INDIAN WELLS -- El año de Juan Martín del Potro muestra cinco torneos: el del comienzo, Sydney, derrota en cuartos de final ante Marcos Baghdatis. Un título, en Marsella, sobre Michael Llodra. ¿Los demás? Siempre Roger Federer estrechándole la mano en la red, en el rol de ganador del enfrentamiento: Abierto de Australia, Rotterdam y Dubai tuvieron el mismo final.
Por eso, en el camino del retorno hacia posiciones más altas en el ranking, el argentino preferiría no encontrarse con el mismo rival este viernes, en los cuartos de final del BNP Paribas Open de Indian Wells. Puesto a elegir opciones entre los cuatro mejores del ranking, afirma que "al que trataría de evitar siempre es Federer, por su juego, que me complica mucho, sobre todo porque no me deja jugar cómodo", afirma en charla con ESPNdeportes.com, antes de meterse en la ducha posterior al entrenamiento liviano, ya listo para irse al hotel y descansar.
No hay forma de digitar los cuadros y armarlos a conveniencia. Federer espera nuevamente del otro lado. "Con los otros tres (Djokovic, Nadal y Murray) hay una gran diferencia, está a simple vista, pero dentro de la cancha uno puede desarrollar más el juego, y al menos yo siento que mis tiros hacen más daño", comenta Del Potro, uno de los dos argentinos en cuartos de final, junto con David Nalbandian.
¿Qué es lo complicado de Federer? Pregunta que se podría resolver con un "hace todo bien"; sin embargo, le daremos una vuelta de tuerca. Comienza Del Potro: "El tiene variantes en defensa, un slice muy bueno en defensa y ataque, que no muchos tienen. El saque no es fuerte como el de Isner, pero su porcentaje de primeros es muy alto, saca muy angulado. Evidentemente, sabe cómo jugarme", reconoce el argentino.
En Australia y Rotterdam, las diferencias fueron elocuentes; en Dubai, cemento más rápido, el saque cubrió importancia total, y el encuentro resultó más parejo, sin quiebres de servicio, dos tie-breaks para Federer. El suizo afirmó que su rival "es poder puro" en cuanto a la violencia de la bola impactada con el drive, pero a la vez admitió que "puede absorber la velocidad de la bola bastante bien, entonces por ahí el enfrentamiento no es el peor para mí".
De eso se vio en los últimos partidos: si Roger domina con el servicio, luego continúa con el drive y tiene varias opciones de ataque, incluyendo el drop. Si Del Potro es el que comenzó atacando, la tarea de Federer es enlentecer el ritmo, jugar slices bajos, para obligar a que le entreguen el dominio del punto.
"La forma que tengo de ganarle es pegarle fuerte, tirar a las líneas y no dejar que haga su juego", afirma Del Potro desde sus casi dos metros. "Agacharme mucho también. Está a la vista que trata de hacerme correr, no dejar que pegue mis tiros y jugarme mucho con slice porque sabe que con la altura, me cuesta", agrega.
Las claves pasan por tirar, pero especialmente por el día en el servicio y el aprovechamiento de las oportunidades, que se supone, serán escasas. "Es un partido para estar atento más que en cualquier otro, para sacar bien y jugar el mejor tenis que puedo tener en este momento. Con eso, salir a buscar alguna chance. En el último partido tuve (marchaba 6-2 en el segundo tie-break). Va a pasar más por cómo estoy mejor yo con mis tiros, mi saque que es fundamental para no salir en desventaja desde temprano, y creo que si tengo alguna chance es precisamente estando cerca del marcador todo el tiempo". No es que esté apostando a un partido de desgaste el argentino, sino a no perderle pisada al rival, a golpear en esos momentos de 5-5, 6-6 o similares.
Del otro lado, Federer habla con la nariz tomada, por un virus que da vueltas en su familia hace tiempo. El Nº 3 del mundo afirma que no tiene que ver con el mentado problema del valle de Coachella, el que provoca vómitos, diarrea y fiebre, sino con los viajes recientes: primero Europa, después Dubai, luego Nueva York para una exhibición y ahora en la Costa Oeste de los Estados Unidos. "Antes de mi primera ronda, la noche fue dura, y pensaba: 'No sé cómo haré esto'. Pero me desperté y me sentí mejor, y sabía que después de mi debut tendría un día libre". No mostró un gran nivel en el partido contra Thomaz Bellucci, aunque tuvo un día de descanso, en el que no practicó.
Pese a sentirse cómodo en el enfrentamiento (matchup, tal le dicen en inglés, cómo se acomoda uno al otro), Federer ponderó a Del Potro: "Terminará claramente entre los top ten a fin de año, sino mucho más arriba". Además, describió su juego en detalle.
"Juan golpea el drive muy duro a la carrera y puede hacerlo desde cualquier lado, especialmente cuando tiene tiempo. Debo ponerlo a correr, pero cuando está corriendo también se vuelve peligroso. El drive lo golpea plano, un cachetazo que no tiene mucho efecto y a veces no logra el ángulo que está buscando. De todos modos, su revés funciona muy bien con el drive, y es increíble lo bien que se mueve para ser un tipo tan grande".
No nombró particularmente al servicio. En ese rubro, Del Potro no puede flaquear.