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Casi una sentencia

CRACOVIA (Enviado especial) -- No es una sentencia definitiva, ya que aún nada está decidido, pero tras la segunda ronda de partidos del Grupo B de la EURO 2012, Alemania está a un paso de cuartos, gracias a su convencedor triunfo contra Holanda por 2 a 1, mientras que los anaranjados pusieron un pie en la tumba.

Sin embargo, todo sigue abierto gracias al triunfo de Portugal ante Dinamarca por 3 a 2: en efecto, todos aún pueden pasar el turno y todos pueden quedarse afuera, claramente con algunos equipos mejor parados respecto a otros. Pero Alemania, Portugal y Dinamarca pueden ser dueños de sus propios destinos, mientras que solamente Holanda debería contar con un resultado favorable en el otro match de la próxima jornada.

La belleza de la Eurocopa es justamente ésta, porque prácticamente no hay equipos débiles y así casi todos los partidos suelen ser decisivos o muy importantes.

Pero vayamos con orden: primero fue el turno de Portugal vs. Dinamarca. Los cinco goles engañan sin dudas y nos dejan pensar en un partido entretenido. En realidad, fue muy emotivo pero no estuvo bien.

Ambos equipos produjeron muy poco en fase ofensiva y el único recurso de ataque de los dos, a menudo, fue el balón al centro desde las franjas. El tema fue que prácticamente no hubo fase de juego en el medio, porque apenas el rival recuperaba el balón, tanto la selección portuguesa cuanto el conjunto nórdico regresaban rápidamente a cerrarse cerca de sus propias áreas.

Por eso se recurrió tanto al juego por las franjas y al centro al medio, claramente por el segundo piso por parte del cuadro de Olsen y por el piso por parte de Ronaldo y compañeros.

El hecho de que los dos equipos hayan defendido más que atacado no significó carencia de ocasiones: en efecto, ambos cometieron muchos errores atrás y las chances de gol no faltaron.

El fútbol, se sabe, ama las paradojas y al minuto 24 Portugal pasó en ventaja con un gol de cabeza de Pepe, en jugada de tiro de esquina. A pesar del 1 a 0, los albirojos no salieron al ataque y así Portugal tuvo alguna otra chance para anotar, hasta que Helder Postiga metió el 2 a 0 a unos diez desde el final de etapa.

Dinamarca hasta ese momento había mostrado muy pocos argumentos y, en efecto, el discurso parecía liquidado. En cambio, antes de que terminara el primer tiempo, los daneses aprovecharon de una dormida general de la defensa adversaria para introducirse en el área por el segundo piso y descontar con Bendtner, quien claramente de cabeza empujó adentro el balón tras haber sido servido por Krohn-Dehili (también el pase de gol fue de cabeza).

En el complemento los ibéricos se complicaron la vida fallando algunos goles que parecían hechos. Estuvo pésimo en ese sentido Ronaldo, pero el capitán y estrella del seleccionado portugués no traicionó sólo en fase de realización, sino que aún más a la hora de ponerse el equipo al hombro. En efecto, muchas veces su protagonismo dañó al conjunto.

Así, cuando Bendtner igualó al minuto 36, la expresión de Cristiano fue la de quien se siente culpable. En la ocasión, el delantero danés anotó con un frentazo (no podía ser de otra manera), pero esta vez aprovechó de un centro desde la derecha y del pésimo posicionamiento de su marcador, para ganar en el salto y cabecear sin problemas al gol.

Paulo Bento, tras el empate, finalmente se animó a jugar más ofensivo y lo puso a Varela por Raul Meireles. El cambio se demostró acertado, porque el delantero terminó resolviéndole el partido, si bien en la ocasión el portugués tuvo una gran dosis de suerte.

En efecto, él había pifiado de manera clamorosa von la zurda un centro desde la izquierda, desperdiciando por un momento una excelente ocasión, pero el esférico le quedó ahí nomás y ahí Varela se portó muy bien, con un derechazo que se metió a lado del palo sin dejarle chances al arquero rival.

El partido de la noche fue toda otra cosa, porque a pesar de sus pequeños problemas en defensa, Alemania demostró otra vez más que es una máquina y que, por encima, tiene un gran "feeling" con el triunfo, como siempre fue en la historia.

Otra vez más el hombre decisivo fue Gómez, autor de un doblete en esta ocasión. Sin embargo, el mérito le va nuevamente al gran juego de conjunto de las águilas negras, quienes supieron jugar el balón con triángulos quirúrgicos y bien estudiados para mover al doble "cinco" holandés y liberarlo a menudo a Schweinsteiger entre líneas.

Cada vez que el volante alemán controló libre en esa zona, el seleccionado de Löw creó una chance de gol. Fue justamente gracias a dos pases de Schweinsteiger que llegaron los dos goles en los primeros 38 minutos.

A todo eso, Holanda demostró los mismos límites lucidos contra Danimarca: defensa poco atenta, un doble "cinco" algo inútil y mucha imprecisión a la hora de concretizar lo que lograban crear en fase ofensiva.

Van Persie, en efecto, desperdició dos clamorosas ocasiones que hubieran podido llevar en ventaja a la naranja. A estos niveles, errores como esos, por encima repetidos, se terminan por pagar muy caros.

Al final, el delantero del Arsenal logró poner su firma, con un gran gol desde afuera del área, pero sirvió sólo para el descuento y para que Alemania (otra vez denotó un pequeño bajón físico sobre el final) se viera obligada a jugar con mucha posesión del balón, al fin de evitar que el ritmo del juego se levantara.

Todo sigue abierto, como dicho, y en las peores de las hipótesis la definición será con la diferencia de goles en los enfrentamientos directos, tanto con la posibilidad de ver tres equipos con 3 puntos cuanto con la de ver otroas tantos cuadros con 6.

Sin embargo, lo más probable luce ser que Alemania supere a Danimarca y, así, que Portugal se pueda conformar hasta con un empate para pasar el turno.

Además, los ibéricos, si los daneses perderán el próximo partido, hasta podrían conformarse con perder 1 a 0. Una situación bastante favorable, pero jugando todos a la misma hora no se podrán hacer cálculos y, al final, los cuatro deberán bajar para buscar el resultado.

Sólo Alemania puede jugar para la igualdad, pero conociéndolos a Löw y a sus muchachos, luce complicado que no jueguen para ganar.

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