrar en el 2011 porque ya estaban en los playoffs. Kim Klement/US Presswire

Aficionados y Fanáticos al "Rey de los Deportes": desde que la Serie Mundial se implantó en el Beisbol de las Grandes Ligas en 1903, se han presentado ahora tres cambios sustanciales al sistema de competencia.

En 1969 se jugó por vez primera bajo el formato de dos divisiones por liga. Antes de ello, el campeón de cada circuito iba directamente al "Clásico de Otoño" y a partir de ese momento, se instauraron las Series de Campeonato, entre el ganador de cada división.

Para 1994 el sistema cambió a tres divisiones por circuito, apareciendo también el famoso puesto como Wild Card para la postemporada, el cual se otorgaba al mejor equipo en ganados y perdidos quitando a los tres campeones divisionales.

El 2012 traerá consigo la inclusión de un segundo equipo Wild Card, que tendrá que enfrentarse al otro comodín, en un solo juego, para ver quién de los dos avanza al Playoff Divisional.

En 17 temporadas bajo el sistema del Wild Card, cinco equipos que accedieron a la postemporada llegaron a ganar después la Serie Mundial: Marlins de Florida del 97 y del 2003, Angelinos de Los Angeles en el 2002, Medias Rojas de Boston en 2004 y los recientes Cardenales de San Luis del año pasado. Los equipos comodines tienen 29 series ganadas en postemporada y 29 series perdidas, y la marca de los Wild Cards dentro de los Playoffs es de 136-139.

El implantar éste nuevo sistema, tiene para mí más desventajas que cosas buenas. En primer lugar, siempre he manifestado que no me gusta el hecho de que una larga temporada de 162 juegos tenga que definirse en sólo un encuentro. A diferencia de deportes como el futbol americano o el soccer, que se juegan una vez por semana, el beisbol, al igual que el hockey sobre hielo y el baloncesto, se juegan casi todos los días, por lo que es necesaria una "serie" para definir duelos en postemporada, ya que en un simple juego, no se refleja en realidad el nivel de los dos equipos.

Ese argumento toma más importancia, cuando nos damos cuenta de que el promedio de victorias de los equipos que han ganado el puesto como comodín en esas 17 temporadas, es de 92.2, mientras que ese mismo promedio, hablando del famoso "quinto" equipo, que ahora estaría incluido en la postemporada, ha sido de 88.3. Una diferencia de casi cuatro juegos entre uno y otro, que pudiera esfumarse con cualquiera de los múltiples factores que determinan la victoria o derrota en un solo juego.

Imagínese que con el sistema de competencia de dos equipos Wild Card, no hubiésemos tenido ninguna emoción en ese inolvidable e histórico último día de la temporada regular el año pasado, pues ya para ese momento, tanto los Rays de Tampa Bay como los Medias Rojas hubiesen estado clasificados en la Liga Americana, con los Cardinales y los Bravos de Atlanta ya también asegurados en la Liga Nacional.

Del lado positivo, podemos señalar que ahora sí cobrará mayor importancia el tratar de ser campeón de división y no solamente buscar el boleto a como dé lugar para los Playoffs. Hace algunos días surgió la polémica con declaraciones de Brian Cashman, gerente general de los Yankees de Nueva York, en relación a que hace un par de años, los Yankees realmente no tenían preocupación por quedarse con el banderín del Este pues ya tenían como quiera el boleto a postemporada, una situación que ahora, con la amenaza de tener que jugar un partido de vida o muerte, no se volverá a dar.

Parecen pocas ventajas en relación a las cosas negativas, pero algo que sigue siendo positivo para las Grandes Ligas en relación a las otras tres ligas importantes de deporte profesional en los Estados Unidos, es que son todavía quienes menos boletos otorgan para su postemporada en relación al número de equipos que participan. Con el nuevo sistema, el 33,33% de los equipos avanzarán a Playoffs, comparados a un 37.5% que avanzan en la NFL y a un 53.3 que lo hacen en la NBA y la NHL.

Ciertamente el nuevo sistema podría poner mucho más emoción a la recta final y con ese par de juegos extra a "vencer o morir", pero cuidado, que podría también definir todo más temprano y privarnos del día más angustioso de un calendario beisbolero, tal como ocurrió el año pasado.