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Perlitas que dejó París

Goffin disfrutó al jugar contra su ídolo Federer Getty Images

PARIS -- Finalizado el segundo torneo de Grand Slam del año, quedaron perlitas que bien vale la pena repasar. Roland Garros dejó algunas historias interesantes, que aquí se detallan.

MI RIVAL ES MI ÍDOLO
Roger Federer y Rafael Nadal ya son legendarios; logran récords históricos, son modelos de jugadores a imitar y cosechan una comunidad gigante de fanáticos en todo el mundo. Esos fanáticos también pueden encontrarse entre los rivales a los que enfrentan...

"No voy a ocultar que tenía pósters de Roger en mi habitación", decía un sonriente David Goffin en aquel momento especial que compartieron post-partido en la Suzanne Lenglen. "Soy el ex Nº 1 más amigable que puedas encontrar, puedes venir a pedirme consejos cuando quieras", le dijo Roger. En rueda de prensa, Federer comentó: "No es la primera vez que enfrento a alguien que dice eso. Es extraño y hay que saber cómo manejarlo en la cancha".

El argentino Eduardo Schwank enfrentó con soltura un compromiso difícil ante Nadal: intentó saque y volea, drops, consciente de que no podía incomodarlo desde el fondo. Pese a la derrota, el sudamericano se fue contento: en el vestuario, le pidió a Rafa la camiseta que éste utilizó, con dedicatoria firmada. El español accedió. Schwank también comentó que leyó la biografía de Nadal, escrita por John Carlin.

Más extraño es lo que le ocurrió a Nicolas Mahut, antes de enfrentar a Roger: "Tengo un problema, porque mi esposa es fanática de él. Mi familia entera lo es. Así que tengo que asegurarme de que van a ubicarse en el lugar correcto en la tribuna".

LOS PROBLEMAS, AFUERA
Nicolás Almagro suele estar muy pendiente, a veces demasiado, de lo que ocurre en las gradas. En la semifinal de Niza, le gritó, de un lado de la cancha a otro, a un grupo de fanáticos de Gilles Simon que alentaba entre los puntos. En Roland Garros, durante su partido con Nadal, se la agarró con una niña que gritaba todo el tiempo por Rafa.

"Esa niña no habrá venido sola, ¿no le puedes avisar a la familia?", le decía al juez de silla. En un momento de calentura, llegó a insultarla por lo bajo. El partido no venía bien, Nadal era superior y, cuando eso ocurre, es común buscar los problemas afuera.

Consultado en sala de prensa por los colegas españoles, Almagro se fue embarrando solo: "La persona que hacía ruido tenía una deficiencia", admitió, y se metió en un problema con las explicaciones. "Ha intentado disfrutar del partido a su manera. Es bonito que ellos puedan venir y disfrutar, como lo ha hecho esta persona". Dejalo ahí, Nico...

PELOTITA DIRECTO A LA FILA Nº 14
Mateo Nicolás Martínez es un juvenil argentino que ya prueba suerte en torneos 'futures', los de la menor escala del circuito profesional. Nacido en Buenos Aires, pudo jugar su último Roland Garros junior y darse un gusto grande: entrenarse con Rafael Nadal antes del partido que el Nº 2 debía disputar ante David Ferrer.

La cita era a las 10 en la Philippe Chatrier. Mateo y su padre llegaron a las 9.10, para que no hubiera problemas. Sin embargo, hubo uno y bien grande: en la puerta, los encargados de seguridad no los dejaban pasar. La credencial válida para los juveniles había expirado un día antes. Ellos insistían en que tenían turno de entrenamiento con Nadal. Es entendible que los guardias no quisieran creerles el cuento.

Finalmente, uno de ellos hizo los llamados correspondientes y confirmó la historia. Martínez llegó diez minutos tarde al Chatrier y el tío Toni le hizo un comentario por la demora. Lo peor fue lo que vino después: el junior debió soportar el peso de pelota de un Nadal que ya estaba con los músculos en caliente. Resultado: la tercera pelota suya fue directamente a la tribuna. Después ya pudo acostumbrarse.

