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El mundo en sus manos

Kevin Garnett y Rajon Rondo se llevan mejor que nunca como compañeros en los playoffs Elsa/Getty Images

No estoy seguro de qué fue más desesperante el miércoles por la noche: Ver a los Boston Celtics fracasar nuevamente en el intento de ganar un partido de cierre fuera de casa --un juego que podrían haber ganado-- o preguntarse qué pasaba con Rajon Rondo.

La incapacidad de los Celtics de completar el trabajo, sobre todo en calidad de visitantes, por desgracia no constituye un boletín de noticias. Su registro desde el año 2008 es de 2-11. La actuación de Rondo, o su enfoque aparentemente indiferente al juego, lamentablemente tampoco es noticia.

Una de las cosas por las que Doc Rivers no tendrá que preocuparse el sábado por la noche --o cualquier otra noche de juego, para el caso-- es la clase de esfuerzo que recibirá de Kevin Garnett. Puede que el Big Ticket no tenga una buena noche, pero te dará todo lo que tiene, en todos los partidos. Nunca leerás una historia que sugiera que KG no estaba metido en el juego, por cualquier razón. Podemos decir lo mismo de Ray Allen (quien claramente no está ni cerca del nivel que suele ofrecer) o de Paul Pierce.

Puedes estar seguro de que el Juego 7 del sábado por la noche tendrá suficiente "jugo" --la frase de KG-- como para que Rondo venga a jugar. Puedes reservar un triple-doble ahora mismo y empezar a hacer la fila para cobrar la recompensa.

¿Pero cuál fue la historia del miércoles por la noche? ¿Ese juego no tuvo suficiente "jugo" para él? ¿Un potencial juego de cierre, una plaza garantizada en las finales del Este?

Evidentemente no, a juzgar por su desempeño. Paul Pierce le dio un golpe juguetón (creemos) en la cabeza para tratar de ponerlo en marcha. Pero Rondo estuvo en algún universo alternativo durante la mayor parte del juego. Falló 10 de los 14 tiros que lanzó. Terminó con nueve puntos. Logró bajar nueve rebotes, pero solamente repartió seis asistencias.

¿Seis asistencias? Seguramente ya habrá repartido más que eso antes de que termine el primer cuarto este sábado por la noche.

Y tal es el dilema que define a Rajon Rondo. Los fans de los Celtics han llegado a aceptar que habrá noches en las que parecerá distante o desinteresado. O que hará algo estúpido (final del Juego 1, Atlanta) o que ejecutará una jugada ridícula en un momento crítico de un partido importante (final del Juego 2, Philadelphia).

Pero casi siempre es perdonado ya que por lo general vuelve con todo después de una actuación curiosamente insatisfactoria y es universalmente reconocido como el jugador más importante de los Celtics, sobre todo a la ofensiva. Así que hemos aprendido a vivir con el verdadero Rondo y el Stepford Rondo. Con toda honestidad, ¿qué otra opción tenemos? Keyon Dooling definitivamente no va a ocupar su lugar.

Pero si alguna vez te has preguntado por qué los Celtics considerarían la alternativa de canjear a Rondo -- y lo han hecho, a pesar de todas las afirmaciones de lo contrario -- no es a causa de sus limitaciones como jugador. Es debido a sus limitaciones como líder, porque ya debería serlo, incluso en este equipo.

Los líderes no le lanzan un balón a un árbitro. Los líderes no chocan a los árbitros. Los líderes no llegan cuando se les da la gana. El hecho de que los Celtics dependan tanto de Rondo para establecer el ritmo lo hace más que fundamental para la ofensiva.

Pero durante una noche en que podrían haber avanzado --y muchos afirman que así debería haber sido-- repartió solamente seis asistencias y el equipo anotó 75 puntos. Había sumado al menos 13 asistencias en cada uno de los cinco partidos de playoffs anteriores. La última vez que repartió menos de seis asistencias fue el 9 de marzo, cuando sumó cinco en apenas 26 minutos durante una paliza local sobre Portland. No lo necesitaban esa noche.

Pero sí que lo necesitaron el miércoles. Y no había motivos para creer que no se presentaría el Rondo del Juego 5. Tuvo una actuación espectacular en ese partido, sobre todo en la segunda mitad, y Rivers felicitó a su estrella diciendo que había sido su mejor partido general de la temporada. Rondo lo tuvo. Impuso su voluntad en el partido, les dio liderazgo y dirección a los Celtics, propósito, y el equipo escapó con una victoria dominante.

¿Dónde quedó ese Rondo?

"No sé, quería jugar bien", dijo Rivers. "Creo que atacó temprano y falló algunos tiros. Probablemente se quedó atrapado en sí mismo porque vio que la ofensiva no estaba funcionando, así que estaba tratando de organizar la ofensiva y hacerlo, y tal vez se quedó atrapado en el medio esta noche. Esas cosas pasan. Mejorará".

No tiene que mejorar, Doc. Es lo suficientemente bueno. Sólo tiene que querer estar ahí y aprovechar el momento. Acaba de ser nombrado para el tercer equipo All-NBA -- obtuvo cuatro votos en primer lugar -- así que no es cuestión de que mejore.

Yo creo que veremos al Rondo 2.0 el sábado por la noche. Y si ese es el caso, todo será perdonado mientras los Celtics contemplan otra serie. Pero aún así es justo preguntarse: ¿Qué hace falta para enchufar a este joven complicado pero inmensamente talentoso?