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Mi torneo favorito

INDIAN WELLS -- "Antes se decía que Miami era el quinto Grand Slam, pero para mí éste lo superó", afirma Juan Martín del Potro, sentado en la sala de jugadores de Indian Wells. "Las comodidades que tiene, cómo nos hacen sentir, son superiores a cualquier otro torneo de este nivel", continúa el argentino. Roger Federer agrega: "Es un torneo que aprendí a querer con los años y llegó a gustarme mucho. Es un lindo lugar".

Los comentarios elogiosos se repiten. Luego de tres días de inspeccionar el lugar, presentamos una lista aleatoria de por qué el BNP Paribas Open de Indian Wells les cae tan bien a los jugadores.

LA CALMA DE PALM SPRINGS

Ciudad de 50.000 habitantes que contiene a la población de Indian Wells, Palm Springs parece un inmenso barrio de quintas de fin de semana, a un nivel económico muy elevado. Tiene algo de Truman Show, su irrealidad. El tráfico es liviano, especialmente de noche. "Es muy fácil llegar al club y ya desde las 19 o 20, las calles parecen vacías", cuenta Del Potro.

Julián, mexicano a cargo de un motel de paso, afirma: "Siempre es muy tranquilo Palm Springs, y eso que ahora podemos decir que la ciudad está llena por el torneo". Por supuesto, nada comparable a las grandes urbes latinoamericanas, más bien lo contrario. El promedio de edad de Palm Springs es elevado, es un lugar elegido por gente retirada y con buen pasar económico. Demasiado buen pasar, se podría puntualizar.

Los tenistas se alojan en hoteles con inmensas piscinas, poco ruido, o en lo que aquí llaman "gated communities" (barrios cerrados), grupos de departamentos o condominios con acceso restringido. Como si estuvieran en su casa de fin de semana, disfrutan del jardín del fondo o la piscina.

"Cuando era chico me gustaba Nueva York o Miami, ese tipo de lugares en los que algo pasaba, especialmente cuando era adolescente, entonces cuando venía aquí, era demasiado tranquilo para mí", comentaba Federer. "A medida que pasó el tiempo, me gustan estas semanas más calmas, en las que todo es más lento antes del ruido de otros lugares", completó el suizo. Miami espera después, con su bullicio latino, movida nocturna y fiebre shoppinguera.

EL CLIMA IDEAL
Indian Wells se encuentra en el Valle Coachella (sí, coincidencia que tenga nombre tenístico) y está protegido por montañas con nombres santos: San Bernardino, Little San Bernardino, San Jacinto y Santa Rosa. El clima desértico, seco, es más favorable para la práctica deportiva. La temperatura suele estar entre los 20 y 25 grados centígrados. Las noches son frescas, pero sin exageraciones. Sin embargo, Petra Kvitova eligió las mangas largas en su debut en el torneo. Los locales afirman que el verano suele ser demasiado caluroso, con temperaturas de 45ºC, pero recién estamos en el final del invierno; no será preocupación de los tenistas, que en el verano del Norte estarán jugando en Europa.

En Palm Springs puede llover no más de 130 milímetros de agua por año. Las últimas ediciones no han sufrido suspensiones por lluvia, aunque sí es más común sufrir tormentas de arena: hace dos años, la final femenina debió ser suspendida por dos horas debido a la tierra y arena traídas por el viento.

No se divisa en Palm Springs edificios de más de cinco pisos. El cielo siempre abierto. La polución no existe (al menos por ahora). Se respira aire limpio, salvo cuando ocurre aquello de las tormentas de arena, lógicamente. "El cielo azul, las montañas que no parecen reales. Es una hermosa parte del mundo", dijo la australiana Samantha Stosur.

LA EPOCA DEL AÑO
Si bien Djokovic, Federer, Murray, Tsonga y Del Potro, por citar algunos, llegan de un largo viaje de Dubai, tuvieron su tiempo de descanso y disfrutan de días relajados en Indian Wells. Inclusive hay tiempo de reunirse con directivos de la ATP para tratar asuntos del circuito, como hicieron hoy Federer, Djokovic, Murray y Nadal.

Para las figuras, es el comienzo de la una etapa importante del calendario, la segunda después de la gira oceánica. Rafael Nadal, por ejemplo, se tomó un mes de descanso activo, de preparación para cinco meses a todo motor (gira estadounidense, de polvo de ladrillo, de césped, Juegos Olímpicos y rápidamente la de cemento del US Open, no hay tiempo para parar).