"Trataba de mirar la pelota y empujar bien con los brazos. Si me fijaba en Nadal, perdía el foco y la tiraba afuera. Fueron 25 minutos y se sintió como si hubiese entrenado más de una hora", comentó el juvenil.

PRIMERA RONDA CON DIVIDENDOS
Una de las novedades de Roland Garros edición 2012 fue el incremento de dinero con mejor distribución: los perdedores en la primera ronda recibieron 18.000 euros, un 20% más que el año anterior. Las repercusiones fueron variadas. Por un lado, el estadounidense Donald Young comentó que "un extra de 3.000 euros no va a cambiar tu estilo de vida". Del otro, tenemos al francés Jonathan Dasnieres de Veigy, quien por ser invitado especial al torneo se aseguró el dinero sin tener que clasificarse.

"Es mucho para mí, más que el dinero que hice desde el principio de año", indicó el francés, de 25 años, ubicado 158º del mundo al inicio de Roland Garros. "Me permitirá terminar el año, reinvertir en dinero para los tickets de avión, mi entrenador y prácticas. Por un lado fue genial jugar en un estadio principal ante un jugador como Ferrero. Por el otro, el aspecto financiero es importante, no se puede dejar afuera". En cinco años de carrera, De Veigy cosechó 216.472 dólares, incluidos los 18.000 euros de Roland Garros. Su cuenta del año ahora es de 54.466 dólares.

A UN PUNTO DEL ÚLTIMO
Una situación que tiene antecedentes pero es infrecuente: un jugador se retira match-point abajo, a un punto de perder. En este caso fue el ruso -ex estadounidense- Alex Bogomolov Jr., quien abandonó cuando caía ante Arnaud Clement por 6-2, 3-6, 4-6, 7-6 (7-2) y 5-4 en la primera ronda.

Bogomolov intentó servir para mantenerse en partido y, por calambres en las piernas, ya no podía quedarse parado en el 40-40 de ese juego. "No podía doblarlas ni quería arriesgar una lesión posterior", explicó el jugador. El reglamento contempla que no se puede pedir médico por calambres; sólo esperar a ver si la situación mejora.

Clement tuvo que hacer callar a parte del público que empezó a abuchear a Bogomolov cuando éste anunció su abandono. En rueda de prensa, un periodista le insistía si no era mejor intentar servir. Bogomolov se molestó: "No entiendo a qué vas con esas preguntas, man. ¿Qué quieres que diga? Tuve calambres y me retiré".

ENERGÍAS PARA TODO
Rafael Nadal acababa de ganarle al argentino Eduardo Schwank en la Philippe Chatrier y cumplía con los compromisos post-partido, como firmar la cámara y saludar al público. Uno de las partes del ritual es arrojar sus muñequeras a los fans.

De pronto, Rafa emprendió una loca carrera de cinco o seis metros, como aquella que hace tras el cara o ceca del sorteo. ¿Qué ocurría? El español advirtió que la muñequera arrojada no llegaría hasta las manos de la gente, y corrió a atajarla antes de que tocara el polvo de ladrillo. Por supuesto, con su rapidez y la altura a la que la había arrojado, llegó a tiempo. No vaya a ser que el fanático que se la gane la reciba toda sucia...

SHARAPOVA, NO AL TWITTER
Maria Sharapova no tendrá twitter, al menos en el futuro próximo. La explicación que dio la rusa es digna de ser leída. "Creo que es demasiado para mí. Me aburro de mi misma diariamente y creo que si me aburro, por ejemplo comiendo un plato de pasta, no necesito decirle al mundo que estoy en un restaurante comiendo un plato de pasta", dijo la rusa durante Roland Garros.

"Es mi opinión por ahora, quizá cambie. Creo que es demasiado por día escribir en twitter y también mensajes de texto. Eso lo hago lo suficiente. No puedo imaginar lo que sería estar en twitter constantemente. Tendría artritis en mis dedos".