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DUNEDIN, Florida -- La temporada pasada José Bautista demostró que su explosión ofensiva del 2010 no fue casualidad. Con esa actuación, además, silenció a los escépticos que no creían la realidad de lo que veían y pusieron su nombre en entre dicho. El jugador dominicano ha sido en las dos últimas temporadas el máximo jonronero de Grandes Ligas y el bateador más peligroso en la Liga Americana, donde viste la camiseta número 19 de los Azulejos de Toronto. Bautista está consciente de que ese desempeño que ha registrado y que lo ha puesto en la pináculo de Major League Baseball, en esta era post esteroides, trabaja en dos vías, una favorable en la que es reconocido y admirado por un grupo, y otra en la que la cantidad de envidiosos y detractores aumentan y atacan más fuerte. Sin embargo, él se mantiene en la calle del medio, sin prestarle atención a ninguna de esas dos vías por las que ha estado transitando luego de convertirse en el ícono actual del jonrón en las mayores, donde ha conectado 97 cuadrangulares entre 2010 y 2011. Esos son 23 más del total disparado en sus primeras seis campañas. "No me molestan los escépticos ni las cosas que la gente puede estar diciendo, yo solamente, cuando dan la voz de play ball, trato de dar lo mejor de mí y jugar mi beisbol. Mi deseo solo es mejorar y contribuir en lo que pueda con la victoria del equipo, eso es lo que me da satisfacción y placer. Lo otro se lo dejo a las demás personas. No trato de pensar en eso", dijo Bautista. Al dominicano, quien se prepara para su novena temporada en Grandes Ligas, quinta con los Azulejos, se le ha querido señalar en el pasado con el consumo de sustancias prohibidas, por lo sorprendente de su actuación con el bate que lo cambió su estatus de pelotero mediocre a superestrella. Pero él ha pasado todos los exámenes que se le han realizado, "más que a ningún otro bateador. Ya perdí la cuenta", dijo. Esos señalamientos han generado una ola importante de respaldo por parte de otros peloteros, que lo conocen desde antes del nuevo estatus del que goza y que saben cómo ha trabajado en su carrera. "Todos saben el tipo de persona que soy y cómo consigo las cosas fuera y dentro del terreno. Con mucho trabajo, esfuerzo y dedicación es que he llegado a donde estoy", aseguró el jugador de 31 años de edad, quien ha explicado en reiteradas ocasiones que la razón de su despertar ofensivo desde el 2010 fueron los ajustes que hizo en su mecánica de bateo y su swing. La vara con la que será medido de ahora en adelante Bautista está al tope, por lo que todo que no sea similar o mejor a lo alcanzado en los dos últimos años será una decepción para sus seguidores y una alegría para sus detractores. El fracaso, sin embargo, no es el principal temor del jardinero de los Azulejos. "Dentro del beisbol todos los jugadores, hasta cierto nivel, tienen temores de muchas cosas, y por parte de eso es por lo que uno aprende a canalizar esas energías para usarlas de forma positiva. El fracaso, obvio, es algo que forma parte de la psicología del beisbol. El temor más grande para mí sería terminar mi carrera sin tener el chance de jugar los playoff o ir por la copa de la Serie Mundial", reveló. El dominicano asegura que lograr ese objetivo de estar en una postemporada pasa primero por él, por su preparación y rendimiento dentro del grupo de peloteros que lidera en la organización de Toronto. Por ello desde diciembre comenzó su proceso de puesta en forma con carreras largas, en una primera fase, después sumó el trabajo con las pesas, luego agrega las actividades involucradas al béisbol, pero de baja intensidad; hasta llegar al spring training para terminar de afinar todo. Entre los aspectos en los que se está enfocando durante los entrenamientos de primavera, para mejorar este año y abarcar más con su ofensiva, está el de ser un mejor bateador con hombres en posición anotadora. Una ambición que pudiera parecer exagerada para alguien que ha impulsado 227 carreras entre 2010 y 2011. "Lo más importante en lo que estoy trabajando para esta temporada es en el bateo con corredores en posición anotadora. Quiero ser más consistente en ese aspecto de mi juego", dijo. En el receso de temporada los Azulejos realizaron una serie de movimientos procurando elevar su nivel y competir en la complicada División Este de la Liga Americana, dominada por los Yankees de Nueva York, los Medias Rojas de Boston y en los últimos años por los Rays de Tampa Bay. Bautista considera que con las adiciones que hizo el equipo éste podría ser el año en el que luchen en igualdad de condiciones, dentro del terreno de juego, contra los favoritos y den el campanazo. "Si contamos con buena salud el año completo y todo el mundo en el roster hace lo que tiene la capacidad de hacer, sin hacer nada extraordinario, estaremos ahí, en el tope de la división luchando contra los Yanquis, Tampa y Boston. Tenemos confianza como grupo, no le tenemos temor a los equipos que mencioné anteriormente y sentimos que podemos competir con ellos", aseguró. Toronto terminó la campaña pasada con récord de 81-81, en el cuarto lugar de la división. Esa marca, puntualizó Bautista, pudo haber sido mejor de no haber sufrido las lesiones que sufrió el equipo y si el bullpen no hubiera dejado de concretar las oportunidades de salvados que se le presentaron. Pero en este 2012 con un bullpen fortalecido por las adiciones de Sergio Santos y el regreso de Jason Frasor, el dominicano es optimista. "Lo más importantes es que la rotación abridores nos dé la cantidad de innings lanzados que le permita al bullpen de nosotros hacer su trabajo. Si no lo sobre usamos este año, en el que tenemos grandes brazos van a hacer un buen trabajo", dijo Bautista, quien da por descontado que la producción ofensiva del equipo estará presente y respondiendo una vez más.
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