Para retomar el ritmo en el lento cemento de Indian Wells –"cada vez más lento", apuntó el argentino David Nalbandian-, las figuras tienen como costumbre anotarse en el doble. "Es una forma de tomar contacto con la superficie, hay varios días libres y siempre lo hago aquí", dijo Andy Murray, quien jugará con su hermano Jamie. También se presentaron Andy Roddick y Mardy Fish (ya eliminados), Djokovic con Victor Troicki (misma suerte) y Nadal con Marc López (eliminaron a una de las mejores duplas, Llodra y Zimonjic).

EL RESPETO DEL PUBLICO
Quizá por aquello del elevado promedio de edad, por la tranquilidad que se hace piel en habitantes y turistas de esta parte de California, el "fan" en Indian Wells aplaude y grita, pero sin demasiado espamento. La tribuna aprueba las acciones pero no cobra protagonismo, aun cuando pueda haber acción en la cancha central, que con 16.100 asientos se transforma en el segundo estadio de tenis con mayor cantidad, después del Arthur Ashe (22.547).

Los jugadores recorren el club –ocho canchas, sin contar las de práctica- a veces sin necesidad de ser escoltados por un grupo de guardaespaldas. No es el caso de Djokovic, Nadal o Federer, quienes lógicamente reciben los pedidos de firmas de los más chicos y de los no tan chicos también. Sí, por ejemplo, de un segundo o tercer nivel como Gael Monfils (ahora con pelo corto) o Jürgen Melzer, quienes caminan sin ser molestados. No significa que no los conozcan; simplemente no los quieren demorar. No ocurriría lo mismo en Miami.

Los estadios más pequeños tienen asientos para espectadores al borde de la pintura verde, sin protección o barrera alguna. El que compró su entrada tiene a los jugadores corriendo a un metro. Eso tiene sus riesgos, lógicamente: un tiro impactado con el marco de la raqueta por parte del argentino Leonardo Mayer aterrizó en la rodilla de un desprevenido espectador de la segunda fila. Un ace del colombiano Alejandro Falla casi le quita los anteojos a una señora.

Los tenistas almuerzan y cenan con los periodistas. Más allá de alguna charla ocasional, no es el lugar para hacerles preguntas, a menos que la fila para el plato de pastas venga demasiado lenta.

Roger Federer practica con la gente al lado y lo único que se escucha son un par de gritos, un "I love you Roger" y los soniditos de los teléfonos sacando fotos. De hecho, el espectador en Indian Wells puede encontrar, pegada en una pared, la lista de horarios de prácticas. Si querés ver a Federer, puedes venir a las 16 que lo tendrás ahí cerca.

OTROS DEPORTES COMO RECREACION
Frente al restaurante de jugadores, una cancha de fútbol de césped natural atrae a los tenistas en los primeros días del torneo. Allí estuvieron Djokovic, Nadal, Tipsarevic, en un fútbol amistoso, con arcos pequeños. Un espectáculo aparte que ofrece el campeonato por el mismo precio de la entrada. ¿Djokovic zurdo al fútbol, buen defensor? Lo pudiste ver en Indian Wells.

Los aficionados al golf –Nadal, Nalbandian entre ellos- tienen para elegir en Palm Springs. Se calcula que hay 100 campos, la mayor densidad en cualquier ciudad del mundo en relación a su superficie total. En los últimos dos años, Nadal ha llegado a jugar 18 hoyos con Fred Couples, quien vive en California. Vaya profesores que busca Rafa…

La sala de jugadores es tan completa como las mejores: máquinas con Internet, un par de metegoles (el australiano Bernard Tomic convierte y grita "vamossss" en español), pool, clásicos del pinball como el Terminator, una mesa de ping pong y un clásico videojuego, el Pac-Man.

MAYORES PREMIOS
El BNP Paribas Open es el campeonato que más dinero reparte fuera de los Grand Slam. Son 11.073.288 dólares, divididos en mitades para la WTA y ATP. Los campeones en singles se llevarán un millón (en 2011, había 700.000 para la ganadora y 611.000 para el vencedor).

El perdedor en primera ronda se lleva 7.709 dólares, mientras que el que menos recauda, aquel que cayó en la primera ronda de la clasificación, gana 1.175 dólares. Las parejas campeonas de dobles obtienen 241.000 para repartir.

OJO DE HALCON PARA TODOS

Mientras otros torneos apenas pueden ofrecer el sistema de revisión de piques en no más de cuatro canchas, Indian Wells es el único torneo en el que todos los participantes tienen la opción: sus ocho estadios cuentan con el Hawk-Eye.

"Es importante, los jugadores se sienten más seguros con eso", comentó Del Potro. "Es muy bueno lo que ocurre aquí", señala Janko Tipsarvic. "Me parece injusto que en otros lados sólo haya en las canchas principales, lo que significa que los top 4 o 5 del mundo son los que tienen la chance de pedir challenge, y los otros no".