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S. Williams y Radwanska son finalistas

LONDRES -- La estadounidense Serena Williams, sexta cabeza de serie de Wimbedon, batió en las semifinales del torneo londinense a la bielorrusa Victoria Azarenka, segunda favorita, por 6-3 y 7-6 (6), en una hora y 36 minutos, y jugará la final del Grand Slam sobre césped ante la polaca Agnieszka Radwanska, tercera candidata.

La menor de las hermanas Williams, cuatro veces ganadora en el All England Club de Londres, se medirá en la pista central el próximo sábado a la tercera favorita del torneo, que hoy se deshizo de la octava cabeza de serie, la alemana Angelique Kerber, por 6-3 y 6-4 en una hora y diez minutos.

La sexta en el ránking de la WTA, que hoy firmó 24 saques directos, solo se ha enfrentado dos veces a Radwanska, ambas en 2008, y en ambos casos salió ganadora, tanto en la tierra batida de Berlín, en octavos, como en los cuartos de final sobre la hierba de Wimbledon.

La estadounidense, de 30 años, superó en 2011 una embolia pulmonar que la apartó durante un tiempo de las pistas y recuperó su máximo nivel de juego en el último Abierto de los Estados Unidos, donde alcanzó una final en la que cayó frente a la australiana Samantha Stosur.

La cuatro veces campeona en el All England Club acumula 41 títulos individuales a lo largo de su carrera, entre ellos trece grandes torneos.

Williams se midió hoy con una Azarenka que supo aprovechar sus primeros servicios al inicio del duelo, pero que sufrió ante la potencia de la estadounidense cuando trataba de defenderse al resto.

La sexta favorita era superior al saque y atosigaba desde el fondo a la bielorrusa, que, sin embargo, se resistía a dejar machar a su rival por delante en el marcador.

No lo hizo hasta el octavo juego, cuando Williams persiguió una bola aparentemente inalcanzable y sorprendió a su rival para romper su servicio y adquirir una ventaja clave en el encuentro.

No solo el marcador era desfavorable para Azarenka, sino también las estadísticas, dado que la bielorrusa perdió siete de los ocho encuentros que había disputado hasta ahora con la estadounidense, que se había impuesto por última vez a su rival de hoy este mismo año, sobre la tierra batida de Madrid.

El tenis de Azarenka, de 22 años, explotó en 2011, cuando la bielorrusa alcanzó los cuartos de final de Roland Garros y las semifinales de Wimbledon, y su acceso a la elite del tenis femenino se confirmó este año en Australia, donde logró el primer título de Grand Slam de su carrera.

Bajo la atenta mirada de su hermana Venus, Serena Williams pareció sentenciar a la bielorrusa en esta edición de Wimbledon cuando volvió a imponerse al saque al inicio de la segunda manga.

Azarenka trató de defenderse en lo que quedaba de partido, pero no fue capaz de frenar a la estadounidense, conjurada para alcanzar el último encuentro en la central del All England Club.

En su séptimo Wimbledon, en el que hasta la semifinal frente a Williams no había cedido un solo set, Azarenka aspiraba a mejorar su resultado del año pasado, cuando cayó contra la tenista que acabaría llevándose Wimbledon, la checa Petra Kvitova.

En esta ocasión, la menor de las Williams se encargó de destronar a la vigente campeona en los cuartos de final, cuando venció a Kvitova en dos sets, 6-3 y 7-5, en una hora y 24 minutos.

Radwanska se convirtió en la primera finalista, después de derrotar a la alemana Angelique Kerber por 6-3 y 6-4 en una hora y diez minutos.

La polaca logra así acceder a su primera final de un Grand Slam, después alcanzar los cuartos de final del Abierto de Australia en tres ocasiones y de Wimbledon en dos, algo con lo que "siempre" soñó.

"Llegar a una final de Grand Slam es en lo que sueñas desde que eres pequeña y es lo que más quieres. Han sido las mejores dos semanas de mi carrera y haré todo lo posible por ganar el sábado", aseguró Radwanska al término del encuentro.

La tenista de Cracovia pone así la guinda a un torneo impecable, donde solo cedió un set en sus seis encuentros disputados, frente a la rusa Maria Kirilenko en cuartos de final.

La lluvia dio tregua por primera vez en varios días en la capital británica y el encuentro, disputado en la pista central del All England Club, se pudo llevar a cabo sin la cubierta retráctil, muy utilizada en lo que llevamos de campeonato.

Kerber, cabeza de serie número ocho y semifinalista en Wimbledon en 2011, confiaba en hacer valer su experiencia para lograr el pase a la que sería la primera final de Grand Slam para ambas tenistas.

En un duelo donde se observaba con claridad el mutuo respeto entre ambas jugadoras, el servicio y los largos intercambios de golpes fueron la tónica general del primer set, ganado por Radwanska por 6-3 en 29 minutos.

Kerber, número ocho en el ránking mundial de la WTA, fue la primera en romper el servicio a su rival, pero la polaca le devolvió el "break" de inmediato para poner de nuevo las tablas en el marcador.

En el octavo juego, Radwanska consiguió su segundo "break" del primer set y se despegó en el marcador (5-3), una ventaja que, a la postre, sería demasiado amplia para la tenista de Bremen.

La polaca aprovechó su servicio para subir el definitivo 6-3 al marcador y hacerse con la primera manga en poco menos de media hora.

La tónica se mantuvo en el segundo set, el servicio y las derechas de las jugadoras fueron la nota dominante de una manga en la que, en el quinto juego, Radwanska volvió a hacer un "break" a la alemana para subir el 4-2 al marcador. La polaca cerró el partido con su sólido servicio y subió el definitivo 6-4 al marcador en 41 minutos y selló así su pase a la final.

Así, Kerber vuelve a quedarse a las puertas de una final de Wimbledon, mientras que Radwanska, que eliminó a jugadoras como Rybarikova, Vesnina, Watson, Giorgi y Kirilenko, luchará el próximo sábado por su primer título de Grand Slam.

La polaca se verá las caras en la final con la estadounidense, cuatro veces campeona en el All England Club (2000, 2002, 2008 y 2009). Radwanska es la primera mujer de Polonia que llega a la final de un Grand Slam desde 1939.