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Se agranda la familia de la URBA

Pura felicidad en Las Heras Rugby Club Scrum

BUENOS AIRES -- Se entregan al esfuerzo y sacrificio con ahínco y tienen sueños que comenzaron a gestarse pocos años atrás en mesas largas entre amigos. Las Heras Rugby Club y Berisso Rugby harán su debut esta temporada en el torneo de la URBA, como invitados en el Grupo IV, y ambos tienen mucho en común: son clubes jóvenes, se fundaron en zonas donde la ovalada no picaba y luego de mucho hacer lograron el ansiado ingreso a la Unión más grande del país.

La tarea no fue sencilla para ninguno de los dos. Las Heras Rugby dejó asentado su nacimiento el 28 de febrero de 2009 y al año siguiente comenzó a competir en los torneos de UROBA. Enzo Fenoglietto es el capitán del equipo y cuenta que "hacíamos viajes de 300 km. Teníamos un partido y después cuatro horas de viaje en una combi y solventar los gastos se nos hacía muy difícil". La Capital Federal está a 69 km y ahora las distancias serán más cortas.

Berisso Rugby, por su parte, se formó en 2010 para permitir que los chicos no tengan que hacer 20 km hasta La Plata para poder jugar. Y justamente su primer partido fue ante La Plata Rugby en 2011. "Nos dieron una cátedra de rugby y terminamos todos llorando de la emoción cuando terminó el partido", dice Emiliano Guzmán, quien comanda a los quince jugadores dentro de la cancha.

Ambos necesitaban la personería jurídica y una cantidad de jugadores para presentarse en la URBA y a base de esfuerzo y tesón lo lograron. Hoy ambos clubes cuentan con un plantel superior de 40 jugadores y alrededor de 150 chicos. Plantaron la semilla ovalada y en poco tiempo comenzó a dar sus frutos.

Se formaron con exjugadores que terminaron coincidiendo en un mismo lugar. Fenoglietto, de 35 años, desplegó su rugby en La Pampa, luego en su época de universitario vino a Buenos Aires y jugó en Banco Nación y en la Facultad de Derecho en los torneos universitarios. También tuvo tiempo para estar probar suerte en el Piacenza italiano en la temporada 98-99. El amor lo llevó a Las Heras y allí vive desde el 2001. El presidente del club, Pablo Lafuente, está viviendo allí por trabajo y es exjugador de La Plata Rugby. En Berisso hay una decena de exjugadores de San Luis y Albatros en el Plantel Superior.

La solidaridad también está presente en esta historia. Los dos tuvieron el apoyo de otro club para poder tener una cancha de rugby. A los del Oeste les cedió un terreno el Club San Miguel y a los del Sur, Tiro Federal. El sueño de la cancha propia es uno de los anhelos que seguramente no van a tardar en completar.

Ahora llega el turno de jugar en el Grupo IV y para el hooker de Las Heras "este año lo queremos tomar como aprendizaje". Desde Berisso coinciden y su capitán agrega que "queremos ver cómo podemos adaptar nuestra idea de juego al Grupo IV".

Queda menos de un mes para el inicio del torneo y ambos ya se vieron las caras en un triangular junto a SAPA. Las Heras le ganó a Berisso y perdió con SAPA por 6 a 5. "Para nosotros fue tocar el cielo con las manos", explica su capitán en referencia al resultado ajustado ante el equipo del Grupo IV.

A la hora de buscar un elemento que los identifique cada uno expuso sus razones en el escudo del club. La mariposa de Las Heras Rugby representa "el alma", que, según dicen, es lo que dejan en cada acción desde que se fundó el club, tanto fuera como dentro de la cancha. Fueron a la historia y se encontraron con la teoría del caos, donde "una pequeña perturbación inicial, mediante un proceso de amplificación, podrá generar un efecto considerablemente grande a mediano o corto plazo de tiempo".

Por la zona Sur recurrieron a la historia y en la ciudad que es la Capital Provincial del Inmigrante el ancla de su escudo refleja el pasado de aquellos europeos que llegaban al puerto de la ciudad escapando de la guerra mundial.

A la hora de enumerar los obstáculos que hay que sortear para fundar un club Fenoglietto cuenta que "te cuesta el tratar de incorporar el juego en un pueblo chico. Las Heras tiene 12 mil habitantes y la ciudad es de 7 mil. Acá la gente es muy futbolera y no es fácil instalar el rugby. Fuimos pidiendo permiso a los clubes y a la municipalidad. Nuestro temor cuando empezamos era el cupo de gente y cada día se fueron sumando más chicos. Yo ahora dirijo la M17 y otros compañeros están en otras divisiones que son el futuro nuestro". El hooker ya tiene a sus dos hijos practicando en M8 y M10.

En Berisso "al principio fue una prueba piloto y una vez que salió todo bien y vimos el compromiso de los chicos decidimos seguir para adelante y pensamos en que podíamos llegar a la URBA. Sabemos que el ritmo de juego del Grupo IV nos va a hacer mejorar mucho y teníamos las ganas de todos los chicos. El número nos daba, los planteles, y pegó mucho el rugby en Berisso. Incluso ahora hay dos locales que venden ropa de rugby", explica entusiasmado Guzmán.

Ahora llegará el momento de fortalecer el crecimiento. La ovalada salió a explorar nuevas zonas y se encontró con dos grupos de jóvenes convencidos de que podían ayudarla. Dos ciudades nuevas se incorporan al rugby. Dos historias de sueños que se hicieron realidad. Bienvenidos Las Heras y Berisso al rugby de Buenos Aires.