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El argentino detrás de Melanie Oudin

Las llamadas telefónicas entre Melanie Oudin y Jorge Todero son prácticamente diarias. Desde Inglaterra, la tenista estadounidense busca consejos, recomendaciones, una guía. Y desde Nueva York, el coach se las provee. "Cuando Melanie pasó la qualy en Birmingham, hablamos y yo le dije: Ahora jugamos para ganar el torneo, partido por partido", cuenta Todero desde su oficina en el Billie Jean King National Tennis Center, la sede del US Open. Y deja transmitir su satisfacción. En este lunes de junio, Oudin terminó de concretar lo que habían planeado: ganó 8 partidos consecutivos sobre césped, venció a Jelena Jankovic en la final del WTA Aegon Classic y conquistó así su primer título del tour.

A los 20 años, y luego de un bajón pronunciado en las últimas dos temporadas, Oudin vuelve a ser una de las grandes esperanzas del tenis estadounidense. Y buena parte del éxito se la debe al argentino Todero, Lead National Coach de la USTA, la asociación de tenis de EE.UU.. Jorge y su equipo tienen bajo tutela a Melanie y a las dos mejores tenistas norteamericanas de la actualidad (sin contar a las hermanas Williams): Christina McHale, de 20 años y 29 del mundo; y Varvara Lepchenko, de 26 años y 52 de WTA.

"Melanie tiene una mano excepcional y es tremendamente ganadora. Ella venía de enfrentar problemas personales, y cuando vino a trabajar con nosotros a Nueva York, estaba muy excedida de peso", explica Todero, ex coach de los argentinos Martín Jaite, Christian Miniussi, Alberto Mancini, Patricia Tarabini, Gustavo Luza y Mercedes Paz, entre otros. "Ella se mudó hace más de tres meses al National Tennis Center. Y lo primero que hicimos fue trabajar en lo físico y en lo mental, para hacerla entender que ella era buena. Le pregunté qué quería hacer con su tenis. La convencí. Y luego vino el trabajo de todo un equipo para llegar hasta este momento".

Oudin ha aprovechado al máximo el aporte del grupo que dirige Todero en Flushing Meadows. Desde que se instaló en New York en febrero pasado, Melanie ha logrado recobrar parte del tenis que la llevó a alcanzar los 4tos de final en el US Open '09 y el puesto 31 del WTA Tour. Desde mediados de abril pasado, Oudin ha iniciado una escalada de regreso, que incluyó ganar un wild-card de USTA para Roland Garros (tras su título en el Challenger de Charlottesville) y la conquista de este lunes en Birmingham. En menos de dos meses, ha trepado desde la posición 370 del ranking, a la 122. ¿El premio extra? Los organizadores de Wimbledon le otorgaron ayer una invitación especial para el Main Draw del 3er Grand Slam del año.

"Melanie es una excelente chica. Tiene unas condiciones impresionantes y una capacidad humana espectacular", agrega Todero, quien fue invitado a trabajar para la USTA hace dos años, y de manera casi accidental: el argentino había llegado al US Open 2010 acompañando al colombiano Carlos Salamanca, y en un encuentro que tuvo con Patrick McEnroe (General Manager de Desarrollo de USTA) y con el español José Higueras (Director de Entrenadores de USTA) , surgió la propuesta. "Yo estaba semi retirado. Vivía en Weston, Florida. Pero me gustó el proyecto de Patrick, y él es espectacular como persona", cuenta Todero, de 62 años.

Desde que el argentino llegó, el National Tennis Center fue ganando espacio dentro del contexto del alto desarrollo de USTA. Todero volcó la experiencia de casi 4 décadas como coach en Argentina, Colombia (entrenó a Fabiola Zuluaga, participó en el crecimiento de Giraldo y Falla) y Europa. Como guía de Lepchenko, logró los primeros resultados notables. Trajo a Estados Unidos al preparador físico Jorge Trevisàn (quien en el pasado trabajó con Guillermo Coria, entre otros, y hoy se recupera de un derrame cerebral), no solo para entrenar a las jugadoras sino también para enseñarles a los PF locales. Luego llegaron los resultados de McHale. Y ahora la recuperación de Oudin. Todo con un método muy diferente al acostumbrado en los Estados Unidos.

"Estamos intentando trabajar de manera más parecida a España y Argentina. Estamos cambiando la filosofía. Entrenamos mucho en tierra (arcilla). Y también hay un cambio de cultura que nos acerca más a lo latino", explica Todero. "Cuando Christina llegó, estaba 130 del mundo. Y ahora está entre las 30 mejores. La suerte es que tanto ella como Varvara y Melanie son tremendamente trabajadoras. Si tienen que estar 10 horas entrenando, lo hacen. Ese es el secreto, y también parte del cambio de filosofía. Culturalmente, yo las llevo más a Sudamérica que a Estados Unidos".

El día a día en el National Tennis Center se concentra en las 4 canchas de arcilla ubicadas en el estacionamiento (que desaparecen durante el US Open) y en los courts cubiertos. Pero también las jugadoras y los coaches trabajan en el Estadio Arthur Ashe. El equipo incluye 5 entrenadores: además de Todero, hay dos estadounidenses, un indio y un australiano. Durante la temporada europea, Jorge viajó 6 semanas con las tenistas, incluyendo los torneos de Madrid, Roma y Roland Garros. Ahora el plan es que a Wimbledon viaje Jay Gooding. "La idea es que yo ayude a formar y a preparar al resto. Queremos que el equipo en New York crezca, porque acá tenemos todo".

Instalado desde 1997 en Estados Unidos, Todero vive ahora en Pleasantville, unos 40 minutos al norte de Flushing Meadows. Sus hijos crecieron en Norteamérica (Nicolás, también coach, trabaja para USTA en Boca Ratón). Hace 6 años que no visita a su familia en Posadas. "Extraño a mi país, a mis amigos, a Boca. Pero ahora que quiero ir, no tengo tiempo". Los resultados recientes le han traído ofertas de federaciones europeas. Sin embargo, por ahora no piensa dejar su lugar.

"Aquí estoy bien. Y tengo objetivos: me gustaría entrenar a un varón, ayudar a USTA a encontrar talento en los hombres, que es un déficit grande que hay", explica Jorge, quien como capitán argentino de Fed Cup guió al equipo conformado por Gorrochategui, Labat y Tarabini a un triunfo frente a USA, en los 4tos de final del Grupo Mundial '93. "Tanto las jugadoras como los coaches me preguntan mucho por el tenis en Argentina: qué hacemos, cómo lo hacemos, cómo se consiguen los resultados".

Mientras pone en práctica su "know how" en Estados Unidos, Todero se enfrenta ahora a un problema más urgente: "La semana pasada, Melanie me dijo que si le daban el wild card para Wimbledon, yo tenía que ir. El viaje no está en mis planes, pero me está tratando de convencer". El proceso de convencimiento que lleva a cabo Jorge, en cambio, ya está logrado: la USTA, sus jugadoras y los coaches, ya saben que el Método Todero los encamina al éxito. Aunque él tiene otra explicación: "El secreto es el equipo".