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LONDRES -- Estados Unidos revalidó en Londres el oro olímpico de Pekín frente al mismo rival, España, que estuvo muy cerca de dar la gran campanada en un brillante choque de titanes y que vendió cara la derrota, tanto que lo acontecido hoy ya está entre los logros más significativos de Kobe Bryant, según admitió él mismo. "Está entre las cosas más importantes que he conseguido en mi vida", afirmó la estrella de los Lakers en la zona mixta del North Greenwich Arena londinense. "Ha sido un tremendo viaje para nosotros. Ha sido muy duro. Alcanzar el oro frente a un rival como España es un logro enorme", añadió. El escolta apuntó a la altura de los españoles, especialmente la de los hermanos Gasol, como el principal obstáculo que los americanos tuvieron que superar. "Al final del partido le dije a Pau que le quería. Que hizo un trabajo fantástico. Que se dejó el corazón sobre la pista. Y también que descansase porque tenemos una larga temporada por delante en la NBA. Me dijo que estará preparado", explicó Bryant, quien reveló que no participará, con toda seguridad, en Río 2016. A pesar de lo ajustado del marcador, Bryant comentó que no sintió presión en ningún momento. "Creo que ninguno de nosotros la percibió. Cuanto más cerrado estaba el partido, más concentrados estábamos, más intensos jugábamos", indicó. Por su parte LeBron James, quien con un espectacular mate en el último periodo cerró las opciones de su rival, sostuvo que el mejor juego de los suyos llega cuando su contrincante les exige como hoy. "Ahí es cuando sale nuestro deseo y determinación. Ocurrió lo mismo en Pekín también contra España. Son un gran equipo. Tienen todo mi respeto", declaró el alero, que hace apenas unas semanas se proclamó campeón de la NBA con los Miami Heat. "Han sido unos meses geniales. Ni yo mismo lo hubiera escrito de esta forma. He soñado con esto muchas veces, ganar un título de la NBA y después una medalla de oro olímpica. Soy un afortunado por estar en esta situación. Estoy feliz de poder hacer esto por mi país", aseguró. Para James, el oro significa cumplir con la meta que su equipo se había propuesto. "Para mí significa todo. Mucha gente dudó de nosotros. Decían que éramos demasiado bajos, que no podríamos competir en altura con los demás. No se trata del tamaño, sino del corazón que le pones. Tenemos mucho corazón en nuestra plantilla", dijo. Por otro lado el base Chris Paul comentó que Estados Unidos ya venía curada de espanto por lo apretado del resultado de la primera fase contra Lituania y que la razón del éxito estadounidense radicaba en la defensa y no tanto en el acierto desde el perímetro. "Es una sensación agridulce. Sienta genial tener el oro colgado, pero en un par de meses estos chicos van a ser mis enemigos. Este equipo es especial. Odio que esto haya acabado. Es una oportunidad única en la vida", manifestó. Asimismo, Jerry Colangelo, presidente de la organización USA Basketball, se refirió a la personalidad desarrolla por este equipo. "No necesita comparaciones con los equipos de Pekín, Atenas o incluso Barcelona. Estoy orgulloso de lo que han creado juntos bajo estas circunstancias", comentó en alusión a lesiones importantes como las de Dwight Howard y Derrick Rose. "Sabíamos lo que teníamos entre manos. Son un grupo de personas maravillosas que estaban concentradas y que hicieron el trabajo que se les encomendó", concluyó. Al final Estados Unidos respiraba aliviado. No lo tuvieron fácil y por momentos pareció que España podría alcanzar la gesta. "Si no nos llevábamos el oro hubiera sido un desastre", concluyó Mike D'Antoni, técnico asistente de los norteamericanos.
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