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El hacedor de milagros

El DT Caruso Lombardi meterá 4 cambios Telam

BUENOS AIRES -- Los periodistas, los grandes analistas especializados de deportes, los hinchas y todos los ciudadanos en general deberíamos preguntarnos cómo es posible que el fútbol argentino viva un presente como el que padecimos en la cancha de San Lorenzo.

Mucho nervio, mucha angustia, un gol de Instituto de Córdoba en el momento menos deseado y una de las instituciones más prestigiosas de nuestro fútbol estuvo a minutos del descenso. ¿Cómo se explica?

Y muchos me atacarán diciendo que el mal juego es producto de la globalización, que la baja calidad futbolística es a nivel mundial. No interesa. ¿Quiénes son los responsables del estado actual de las cosas?

Mirar por televisión a San Lorenzo de Almagro da un fuerte dolor en el estómago. Uno no puede dejar de preguntarse ¿cómo es posible que los grandes equipos argentinos festejen permanencias en Primera? Y esto, en el mejor de los casos, porque muchas veces descienden y se pierden en las categorías menores. Los ejemplos son muchos y, por respeto a los hinchas, prefiero no nombrarlos.

San Lorenzo, Central, River, antes peleaban campeonatos nacionales e internacionales y hoy descienden o festejan extrañas Promociones... Esto que digo no es nuevo, pero merece una investigación, un profundo análisis.

¿Quién puede salvar a equipos importantes venidos a menos, caídos en una profunda depresión institucional? San Lorenzo encontró a Caruso Lombardi, un técnico que, tal vez no tenga mucho que ver con el equipo de Boedo, pero que tranquilamente podría haber salvado a River del descenso, hace ya un año.

Caruso es un técnico moderno, un apaga incendios, un trabajador todo terreno dispuesto a cualquier aventura.

Las aventuras más peligrosas hay que dárselas a Caruso. Este técnico tan peculiar se pone el traje de overol y salva, enmienda y pega con una maestría que hay que admirarle.

¿Ustedes creen que San Lorenzo hubiera salvado la categoría con otro técnico? La respuesta es tajante: ¡no!

En situaciones límites, con los jugadores tan tocados en su moral, con la autoestima por el piso, se necesita un técnico grandioso y una hinchada grandiosa. Y sólo con estos factores se puede entender que San Lorenzo se haya salvado de descender y de convertirse en el nuevo River, ese fantasma al que tanto temen muchos...

Más de uno lo criticamos al Tano por la forma desprolija y desagradecida en que se fue de Quilmes. Pero si no se hubiera ido, San Lorenzo estaría en la B.

Parece mentira, una paradoja del destino, pero la decisión controversial e individualista de Caruso está vez le hizo bien al fútbol argentino. Ya que en la cancha del Cuervo, el fútbol argentino se salvó de descender.

Porque aquel que haga una lectura equivocada pensará que es River o Central o San Lorenzo los que descienden cuando en realidad es todo un fútbol, toda una cultura y una identidad nacional a las que hay que proteger de los buitres de siempre.

Hablé de responsables. Nunca aparecen. Espero que algún día, cuando logremos tener una sociedad más justa, mas avanzada, más consciente de la importancia de la igualdad podamos saber la verdad del por qué un equipo desciende.

Muchas felicitaciones a los sufridos hinchas de San Lorenzo. ¿Qué mas se puede decir?