Edward Aschoff 12y

Tyrann Mathieu es echado de LSU

BATON ROUGE -- Al final del día, Tyrann Mathieu simplemente no pudo dejar de pensar en él mismo.

Meses después de proclamar que había cambiado, que estaba listo para ser humilde y un líder en el equipo, el egoísmo de Mathieu le cuesta su carrera en LSU, como anunció el entrenador en jefe Les Miles en conferencia de prensa este viernes.

Miles, con una cara de decepción, se paró detrás del podio y anunció al mundo del fútbol americano colegial que uno de los jugadores más emocionantes del deporte --un finalista del Trofeo Heisman hace un año-- dejaba de ser parte del programa de LSU por sus reiteradas violaciones a las reglas del equipo.

Uno de los mejores a la hora de cambiar el momento del juego --independientemente de la posición-- en el deporte había declarado haber aprendido de sus errores, pero ahora sale por la puerta trasera de un equipo capaz de pelear por el campeonato nacional por segundo año consecutivo.

El rostro del programa de LSU, quien se dejó llevar por el flujo de la fama, defraudó a su equipo y a los aficionados al pensar en él, por sobre todo.

Miles no dio detalles sobre lo que Mathieu para ganarse un boleto sin regreso de salida de Baton Rouge, pero por el modo en que Miles se escuchó en la conferencia de prensa, Mathieu se había quedado sin oportunidades con el equipo. Y Miles se había quedado sin paciencia en lo concerniente al "Honey Badger".

"Es un día muy difícil para nuestro equipo", dijo Miles. "Perdemos a una persona de calidad, a un compañero de equipo y a un contribuyente al programa. Sin embargo, habiendo dicho eso, tenemos un estándar con el cual deben cumplir nuestros jugadores, y cuando no sucede así hay consecuencias.

"Es difícil porque todos queremos a Tyrann. Hicimos lo que pudimos como entrenadores, compañeros de equipo, y amigos para intentar ponerlo en un camino que lo lleve al éxito. Vamos a extrañarlo".

Lo que extrañarán sobre el campo es una capacidad increíble para hacer jugadas. Con un genuino olfato para el ovoide, constantemente localizaba y volaba hacia el balón sin importar dónde alineara. No era el jugador más grande, ni el mejor en cobertura, pero su capacidad para ocasionar problemas a la ofensiva es algo que pocos pueden emular. Y en equipos especiales, demostró que podía cambiar por completo el panorama de un partido con un quiebre.

Durante sus dos temporadas en LSU, totalizó 133 tacleadas totales, incluyendo 16 para pérdida, registró cuatro intercepciones, y ranquea primero en la historia del equipo con 11 balones sueltos forzados. También recuperó ocho balones sueltos y promedió 15.59 yardas por regreso de patada de despeje, con dos anotaciones el año pasado.

Los Tigers mirarán a un comité de jugadores con la finalidad de reemplazar a Mathieu. El redshirt freshman Jalen Collins podría trabajar la esquina, mientras que los freshmen genuinos Dwayne Thomas, Deion Jones y Corey Thompson podrían alinear como níquel. El profundo Micah Eugene, un redshirt freshman, podría obtener algunas oportunidades allí, también.

Pero ninguno de ellos es el Honey Badger.

En enero, Mathieu se paró detrás de un podio adentro del Marriott Convention Center en New Orleans, sólo días antes del Juego por el Campeonato del BCS, expresando su sentir sobre su status como celebridad y cómo lo había transformado.

Admitió haberse dejado llevar por un personaje de "Honey Badger" que se apoderó de la internet y del fútbol americano colegial. Las playeras, afiches y videos que lo hicieron tan famoso y cautivante, lentamente empezaron a inflar su ego. Pasó de jugar con algo qué demostrar, a sentir que era dueño del mundo.

Luego, justo cuando pensaba que estaba en la cima del mundo, fue suspendido a media campaña por supuestamente haber arrojado positivo en un control anti-drogas. Mathieu dijo más tarde que su suspensión de un partido le ayudó a percatarse de que no era invencible, como asumía. Le ayudó a retornar a la realidad y realmente le hizo apreciar su tiempo con el equipo.

Pero el pasado le dio alcance a Mathieu, quien deja a un equipo preparado para ser mejor en el 2012. Se espera un despegue ofensivo con el mariscal de campo Zach Mettenberger, y la defensiva, que ranqueó en segundo lugar el año pasado, tenía la oportunidad de ser mejor, también. Pero Mathieu no estará allí para ayudar.

LSU ha lidiado con distracciones antes, pero perder a alguien con tanto talento y status es fuerte golpe como para compensar el fracaso del año pasado en el Juego de Campeonato. Este equipo tendrá que reponerse, pero por ahora se siente traicionado.

La sonrisa de niño, el cabello rubio y el juego carismático que hicieron de Mathieu tan querido en Baton Rouge se han marchado. Y no hay nadie a quién culpar más que al mismo Mathieu.

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